Los gatos angora de Turquía, rigurosamente protegidos por el gobierno, ven crecer su población

  • En Van Cat Villa hay numerosas salas para los gatos que viven dentro, incluida una piscina para nadar.
Van Cat Research and Application Center abrió sus puertas en 1992 con 30 gatos. Actualmente superan los 300 ejemplares adultos y numerosas camadas.
Van Cat Research and Application Center abrió sus puertas en 1992 con 30 gatos. Actualmente superan los 300 ejemplares adultos y numerosas camadas.
Francesco Bini / CC BY-SA 4.0 DEED
Van Cat Research and Application Center abrió sus puertas en 1992 con 30 gatos. Actualmente superan los 300 ejemplares adultos y numerosas camadas.

En 1992, Turquía emprendió un programa de recuperación y reproducción de una de sus razas felinas autóctonas más emblemáticas: el gato angora, conocido en el país como ‘van kedisi’.

Estos felinos, que son un símbolo nacional, habían habían sufrido una explotación indiscriminada por parte de turistas que se los llevaban a sus hogares y por las asociaciones felinas modernas, quienes cruzaron a los angoras puros con otras razas, como los persas, buscando una estética que respondiera a sus preferencias. Cuando los turcos se dieron cuenta, los gatos angora tradicionales estaban en grave peligro de extinción.

Un plan de recuperación muy restrictivo

La Universidad Yüzüncü Yıl se puso al frente de Van Cat Research and Application Center, que inició su andadura en el año 1992 con 30 ejemplares. Aparte de la creación del centro, el gobierno turco declaró al gato angora patrimonio nacional en el Boletín Oficial del Estado del 2006. Ese mismo año, el gato angora también fue incluido en la Lista Roja Nacional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como especie en peligro de extinción.

Para el año 2014, la población de felinos en el centro conocido como Van Cat Villa ya alcanzaba los 144 ejemplares. Cada uno de los gatos en el centro cuenta con un microchip y un código de identificación únicos. Su venta y donación están estrictamente prohibidas.

En las instalaciones de la villa, mantienen a los machos y a las hembras separados. Las gatas preñadas son retiradas a una estancia más segura, donde se quedan hasta que los gatitos alcanzan los dos meses y medio de lactancia materna. Ante la afinidad que los angora poseen con el agua, el centro cuenta con una piscina como parte de la estimulación ambiental para los felinos.

Autorización del Ministerio de Agricultura

Las medidas y restricciones implantadas han dado sus frutos. En 2024, solo en la primera temporada de reproducción, han nacido 65 gatitos. El profesor Abdullah Kaya, director del programa y del centro de investigación, atribuye este excelente número de camadas, en comparación con el año anterior, a una mejora en la selección genética y a la calidad de la atención brindada por el equipo: "Se ha observado un aumento considerable en las tasas de natalidad en comparación con el año anterior. La cantidad de crías ha mostrado un incremento significativo, con 25 gatas dando a luz a 65 gatitos". El año pasado, en total, nacieron 145 gatos, cifra que se espera superar con creces este 2024 ante un comienzo tan prometedor.

La universidad creó un banco de esperma y estableció tres temporadas anuales de control reproductivo gestionadas con extrema dedicación. Van Cat Villa se encuentra abierto al público todos los días y ya ha superado la cifra de 300 ejemplares adultos viviendo en sus instalaciones. Ante estos resultados tan positivos, el Ministerio de Agricultura turco ha abierto la posibilidad, tras décadas de restricción, de que las personas puedan adquirir un angora, siempre que cumplan con un proceso de solicitud específico.

Las solicitudes aceptadas reciben a uno de los angoras junto con un ‘certificado sanitario internacional’. Estos gatos cedidos están registrados en el centro de investigación con su nombre, sexo, color de ojos, fecha de nacimiento, características de la cola, marcas corporales, resultado de la prueba auditiva y su número de microchip. Además, las familias que adopten a un angora deben aceptar mantener un vínculo con el centro para que este pueda realizar un seguimiento adecuado.

Abdullah Kaya enfatiza que el objetivo del centro no es simplemente producir más gatitos, sino asegurar la creación de un acervo genético sano que se ajuste a la forma original de la raza autóctona. Como resultado, el experto afirma que "estamos viendo que la conciencia está aumentando dentro del país y nuestro programa es muy valioso. El número de visitantes aumenta cada día".

El profesor no exagera. En 2023, el centro ha recibido una media de 500 visitas locales al día, a las que se suman otras 2.000 visitas, entre locales y extranjeros, cada fin de semana. Esto ha convertido al gato angora y a Van Cat Villa en un icono turístico, que ya está incluido en algunos recorridos.

El centro se encuentra abierto todos los días al público y las visitas son cada vez más numerosas.
El centro se encuentra abierto todos los días al público y las visitas son cada vez más numerosas.
Francesco Bini / CC BY-SA 4.0 DEED
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