Cómo es la convivencia con perros mayores: "La energía baja, no hacen tantas locuras y eso nos hace ver lo rápido que pasa el tiempo"

Cuando haga las cosas bien, puedes reforzarle con recompensas y así tendrás un perro feliz y seguro de sí mismo, que sabrá cómo actuar en la mayoría de situaciones.
Un perro sénior.
Pixabay/Lepale
Cuando haga las cosas bien, puedes reforzarle con recompensas y así tendrás un perro feliz y seguro de sí mismo, que sabrá cómo actuar en la mayoría de situaciones.

Cualquiera que conviva con animales estará de acuerdo en que nuestros perros, gatos y demás mascotas viven muy poco. La esperanza media de vida de un perro está entre los diez y los trece años por lo que, aquellos que decidimos compartir nuestra vida con ellos, sabemos que lo más probable es que un día tengamos que despedirnos.

La vida de un perro pasa por diferentes etapas: desde que son cachorros hasta que se hacen senior, pasando por la adultez y, a pesar de que en internet hay muchísima información sobre estos animales, la realidad es que cuando se trata de cuidados y adaptaciones en la etapa senior, empieza a escasear.

Según Alba Fernández y Víctor Padilla, educadores caninos de Olfateando El Mundo, en esta etapa "aparentemente ya nos hemos hecho a ellos y ellos a nosotros, por lo que está más en calma". "Es por ello que no existen tantos libros e información al respecto", agregan.

No obstante, esto no quiere decir que ya hayamos hecho todo lo que había que hacer con nuestros perros, ya que en esta etapa de su vida todavía hay muchos aspectos a tener en cuenta. "La falta de información hace sentir a muchos de nosotros cierta soledad con nuestros perros", comentan los educadores caninos. "Vemos que la energía baja, que no hacen tantas locuras, que les empiezan a salir canitas... eso nos hace darnos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo".

Los principales temas que debemos tener en cuenta cuando nuestro perro llega a esta etapa son "las enfermedades, los dolores, posibles cambios en su comportamiento, problema de movilidad y las adaptaciones necesarias que debamos hacer en el hogar a consecuencia de esto", enumeran Fernández y Padilla.

"Generalizando, un perro senior se considera como tal a partir de los siete años, no obstante, depende de diferentes factores como la raza, el tamaño, el tipo de alimentación y la calidad de vida que lleve, entre otros", expresan.

En este sentido, los expertos en conducta canina comentan que los perros de tamaño grande llegan antes a la etapa senior, ya que su esperanza de vida es más baja, mientras que los perros de tamaño viven unos cuantos años más y, por tanto, son considerados senior más tarde. "Digamos que la etapa senior es aproximadamente un poco por encima de la mitad de su esperanza de vida", añaden.

La vida del perro senior

"Lo primero que debemos aceptar es que nuestro perro ya no tiene dos años que, aunque parece algo lógico, en nuestra experiencia muchas veces no hacemos ese cambio en la forma de ver a nuestros perros", comentan los educadores. 

¿Esto qué quiere decir? Que la vitalidad de nuestro compañero de cuatro patas desciende. "Bajan las ganas de relacionarse con el resto de perros, puede ser que se pierdan capacidades sensoriales (sobre todo la vista y el oído), algo que puede generarles mayor inseguridad y miedos", expresan Fernández y Padilla.

"Esto puede llevar a que esté más gruñón con otros perros o que reaccione más", agregan. "En definitiva, cambia su forma de ver la vida y también de disfrutarla (tanto su vida social y exterior, como su vida hogareña)".

¿Y qué podemos hacer nosotros para hacerles más fácil esta nueva forma de relacionarse y de vivir? Fernández y Padilla siempre dicen que "hay que buscar el equilibrio en todo". "Lo que no se mueve, se muere y es que, cuando nuestro perro empieza a cumplir años, es imprescindible que adaptemos la actividad física a su nueva capacidad", argumentan.

"No es saludable darle una ruta de cuatro horas si al día siguiente o la misma tarde está renqueando y ves que le ha pasado factura", añaden los expertos. "Pero por otro lado, tampoco es sano para nuestro perro mayor tan solo pasearle diez minutos al día, ya que cada vez se meterá más en su 'mundo yayo'".

Por este motivo, los educadores recuerdan que los paseos no solo son caminar, sino que también son "ver el exterior, explorar, conocer y estimular la menta".

No obstante, los cambios no solo se van a dar en el exterior, durante los paseos, dentro de la casa también tendremos que adaptarnos (aunque dependerá mucho del perro y sus dolencias físicas o pérdidas sensoriales. "Uno de los puntos más importantes para nosotros es, sin duda, el lugar donde va a dormir", apuntan los educadores.

"La cama es el elemento más importante y donde va a pasar más tiempo", afirman. "Independientemente de si duerme contigo o en el sofá, el tipo de cama más recomendable para esta edad son las que tienen espuma viscoelástica".

En este sentido, Fernández y Padilla añade que "es importante evitar que duerman en el suelo lo máximo posible". "Sobre todo en las últimas etapas de vida", concluyen.

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