Entrevista

Silvia Marsó: "Mi sonrisa es natural y surge de la ilusión, más que del deseo de agradar"

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista con Silvia Marsó
Silvia Marsó en la azotea del Teatro Pavón, donde interpreta una obra de Oscar Wilde.
Jorge París
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista con Silvia Marsó

Nos encontramos con la actriz y cantante Silvia Marsó en la azotea del Teatro Pavón, una tarde en la que el cielo amenazaba tormenta, pero respetó nuestra sesión de fotos. Unos metros más abajo, se alza una "carpintería teatral perfecta", como ella define la comedia de Oscar Wilde, La importancia de llamarse Ernesto

Un luminoso salón del elegante barrio londinense de Mayfair, es el escenario de un sofisticado enredo amoroso que, poco a poco, acaba poblándose de plantas frondosas y refrescantes notas musicales.

La obra se estrenó en Londres en febrero de 1895, pero a los pocos meses tuvo que interrumpir las funciones ya que el autor fue encarcelado. De aquellas circunstancias, de los proyectos que mueve ahora esta polifacética actriz, y hasta del modo en que el teatro de García Lorca influye en los embarazos, charlamos con Silvia Marsó. Completan el reparto de esta exitosa obra Pablo Rivero, Júlia Molins, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió, todos dirigidos por David Selvas.

¿Qué destacaría de esta función, llena de música y humor elegante? La frescura, lo insólito de las escenas y cómo están dirigidas, la implicación de todos mis compañeros, porque es muy coral y están todos magníficos. ¡Yo me los como en el escenario a todos cada día! (ríe). También la manera tan sutil en que se ha introducido la música en directo. No se pretende en absoluto que sea un musical, pero tocar instrumentos y cantar en directo le da una magia y unos matices muy interesantes.

Aquí hay que citar a la jovencísima compositora y actriz, Paula Jornet.¡Es que cuando la compuso tenía 22 años! Es un talento esta chica. 

Silvia Marsó interpreta a Lady Bracknell en 'La importancia de llamarse Ernesto', de Oscar Wilde.
Silvia Marsó interpreta a Lady Bracknell en 'La importancia de llamarse Ernesto', de Oscar Wilde.
Felipe Mena

¿Cómo se lleva con Lady Bracknell, su personaje?Muy bien porque me encanta (ríe). Es un personaje muy bien escrito por Oscar Wilde. Es la que hace que todo cambie y se tergiverse. Cuando ella aparece es un volcán, una hecatombe. Todo gira en torno a ella, porque mientras dice una cosa, piensa en otra y planea una tercera. Nada de lo que dice es porque sí. No tiene ninguna espontaneidad; es todo manipulación y además de una manera muy cómica.

Un bombón de personaje, vaya.Es un bombón, sí. Tiene alguna escena en que la gente la ve aparecer y todo el mundo ríe y se pregunta ¿a ver qué va a hacer ahora? (risas). 

"Oscar Wilde defendía que la única manera de ser feliz en la vida es siendo auténtico, honesto consigo mismo"

¿El humor de Oscar Wilde penetra en las raíces de la sociedad aristocrática británica?Era un superdotado, con un humor mordaz, inteligente, muy cáustico y lúcido. El público se parte de risa porque reconoce a los seres humanos que están en el escenario con todas sus ruindades, sus inseguridades, sus luchas internas. Se siente absolutamente identificado. Creo que lo que Oscar Wilde pretendía con esta obra era que cada uno sea como siente que tiene que ser. Apoyar la autenticidad de cada individuo. Los personajes están aprisionados por la moral, los convencionalismos y las reglas sociales. No son libres, no pueden elegir por sí mismos. Oscar Wilde estaba retratando una ruptura generacional cuando se estrenó la obra en 1895. La única manera de ser feliz en la vida es ser auténtico, honesto; ser tú mismo. De ahí el juego de palabras del título, entre Ernest y 'earnest', que significa honesto, serio. En la traducción se pierde, claro.

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista con Silvia Marsó
Silvia Marsó en la azotea del Teatro Pavón, antes de la entrevista con 20minutos.
Jorge París

¿Como los personajes de esta comedia, a veces tenemos que buscar excusas, pequeñas mentiras para respirar un poco?Claro, de eso habla también; de cómo nos tenemos que inventar lo que no somos en una sociedad que nos oprime. Te tienes que autoinventar para ser libre. Cada personaje tiene un 'alter ego', que no existe, para poder irse de parranda y vivir la vida.

¿Cree que algunos aspectos de aquella sociedad perviven en el siglo XXI?Totalmente. De hecho, David Selvas, el director, no ha tocado casi nada del texto ni ha quitado ninguna escena. Es bastante fiel a la versión original, pero le ha otorgado, con su dirección y las incorporaciones musicales, una contemporaneidad insólita que cuadra muy bien con la historia original.

Tiene escenas desternillantes.¡Es muy divertida! Los críticos de la época dijeron, y también se ha dicho en el siglo XX, que es la obra más divertida de Oscar Wilde. Es la primera gran comedia con una carpintería teatral perfecta, donde todas las frases y los gags entran de una manera apoteósica. Además, nos estamos riendo de nosotros mismos.

Elenco completo de 'La importancia de llamarse Ernesto', que llega al Teatro Pavón dirigida por David Selvas.
'La importancia de llamarse Ernesto' es una producción de Teatre Nacional de Catalunya, La Brutal y Bitò Produccions.
Felipe Mena

¿La mentira es ineludible en nuestras relaciones sociales?Después de leer mucho sobre esta obra, creo que Oscar Wilde piensa que la mentira no cuadra; que para poder vivir feliz y ser una persona íntegra, tienes que escucharte a ti mismo y ser sincero. Ya está.

Él practicó esa integridad y así le fue: acabó en la cárcel.Sí, por su sentido de la libertad, de la autenticidad; por su homosexualidad; por burlarse de todo lo establecido de una manera inteligente. Eso le costó tener muchos haters que iban a por él.

Wilde apostaba por tratar lo intrascendente con seriedad y lo serio con frivolidad. ¿No parece mala ecuación?Tiene frases maravillosas, para enmarcar. Era brillante. Esta comedia obtuvo un éxito brutal, se hizo en toda Europa y se sigue representando. Es una comedia eterna.

"Siempre me ha gustado el jazz y el blues, y cuando me escucharon cantar me dijeron que tenía voz de negra"

Echando un vistazo a otros proyectos en los que anda embarcada, Blues & Roots es uno de los últimos, donde además canta. ¿De dónde le viene esa querencia por la tradición musical norteamericana?Bueno, siempre me ha gustado el jazz y, sobre todo, el blues. Esto surgió cuando me invitaron a participar en Tu cara me suena, para hacer una imitación de Luz Casal, de su época rockera. Del Toro Blues Band, que son unos músicos increíbles, me dijeron: "¡Pero si tienes voz de negra!". Me animaron a participar en alguno de sus conciertos y hubo tan buena química que decidimos hacer algo juntos. Hemos creado este espectáculo multidisciplinar, con audiovisual, poesía, humor, música en directo, personajes, monólogos y diálogos, y seguimos de gira por España.

Hay incluso un homenaje a Lorca, a su Poeta en Nueva York, quien ya vio una vinculación importante entre el blues y el flamenco.
Todas las músicas que parten de la lucha por la justicia y la libertad, como el flamenco, el tango o el blues, tienen una parte de dolor. Como actriz me gustan esos tres géneros porque tienen emoción y luchan por algo más bello. Entroncar a Lorca en nuestro espectáculo fue idea mía, porque el poema El rey de Harlem nunca se había musicado, cuando prácticamente todo el libro Poeta en Nueva York se ha adaptado al pop, al flamenco, a la salsa e incluso al son cubano. Yo creo que cuando Lorca lo escribió estaba pensando en clave de blues, porque él estuvo en Harlem y conocía a los negros que cantaban en los suburbios.

Varela producciones, la compañía de teatro social de la actriz Blanca Marsillach, ha lanzado un vídeo bajo el hashtag #eresmasfuertedeloquecrees, protagonizado por la propia Marsillach y Nacho Guerreros, así como por los bailarines Jaime Polo y Laura Izquierdo.Posteriormente, otro vídeo ha dado continuidad al mensaje contando con la presencia de Silvia Marsó, Lydia Bosch, José Coronado, Carol Rovira, Cayetana Guillén Cuervo, Eloy Azorín, Plácido Domingo, Luisa Martín, Juanjo Artero, Ricardo Gómez, Victor Ullate, María Sampietro, Mónica Pont, Fernando Guillén Cuervo, Eva Isanta y Blanca Marsillach, en el que repiten el mismo lema.

Silvia Cartañá Ortega (Silvia Marsó), actriz, cantante y productora.

  • Barcelona, 1963.
Ha desarrollado todos los géneros, estilos y disciplinas, tanto en teatro, como en el medio audiovisual. Ha interpretado más de 100 personajes, en 22 películas, 28 series y 22 obras teatrales, recibiendo 15 premios y nominaciones. Ha frecuentado comedia, drama, tragedia, musicales, verso clásico y clown. Ha trabajado con directores como Ignacio García, Andres Lima, Xavier Albertí, Natalia Menéndez, Amelia Ochandiano, Narros, Marsillach, Peris Mencheta, Perez de la Fuente, Jaime Chávarri, Francisco Vidal, Esteve Ferrer, etc. Ha protagonizando obras como 'El gran mercado del mundo', 'El zoo de cristal', 'Yerma', 'Doña Rosita la soltera', 'Casa de muñecas', 'Tres versiones de la vida', 'Aquí no paga nadie' o 'La gran sultana'.

¿De dónde viene su facilidad para cantar y bailar?Un actor tiene que estar preparado. Yo empecé con veinte años a estudiar bel canto con Inés Rivadeneira, que era de las mejores maestras que han existido en España. Ya murió, pobrecita. Estuve más de veinticinco años estudiando con ella, y aunque no me he dedicado a cantar, tengo la preparación técnica para afrontar cualquier estilo que me pidan como actriz.

¿Y cómo lleva su faceta de productora?Yo produzco para hacer las cosas que no suelen hacerse, es decir, adaptar una novela de Stefan Zweig o un espectáculo musical como Blues & Roots. Cuando veo algo distinto, innovador, entonces me atrevo a producir y me implico porque es una apuesta mía.

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista con Silvia Marsó
Silvia Marsó interpreta en el Teatro Pavón a Oscar Wilde con aires musicales 'indie'. 
Jorge París
"Llevo toda mi vida siendo actriz pero me resulta más fácil cantar que actuar"

¿Qué sensaciones diferentes produce salir al escenario a cantar, o interpretar una obra como la que ahora llega al Pavón?La interpretación parte de una verdad que tienes que transmitir, y de un subtexto. A mí no me cuesta nada cantar. La música me lleva. Es curioso, porque llevo toda mi vida siendo actriz y creo que me resulta más fácil cantar que interpretar, pero, como a mí me gusta el más difícil todavía, sigo insistiendo como actriz haciendo textos difíciles. Ahora, por ejemplo, acabo de estrenar Claveles.

Era mi próxima pregunta. ¿Cómo es esa apuesta por Claveles?
Lo acabamos de estrenar en Toledo. Se cumplen 50 años de la Revolución de los Claveles, que fue tan bonita, sin un muerto. Es el encuentro de unos amigos españoles que fueron a Portugal en esa época, de adolescentes, y después dejaron de verse. 50 años más tarde se reencuentran. Tiene su parte de humor y tiene sus partes profundas, como la vida misma. Habla de la falta de ideología, de la falta de esperanza, de política también, aunque puede servir para gentes de todas las ideologías.

"Las redes sociales están haciendo mucho daño porque anulan la capacidad de análisis, de sentido crítico. Todo va tan rápido que no se profundiza en ningún tema"

En la presentación de estos Claveles hablaba de la importancia de la juventud como motor de la sociedad. ¿Cómo ve a la juventud actual?Siento que están poco implicados. Están un poco dispersos con otras cosas. Creo que las redes sociales están haciendo mucho daño porque, aunque son necesarias para divulgar o como entretenimiento, están quitándole a las nuevas generaciones la capacidad de análisis, de sentido crítico. Es tan rápido todo que no se profundiza en ningún tema; se va solapando todo y es infinito. Se vive un poco superficialmente y creo que es el grave problema que vamos a percibir en las nuevas generaciones.

Hablando de juventud, hay un video de cuando empezó en Un, dos, tres, donde Chicho Ibáñez Serrador le mete una bronca delante de todo el público. ¿Era tan exigente Chicho?Pues era duro, muy duro y muy exigente. Era un gran profesional, un maestro, pero es verdad que hoy en día esto no se puede hacer. Hemos evolucionado. Yo era una niña, tenía 18 años, y estoy ahí con cara de miedo porque me echó la bronca delante de todo el mundo. Guardo un gran recuerdo de Chicho y lloré muchísimo cuando murió, pero es verdad que tenía un nivel de exigencia un poco tiránico.

Seguro que a Mayra Gómez Kemp no le hacía eso.No, a ella la trataba fenomenal (risas).

"Una amiga íntima dejó su carrera de actriz por el acoso que sufría. Yo tuve la suerte de ser popular desde muy jovencita y no se atrevían"

Hace poco se ha denunciado un caso de presuntos abusos sexuales en el entorno teatral. Usted ha confesado conocer a algunas compañeras que habían vivido algo similar, hace años. ¿Cómo afectó eso a sus carreras?Tengo una amiga íntima que dejó su carrera de actriz por el acoso que sufría, y se dedicó al periodismo. Yo tuve la suerte de que fui popular y conocida desde muy jovencita, y entonces no se atrevían a insinuarme cosas, pero amigas mías que no habían hecho televisión sí lo sufrieron y es horrible. Ha ocurrido siempre y las mujeres nos hemos defendido, pero a veces hemos tenido que renunciar a trabajos.

Todavía sigue existiendo hoy en día el miedo a dar la cara, porque se juegan su carrera.Individualmente, no se atreve nadie y por eso se hace en grupo. Tengo que decir que la Unión de Actores tiene un departamento específico para ayudar a la gente que sufre este tipo de acoso. Ahora mismo ya no se va a permitir. Todo esto está cambiando. No se puede tolerar.

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Entrevista con Silvia Marsó
Silvia Marsó estará en el Teatro Pavón hasta el 30 de junio con una obra de Oscar Wilde.
Jorge París

Será importante llamarse Ernesto, es decir, ser una persona honesta y seria, pero viendo su alegría habría que reivindicar la importancia de una sonrisa.Es que yo no me doy cuenta (ríe). Es algo innato en mí, yo no lo busco. Mi hijo lo ha heredado porque también sonríe mucho. Tiene mucho valor la sonrisa, pero es que nos sale natural. Son las ganas de estar, de vivir. Tiene más que ver con la ilusión que con las ganas de agradar. Llevo 45 años como actriz, ¿te puedes creer que sigo teniendo la misma ilusión que cuando empecé?

Bueno, hace poco me decía algo parecido Anabel Alonso: se veía con las mismas ganas que cuando empezó.Lo que le pasa a Anabel Alonso es lo que me pasa a mí, y lo que le pasaba a Concha Velasco, que le brillaban los ojos cuando interpretaba o hablaba de sus proyectos. Yo he conocido a Aurora Redondo, que murió con 96 años y seguía vibrando con esta profesión. Le pasa a los músicos, a los cantantes, a los bailarines, lo que ocurre es que un bailarín tiene menos tiempo, pero nosotros podemos ser actores con 90 años. Mira Anthony Hopkins, que ha interpretado El Padre y José María Pou, que no tiene noventa años pero está estupendo. Tú ves a esos pedazos de actores que no se quieren jubilar y es maravilloso. ¡A mí eso me da la vida!

¿El contacto con el público y la expresión artística será lo que producirá esa plenitud?Sí, yo creo que eso nos nutre espiritualmente. Fíjate, La importancia de llamarse Ernesto es normal que dé alegría, porque me lo paso muy bien haciéndolo con mis compañeros. ¡Es que les veo y me los como con patatas fritas! Pero, por ejemplo, en Claveles con Abel Folk discutimos muchísimo en la obra. Es casi un combate dialéctico, a veces un poco violento, pero también lo disfrutas porque estás entregado ahí en cuerpo y alma.

Silvia Marsó en el Teatro Bellas Artes (1998), interpretando 'Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores', de Federico García Lorca.
Silvia Marsó en el Teatro Bellas Artes (1998), interpretando 'Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores', de Federico García Lorca.
Daniel Alonso (CDAEM)
"Mi hijo lloraba todos los días a las ocho de la tarde, y es porque a esa hora interpretaba un monólogo muy doloroso de Lorca cuando estaba embarazada"

Sí, ¿pero el cuerpo notará cuando se interpreta algo tremendo, a diferencia de hacer una comedia?Te voy a contar una anécdota: Cuando llevaba un tiempo haciendo Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, me quedé embarazada, y así llegué a las últimas representaciones. Después de esa gira me di cuenta de que a las ocho de la tarde mi hijo lloraba desconsoladamente. ¡Todos los días a las ocho de la tarde! Calculando, es la misma hora en que yo hacía el monólogo del tercer acto, que es el más doloroso que tiene doña Rosita. Es verdad que el cuerpo se resiente. 

Espero que siga luciendo siempre esa sonrisa tan de verdad.¡Muchas gracias!

Mostrar comentarios

Códigos Descuento