Borja Terán Periodista
OPINIÓN

El emocionado mensaje de Ruth Lorenzo a sus fans y la reivindicación que oculta

Ruth Lorenzo durante su mensaje en Twitter
Ruth Lorenzo durante su mensaje en las redes sociales
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Ruth Lorenzo durante su mensaje en Twitter

"El otro día hice una ronda de preguntas en Instagram y me sentí bastante mal. Porque no pude responder a muchas de vuestras preguntas. La gran mayoría eran sobre cuándo iba a salir mi disco, cuándo iba a salir de gira... Había una en especial que ponía: 'Quiero ir a un concierto tuyo, ah, no, que ya no haces'. No respondí a ninguna de esas preguntas porque sinceramente no sé qué responder". Así ha abierto sus sentimientos Ruth Lorenzo en un emocionado vídeo cargado de aureola de resignación y publicado a través de sus redes sociales. Un vídeo que se puede escuchar desde la literalidad de sus palabras o intentar entender acudiendo a la profundidad entre líneas.

Porque Ruth Lorenzo dice muchas cosas sin decirlas. Al final, está realizando un retrato de la manera en la que, a menudo, desde las redes sociales, son los propios seguidores de los artistas los que ni parecen intuir lo complicado que es crear cualquier trabajo artístico. Probablemente, porque no lo sepan. Tal vez porque nos hemos acostumbrado a la cultura del consumo rápido, gratis e instantáneo de eso llamado contenido. Se piden más temporadas de series, más películas, más música... Lo queremos ahora, lo queremos ya. Pero detrás de cada canción, de cada plano de un videoclip, de cada grabación hay un esfuerzo descomunal y un proceso complejísimo que depende de muchas variables, tanto económicas como logísticas.

Sin embargo, no siempre se empatiza con los sinsabores que esconde el proceso de elaboración de cualquier obra artística, más aún si es independiente y no tiene una gran estructura empresarial que la sostenga. La gente no lo sabe y exige a los creadores, como si fuera tan fácil. Resultado: genera en ellos frustración. Se les pregunta cómo es que no hacen tal videoclip, se les recalca que no sacan canciones, se les culpabiliza como responsables de todo eso... Es la consecuencia de la era de la simplificación en la que vivimos, donde la pataleta gana sin conocer las circunstancias que pueden estar detrás de cada autor.

"No sólo se hace lo que uno quiere, en la vida hacemos lo que podemos".

Al final, con este vídeo, Ruth Lorenzo viene a recordar que no sólo se hace lo que uno quiere, que en la vida hacemos lo que podemos. En muchos casos, lo que nos dejan hacer. Y esa realidad quizá hay que divulgarla más, para percatarnos de que, en una época de acceso instantáneo (y sin paciencia) a los contenidos audiovisuales, las obras artísticas, ya sea una canción o una peli, cuentan con una complicada elaboración detrás, un recorrido donde se escuchan muchos más "noes" que "síes", donde todo es dinero, donde uno se siente solo en el camino.

Quizá hay que pedir menos a los artistas y apoyarles más y de verdad. Apoyar no es tuitear, es invertir en su talento. Empatizar, más que pedir. Será un paso para no lanzar a nadie al abismo, para no hacer sentir a nadie que no cumple las expectativas. Todo es relativo y en el mundo del arte no hay una meta segura. Se trata de ir sumando aprendizajes e ilusiones en un recorrido de vaivenes que no es fácil. Ser fan o seguidor de alguien es también tratar de evitar la toxicidad y entender a su ídolo, aprender que lo más habitual es que cada obra artística sea un parto, un regalo en el que un artista ha puesto sus tripas, deseando que guste. Pero muchas veces esos partos son largos, solitarios, ingratos y muy dolorosos.

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