Jesús Morales Director adjunto de '20minutos'
OPINIÓN

El efecto Illa permite ganar, pero no gobernar

Illa y Aragonès
Salvador Illa y Pere Aragonès en sus comparacencias la noche del domingo.
EFE
Illa y Aragonès

Han pasado 18 años desde la última vez que el PSC fue el partido más votado en Cataluña. Entonces, el candidato era Pasqual Maragall, que logró la presidencia de la Generalitat con un tripartito con ERC e ICV. La experiencia invitó a los catalanes entonces a no repetir experimento. 

Estos 18 años que hay entre 2003 y 2021 han sido una larga travesía para el socialismo catalán, que con su apuesta por el exministro de Sanidad ha vuelto a llegar a puerto. Illa ha conseguido recuperar la ilusión de sus votantes, pero esta vez el final será diferente al de Maragall y tiene muy difícil gobernar. Illa, aunque es plenamente consciente de la situación, ya dijo ayer que se presentará a la investidura –evitando así el error de Arrimadas, que en 2017 rechazó presentarse–, pero será un gesto político que difícilmente podrá plasmarse en una votación ganadora. Illa será seguramente un muy efectivo líder de la oposición en el Parlament los próximos cuatro años.

"Illa ha conseguido recuperar la ilusión de sus votantes, pero esta vez el final será diferente al de Maragall"

Esta situación sitúa el foco en el líder de ERC, Pere Aragonès, que tiene muchas opciones de ser el próximo president. En su caso, la aritmética dice que podría elegir socio –o Junts o una alianza de izquierdas– pero la realidad política catalana hace mucho más factible la primera opción que la segunda. 

Quedan semanas de una dura negociación, en las que el Gobierno central tendrá, por activa o por pasiva, un papel protagonista.

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