Las autoridades esperan controlar pronto el incendio en Tàrbena, que deja tres bomberos heridos y casi 200 vecinos desalojados

Un helicóptero de los Servicios de Emergencia trabaja en la extinción del incendio de Tárbena
Un helicóptero de los Servicios de Emergencia trabaja en la extinción del incendio de Tárbena.
EFE
Un helicóptero de los Servicios de Emergencia trabaja en la extinción del incendio de Tárbena

Un total de ocho medios aéreos se han incorporado este lunes a las tareas de extinción del incendio desatado en la localidad alicantina de Tàrbena. Las llamas siguen por ahora sin control, han herido a tres bomberos y han provocado el desalojo de casi 200 vecinos de la zona. Ya han ardido, además, un total de 600 hectáreas, pero las autoridades esperan poder controlar pronto el fuego debido a la mejora de las condiciones meteorológicas en las próximas horas. 

Así, lo ha señalado el secretario autonómico de Seguridad y Emergencia de la Consejería de Justicia Interior, Javier Montero, en declaraciones a los medios en el Puesto de Mando Avanzado (PMA). Este ha informado que durante la noche tres bomberos han resultado heridos leves, dos por contusión y golpe y el tercero no se ha concretado. Al respecto, ha explicado que la noche ha sido "menos favorable de lo esperado", pero que se ha trabajado con "mucho esfuerzo" y "sin descanso" por parte de todas las unidades que han colaborado en las los trabajos de extinción. 

En concreto, sobre las 12.00 horas de este lunes, además de los medios aéreos se han incorporado 15 dotaciones de bomberos de la Diputación de Alicante, dos coordinadores forestales, diez unidades de bomberos forestales de la Generalitat, cinco autobombas, equipos de la Unidad Militar de Emergencias, dos unidades de bomberos forestales de Murcia con coordinador, oficial y técnico de seguridad y tres agentes medioambientales. 

Por ello, Montero ha señalado que confían en poder controlar el fuego "lo antes posible" con este nuevo dispositivo. Asimismo, esperan para las próximas horas la mejora de las condiciones meteorológicas, ya que durante esta noche "la inversión térmica" ha dificultado las labores de extinción y esta condición del territorio "ya se ha levantado". 

Asimismo, ha indicado que, aunque es "pronto" para determinar la superficie afectada porque el terreno es "muy escarpado y no permite un cálculo muy exacto", los vuelos de reconocimiento determinan que las hectáreas calcinadas ya son 600, aunque en un principio se llegó a afirmar que habían sido 800. Emergencias, por ahora, no tiene constancia de que se haya quemado ninguna vivienda.

En el mismo sentido, el alcalde de la localidad, Francisco Javier Molines, confía también en que el fuego pueda controlarse pronto debido, entre otros motivos, a que ha amainado el viento. Así, Molines ha declarado que las llamas, aunque continúan avanzando, lo han ido haciendo de forma más lenta en las últimas horas. 

El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha abogado por su parte por "ser cautos" en cuanto al incendio, aunque ha destacado que "la buena noticia" es que ahora mismo saben "qué quiere hacer el fuego": "Se sabe perfectamente lo que se está haciendo, dónde se están reforzando tanto las descargas como los medios de contención, tanto aéreos como terrestres, para evitar su mayor propagación". 

Una quema agrícola, el origen del fuego

Sobre el origen del fuego, la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil parece confirmar que una quema agrícola ha sido el detonante de las llamas. Así lo ha indicado la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, quien ha explicado que el instituto armado continúa por ahora con la investigación sobre el origen del incendio, aunque "todo apunta a una quema agrícola controlada". 

Bernabé ha añadido que hay que analizar todavía todas las circunstancias en que se desarrolló dicha quema de rastrojos y habrá que tomar declaración a las personas implicadas para comprobar si se cumplía con el plan local para este tipo de actividad para, a partir de ahí, ver cómo se procede. Ante estos hechos, las autoridades valencianas han anunciado la suspensión de la autorización de quema de residuos agrícolas hasta el próximo 15 de octubre debido a que se puedan producir más riesgos forestales. 

Los desalojados, sin poder volver a sus casas

Debido a las llamas, las autoridades desalojaron de sus viviendas a más de 180 vecinos, para los que se instaló un albergue provisional. De ellos, 100 residen en el propio municipio de Tàrbena y otros 80 pertenecen a la localidad vecina de Parcent. Según ha declarado Molines, es muy poco probable que todos ellos puedan volver a sus casa este lunes, añadiendo que la mayoría de ellos han preferido quedarse en casas de amigos y familiares y que el albergue ha sido usado únicamente "por dos personas". 

Un vecino desalojado, Vicente, ha relatado a Efe que siente mucha tristeza por ver cómo avanzan las llamas por el campo y ha comentado que antiguamente "el campo estaba más limpio y no había fuegos". "Eran mínimos pero hoy en día se prende rápido", se ha lamentado.

Otro vecino de Tárbena, Tomás, ha coincidido en que el campo es "un polvorín" por la falta de limpieza, y ha añadido que esa situación aumenta el peligro. Pese a ello, confía en que el incendio sea controlado porque "los bomberos están trabajando muy rápido y esta mañana no hace viento". "He llorado mucho, me da mucha pena lo que está ocurriendo", comenta también otra vecina afectada. 

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