Tres mujeres, diagnosticadas con VIH después de realizarse un 'tratamiento facial vampiro' en una clínica no autorizada

En España la edad media de acceso a los tratamientos estéticos ha pasado de los 35 a los 20 años en 2021.
Una mujer recibiendo un tratamiento facial.
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En España la edad media de acceso a los tratamientos estéticos ha pasado de los 35 a los 20 años en 2021.

Tres mujeres han sido diagnosticadas con VIH tras haber recibido un 'tratamiento facial vampiro' en 2018 en una clínica no autorizada de Nuevo México, siendo los primeros casos de transmisión del virus a través de un procedimiento cosmético con agujas, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.

La investigación comenzó en 2018 cuando una mujer, de entre 40 y 50 años, dio positivo en la prueba del VIH mientras estaba en el extranjero. La afectada aseguró que no tenía antecedentes de uso de drogas inyectables ni de transfusiones de sangre recientes, así como tampoco tuvo ninguna relación sexual reciente con nadie más que su pareja. Sin embargo, sí informó de que se había hecho un tratamiento facial en Nuevo México.

Así, los CDC investigó al centro, que proporcionaba otros servicios de inyección como Botox, y comprobó que no tenía licencia y que ofrecía "múltiples prácticas inseguras de control de infecciones". Los trabajadores reutilizaban equipos desechables destinados a un solo uso, usaban "tubos de sangre e inyectables médicos sin etiquetar" que estaban almacenados en el refrigerador de la cocina junto a los alimentos y "jeringas sin envolver" esparcidas en cajones y mostradores.

En este caso, la mujer se había sometido a un 'facial de vampiro', un procedimiento de microagujas con plasma rico en plaquetas (PRP). Esta técnica consiste en extraerle sangre a un paciente, centrifugarla para separar sus componentes y utilizar el plasma para inyectarlo en el rostro y así rejuvenecer la piel. Se dice que el procedimiento ayuda a reparar la barrera de la piel al estimular la producción de nuevo colágeno y elastina, lo que puede reducir la aparición de arrugas y cicatrices de acné.

En este sentido, los CDC identificaron al menos a una cliente que había dado positivo en la prueba del VIH antes de visitar la cínica, por lo que llegaron a la conclusión de que se habían realizado malas prácticas. El centro cerró después de que se iniciara la investigación por parte del departamento de salud del estado y su propietario fue enviada a prisión por ejercer la medicina sin licencia.

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