El PNV ha ganado las elecciones y podrá reeditar su Gobierno en coalición con el PSE-EE. Es el principal resumen que se puede hacer de los comicios celebrados este domingo en el País Vasco, pero detrás del escrutinio y todas las cifras que arroja se han podido ver varios datos curiosos en algunos municipios de la región... y en toda la geografía vasca.
Estas elecciones han dejado patente el éxito electoral de Bildu, que ha registrado el mejor resultado electoral de toda su historia. Tanto es así que solo una pequeña distancia de 30.000 votos separó a Bildu de la meta que el PNV cruzó en la noche electoral contra todo pronóstico (la mayoría de los sondeos vaticinaron un ajustado 'sorpasso' de los de Arnaldo Otegi) y que ahora le permiten estrenar a los jeltzales su cuarta legislatura consecutiva al frente de la Lehendakaritza.
El mapa se cambia de color
Lo que antes era una lámina monocolor del PNV, ahora se tiñe de la influencia abertzale después de que Bildu haya arrebatado la hegemonía al PNV en Álava y Guipúzcoa. Y aunque la tercera provincia, Vizcaya, confíe mayoritariamente en Imanol Pradales como lehendakari, hay un denominador común en todas las comarcas: Bildu suma escaños y el PNV los pierde.
Este cambio de color se ha dejado sentir en el empate de escaños a 27 de las dos fuerzas soberanistas, algo que no se había visto nunca. En 2012 les separaban seis escaños, y en 2016 y 2020 la distancia aumentó hasta los diez diputados, comicios que coinciden con la entrada de Podemos en el hemiciclo vasco, que incluso obtuvo más representación que el PSE.
Ahora la brecha se ha cerrado después de que Vizcaya y Guipúzcoa hayan dado cuatro diputados más a Bildu quitando dos al PNV; y Álava haya castigado a los jeltzales con dos escaños menos, que pasan a manos de los abertzales. En definitiva, Bildu sube seis escaños y el PNV resta cuatro. La balanza se iguala y el mapa cambia de color.
La curiosa disparidad del PNV
El resultado del PNV paradójicamente no está siguiendo la concordancia de votos y escaños (a más papeletas, más representación, y viceversa). En estas elecciones los de Pradales han perdido cuatro diputados, pero han anotado una subida en el número de votos de un 5,9%, en gran parte debido a la escasa participación de los comicios de 2020 por la pandemia de la Covid-19.
Por el mismo motivo en aquella cita electoral de hace cuatro años, les ocurrió lo mismo, pero en sentido inverso. Los jeltzales ascendieron en número de escaños (de 28 a 31) aunque registraron una caída en sus votos del 12,1%.
Ganador por solo 1 voto... y un municipio con pleno
En el municipio de Durango el Partido Nacionalista Vasco salió victorioso, pero lo hizo por un solo voto de diferencia de principal rival, EH Bildu. Esta localidad es un ejemplo paradigmático del avance de la izquierda independentista en el País Vasco, ya que en 2020 el PNV le sacaba 1.300 votos de diferencia.
También ha llamado la atención lo ocurrido en el municipio guipuzcoano de Orexa, de 84 habitantes. Allí, los abertzales han conseguido un pleno, ya que todas las personas que han ido a las urnas, 65 votantes, han elegido la papeleta de Bildu.
No sorprende que este episodio se haya producido en Guipúzcoa, ya que Bildu ha roto techo en estas elecciones, con un 37% más de votos que hace cuatro años, gracias en gran medida a la provincia de Guipúzcoa, de donde han sumado 11 diputados, a diferencia de los ocho logrados en Vizcaya y Álava.
Ningún municipio se tiñe de rojo
En estas elecciones de 2024 el Partido Socialista de Euskadi ha recuperado un escaño en Vizcaya y otro en Guipúzcoa, por lo que se certifica una ligera recuperación en las filas encabezadas por Eneko Andueza. Sin embargo, llama la atención que justamente en estos comicios donde los socialistas han obtenido mayor representación y apoyo, el PSE no ha sido la fuerza más votada en ningún municipio, como sí ocurrió las pasadas elecciones donde obtuvieron menos votos.
En la localidad vizcaína de Ermua, en 2020 se votó mayoritariamente a la formación socialista, al igual que ocurrió en 2016 en el municipio guipuzcoano de Lasarte-Oria, donde también salió el PSE como opción favorita. En elecciones pasadas siempre ha habido localidades donde el PSE ha ganado, pero en estas últimas el mapa no registra territorios de color rojo.
El único 'feudo' del PP
Si los socialistas no han conseguido ser la opción favorita en ningún municipio, los 'populares' solo lo han logrado en uno: Laguardia, una localidad situada al sur de la región, en la provincia de Álava. Allí, el PP ha obtenido el 31% de los votos.
Llama la atención que justamente en el municipio con el que hace frontera, Leza, el apoyo al partido de Javier de Andrés caiga hasta el 4%. En cualquier caos, Álava es la principal circunscripción favorable al PP, ya que de los siete escaños logrados, cuatro vienen de esta región. De hecho, el escaño que los 'populares' suman en esta cita con las urnas proviene de esta provincia.
Los tres votos 'disidentes' en el pueblo de Otxandiano
La mayor curiosidad ocurrida en Otxandio, el pueblo natal del candidato de Bildu, Pello Otxandiano, no es el parecido que guarda con su nombre, sino la distribución del voto. El apoyo al aspirante a lehendakari ha sido mayoritario, ya que dos tercios de las papeletas contadas llevaban su nombre.
Pero lo que ha sorprendido es el hecho de que solo un vecino ha votado por la candidatura de Vox, otro ha seleccionado la de PACMA, y un tercero optó por la papeleta de Por Un Mundo + Justo.
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