La inflación repunta una décima en abril al 3,3% por la subida en el precio del gas y de los alimentos aunque la subyacente baja al 2,9%

Evolución del IPC en tasa interanual hasta abril de 2024.
Evolución del IPC en tasa interanual hasta abril de 2024.
Henar de Pedro
Evolución del IPC en tasa interanual hasta abril de 2024.

Los precios han acelerado levemente en abril su ritmo de crecimiento. Según los datos provisionales adelantados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación ha repuntado por segundo mes consecutivo a una tasa interanual del 3,3%, debido principalmente a la subida en el precio del gas y de los alimentos. Sin embargo, el indicador subyacente, que excluye del cálculo los precios más volátiles, baja cuatro décimas hasta una tasa interanual del 2,9%, por debajo de la general por primera vez desde finales de 2022.

La inflación sube así una décima con respecto al 3,2% en el que se situó en marzo, según el avance publicado este lunes. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha asegurado que se trata de un dato "muy bueno". Su departamento ha puntualizado en una valoración remitida a los medios de comunicación que la evolución del IPC en abril "se vio afectada por el efecto base, debido al mejor comportamiento de los precios del gas y los alimentos el año pasado", mientras que la electricidad siguió abaratándose.

En esa línea, aunque habrá que esperar hasta mediados de mes para confirmar la estimación y conocer el desglose, el INE achaca el alza al encarecimiento de los alimentos y de la energía. En concreto, apunta a que el grueso de la cesta de la compra habría sufrido una subida de precio mayor a la registrada un año antes. Según el último dato disponible, en marzo la inflación de los alimentos se moderó un punto a una tasa del 4,3%, la más baja desde finales de 2021, pero todavía por encima de la media de la eurozona.

Asimismo, también el gas se habría encarecido con respecto a abril de 2023, en contraste con la caída anotada un año antes, y la electricidad habría bajado menos de lo que lo hizo entonces. La variación en el precio de la luz ha estado detrás de los altibajos registrados por el IPC en los últimos meses. Tras repuntar en el arranque del año al 3,4% por una primera subida en el IVA de la electricidad al 10%, la inflación se moderó en febrero al 2,8%, la tasa interanual más baja en lo que va de año. La retirada total de la bonificación fiscal sobre la luz, que recuperó el tipo del 21%, produjo de nuevo un acelerón de los precios en marzo al 3,2%. 

En cambio, la inflación subyacente sí continúa en abril su senda descendente, encadenando su noveno mes consecutivo a la baja. En concreto, se modera al 2,9%, su tasa más baja desde principios de 2022, aunque por aquel entonces se encontraba inmersa todavía en plena escalada. De hecho, en diciembre de ese año sobrepasó la tasa general y se ha mantenido por encima de ella desde entonces. El indicador subyacente excluye del cálculo el precio de la energía y de los alimentos no elaborados por su alta volatilidad y da cuenta de en qué medida el alza de los precios se ha contagiado al conjunto de la economía. 

"Esto de nuevo es una señal positiva puesto que vamos avanzando en esta moderación progresiva de los precios, tal y como también prevé el propio Banco de España para este año y para el año que viene", ha celebrado Cuerpo este lunes. Tanto el índice general como el subyacente persisten muy alejados de los niveles en los que se situaban hace un año, cuando la inflación general registraba una tasa del 4,1% en abril de 2023 y la subyacente llegaba al 7,5%, justo después de tocar techo. "Esta moderación de precios está siendo compatible con una evolución del crecimiento muy sostenida y muy robusta", ha añadido el ministro. Solo en el último mes, con respecto al nivel de precios registrado en marzo, la inflación general ha crecido un 0,7% y la subyacente, un 0,6%.

Pese al repunte comunicado este lunes, los precios se sitúan cada vez más cerca del redil. El Banco Central Europeo (BCE) vigila de cerca su evolución en España y en el conjunto de la eurozona para decidir el rumbo de la política monetaria. A falta de conocer los datos de abril, España fue en marzo la gran economía de la UE con la tasa de inflación más alta, ya que el dato no superó el 2,5% en Francia, Alemania ni Italia.

Por el momento, el BCE mantiene los tipos de interés en máximos históricos en torno al 4,5%, si bien lleva meses allanando el terreno para iniciar las bajadas y apunta a junio para dar el paso definitivo hacia el cambio de tendencia. El último en pronunciarse en este sentido fue el vicepresidente de la autoridad monetaria, Luis de Guindos, que afirmó la semana pasada que la bajada del precio oficial del dinero en junio "es un hecho consumado", aunque no dio todavía por ganada la batalla contra la inflación. La mayoría de previsiones coinciden en que el IPC crecerá de media en España en torno a un 3% en el conjunto de 2024, todavía por encima del objetivo del 2% al que el BCE pretende devolver los precios.

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