La máquina de escribir de Nicanor Parra, la tierra del pueblo natal del Nobel Gabriel García Márquez —Aracataca— y las zapatillas de Alicia Alonso, entre un centenar más, podrán verse en una exposición que se inaugura el próximo lunes 22 de abril, en el marco de la Semana Cervantina en la sede del Instituto Cervantes, en Madrid.
La muestra La mayor riqueza. Legados escogidos de la Caja de las Letras podrá visitarse hasta el 16 de junio, y reúne un centenar de legados de la totalidad de los que se custodian en la antigua cámara acorazada de la institución.
Los legados han sido entregados por destacados protagonistas de la cultura de España e Hispanoamérica, que los han ido depositando desde 2007 en alguna de las 1.800 cajas de seguridad del antiguo banco, cuyo edificio, construido en 1918, alberga hoy la sede central del Instituto Cervantes en Madrid. El escritor Francisco Ayala, premio Cervantes 1991, inauguró este ritual cultural.
La misma vitrina que muestra el legado de Ayala, está expresamente dedicada a los premios Cervantes, como Miguel Delibes, Sánchez Ferlosio, la uruguaya Ida Vitale, el nicaragüense Sergio Ramírez, el chileno Jorge Edwards y el último galardonado, Luis Mateo Díez.
Estos depósitos, que nunca han salido de sus cajetines de la Caja de las Letras, se desvelan como símbolos de una vida completa dedicada a la literatura, al arte, a la música, al teatro o a la ciencia.
Los objetos dejados por el escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, la científica Margarita Salas, la poeta nicaragüense Claribel Alegría, Ana María Matute, el cantautor argentino Atahualpa Yupanqui, la escultora Cristina Iglesias, el escritor cubano Leonardo Padura, el músico Cristóbal Halffter, el poeta Joan Margarit y el músico Joaquín Sabina, entre otros, se muestran por primera vez al público fuera de las cajas donde fueron guardados.
Manuscritos, borradores, documentos administrativos, libros nuevos y viejos, plumas, gafas, máquinas de escribir, diplomas, expedientes académicos, recortes de prensa, pruebas de imprenta, cartas, fotografías, dibujos, carpetas, sombreros y vestidos, podrán verse en la sede central del Instituto Cervantes en Madrid.
Este tesoro alberga, por ejemplo, la caja de música y una flauta de la niñez del editor Mario Muchnik; el reloj del hispanista John Elliott, que compró en Suiza a los 16 años con el dinero obtenido por su primer libro; el anillo del padre del bailarín Víctor Ullate...
También la pulsera de latón que el padre de la escritora mexicana Elena Poniatowska llevaba mientras combatía en la Segunda Guerra Mundial.
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