Víctor y Alba, educadores caninos: "Hay muy pocos perros con problemas para lo poco que respetamos sus necesidades"

Víctor Padilla y Alba Fernández, educadores caninos de la escuela Olfateando el mundo.
Víctor Padilla y Alba Fernández, educadores caninos de la escuela 'Olfateando el mundo', junto a sus perros.
OLFATEANDO EL MUNDO
Víctor Padilla y Alba Fernández, educadores caninos de la escuela Olfateando el mundo.

En una sociedad donde los animales cada vez cobran más importancia, es lógico que también vaya en aumento el interés por entenderles y el deseo de proporcionarles los mejores cuidados, algo que, en los últimos años, ha estado muy presenten en el ámbito canino.

El sector de los perros es, sin duda, uno de los relacionados con las mascotas que más ha crecido. Desde que el Gobierno reconoció legalmente a nuestros compañeros de cuatro patas como seres sintientes, cada vez son más las personas que se paran a pensar si están proporcionando a sus perros los cuidados necesarios.

Al menos así lo consideran Víctor Padilla y Alba Fernández, educadores caninos y fundadores de la escuela 'Olfateando el mundo', que llevan desde 2019 dedicándose a la educación canina y han visto cómo en los últimos años cada vez hay más tutores interesados por el bienestar de sus compañeros.

"Cada vez hay más consciencia y preocupación por el bienestar de nuestros perros", afirman. "Aún queda mucho por avanzar, porque todavía muchos buscan la pauta mágica que solucione los problemas en lugar de trabajar en entenderles, pero cada vez tenemos más personas que, con su primer perro, quieren entenderles de verdad".

Padilla y Fernández han sentido predilección por el mundo del perro desde siembre aunque su historia no ha sido la misma: Alba ha convivido toda su vida con perros y ha ejercido de veterinaria, mientras que Víctor no pudo convivir con uno hasta que se independizó.

"En 2018, cuando llegaron a nuestra vida Pantera y Lupita, entendimos que el mundo del perro iba mucho más allá de lo que se ha hecho toda la vida y lo que nos muestras programas televisivos", cuentan. "Pantera llegó a nosotros en un momento en el que éramos cuidadores".

Según relatan los fundadores de 'Olfateando el mundo', el antiguo dueño de la perra acudía a ellos cuatro o cinco días a la semana, lo que suponía un estrés muy grande para ella. "En poco tiempo dejó de comer, tenía mucho miedo e incluso llegó a dejar de ver", relatan los ahora educadores. "Fue ahí cuando su tutor decidió darla en adopción ya que no podía ofrecerle una calidad de vida adecuada y nos la quedamos".

Queríamos cambiar la forma que tenemos de educar a nuestros perros, que se pasase de la educación tradicional a una educación basada en la empatía real

"Entonces contratamos a una educadora que nos enseñó un poco sobre su comunicación y dio pautas para que mejorara", agrega. "En cuestión de dos semanas todo cambió y empezó a volver a ser la que era, tan solo entendiéndola un poco mejor y respetando sus tiempos".

Aquella experiencia abrió los ojos a Víctor y Alba, quienes sintieron la necesidad de transmitir todos los conocimientos que iban adquiriendo sobre los perros, con el objetivo de que hubiera más perros entendidos y familias felices.

"Queríamos cambiar la forma que tenemos de relacionarnos y educar a nuestros perros", agregan. "Que se pasase del autoritarismo y la educación tradicional a una educación basada en la empatía real y en una relación bidireccional en la que los perros se entienden y atienden, mientras que las personas saben qué hacer más allá de buscar pautas mágicas".

Una buena relación igual a una buena educación

Para Víctor y Alba una buena relación entre perros y personas se basa en la empatía. "Hay que entender qué es un perro en base a su etología y buscar el equilibrio entre su naturaleza y el mundo de los humanos en el que vives", explican.

"Para empezar a buscar ese equilibrio, algo que trabajamos mucho con las familias son las expectativas que se forman en la convivencia con sus perros", detallan. "El perro perfecto no existe y cada uno es un individuo distinto a otro al que debemos entender y saber interpretar".

Si tenemos esta base clara, para conseguir una relación sana con nuestro perro lo primero que debemos hacer es entender el motivo de todo lo que hace nuestro perro, según los educadores. "Por ejemplo, si un perro reacciona, destroza o huye... todo es siempre por una razón", aseguran.

Si un perro deja de reaccionar porque le pones un collar determinado, el motivo por el que lo hace es el miedo a las consecuencias

"Debemos de dejar de pensar en premios y castigos o en correcciones para pasar a entender y preguntarnos el por qué de todo lo que hace nuestro perro", añaden. "Y para mejorar cualquier problema de gestión emocional, la base será exponer al perro a situaciones que entren dentro de su capacidad de gestión y, poco a poco, ir aumentando".

En este sentido, los educadores rechazan cualquier tipo de herramienta que requiera intimidación, dolor o malestar al animal. "Si un perro deja de reaccionar porque le pones un collar determinado, el único motivo por el que lo hace es el miedo a las consecuencias, no porque esté gestionando sus emociones", defienden.

"A medio plazo, si cohíbes a un perro para que no haga un determinado comportamiento, siempre va a volver con más intensidad o saldrá por otros lugares, ya que los niveles de estrés y malestar que provoca este tipo de situaciones, permanecen", advierten.

Unos conocimientos mínimos siempre vienen bien

No obstante, a pesar de que cada vez más personas se adentran en el mundo de la comunicación canina para entender mejor a sus perros, todavía hay muchas asignaturas pendientes como tutores responsables. "A nosotros los que más nos llegan son problemas de reactividad canina, ansiedad por separación, miedos y perros jóvenes muy intensos", enumeran los educadores.

"Todos los problemas tienen lo suyo y cada uno de ellos tiene sus puntos buenos y malos para mejorarlos, pero lo que tienen en común es que todos vienen de un componente emocional grande lo que muchas veces deriva en más de un problema", detallan Padilla y Fernández.

Más allá de querer solucionar los problemas concretos que tienen los perros, los fundadores de 'Olfateando el mundo' consideran que "todos las personas que conviven con perros deberían aprender unas nociones básicas sobre comunicación, gestión emocional, razas y etapas de la vida, entre otros, para poder tener una imagen de qué esperar y qué no de su perro".

Alba Fernández, educadora canina en 'Olfateando el mundo'.
Alba Fernández, educadora canina en 'Olfateando el mundo'.
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"Es una raza totalmente diferente a la nuestra y saber interpretar las situaciones en el día a día nos puede ayudar a evitar que surjan problemas futuros", agrega. "De hecho, hay muy pocos perros con problemas para lo mal que lo hacemos con ellos y lo poco que respetamos sus necesidades".

Concretamente, Padilla y Fernández se refieren a que, en muchos casos, "los perros están expuestos a un entorno y a unas situaciones diarias que no pueden gestionar". "Es muy frecuente ver, por ejemplo, a perros con correas de menos de un metro siendo tironeados en entornos de ciudad, abarrotados de estímulos".

"También perros con pánico en mitad de una ciudad donde no son respetados cuando están pidiendo a gritos más distancia y tiempo para gestionar todo lo que tienen a su alrededor", ejemplifican. "O perros en los pipican que parece que están jugando pero, en el fondo, están tratando de gestionar situaciones y perros con los que no les apetece estar".

Todo este tipo de situaciones son algunos de los errores a los que llegamos por no entender de verdad a nuestros perros y saber que tienen un problema antes de que éste sea demasiado evidente. "Un ejemplo claro de esto es cuando un perro reacciona a otros perros porque ya siente que no puede hacer otra cosa más que eso", concluyen.

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