El ministro de Transportes y Movilidad Urbana, Óscar Puente, baja el tono con respecto a su enfrentamiento contra la política de bajos precios de Ouigo. Si hace unos días llegó a advertir de que denunciaría ante Competencia sus prácticas "tremendamente desleales", este lunes ha apostado por "reconducir" la situación sin tener que llegar a este extremo. Si bien ha reconocido que sus protestas y advertencia de acudir a la CNMC fue un "puñetazo en la mesa" que "hacía falta", diez días después también de reunirse con su homólogo francés ahora espera que "seamos capaces de encontrar una salida que nos permita competir en un sistema mínimamente sostenible y equilibrado".

"Puede que mi discurso haya sido de puñetazo en la mesa, pero hacía falta y espero que haya servido y que a largo plazo sirva", ha señalado Puente durante un desayuno informativo de Europa Press, semanas después de que se enconara el contencioso con Ouigo por sus bajos preciso, que a ojos del ministro suponían competencia "desleal" porque se apoya en su propietaria, la renfe francesa, SCNF, para asumir los 40 millones de pérdidas que el Ministerio el calcula al año vendiendo billete a partir de los nueve euros.

Sobre la demanda ante Competencia con la que amagó hace dos semanas,  Puente se ha mostrado más conciliador al afirmar que la eventual demanda ante Competencia "está en estudio" y que "simplemente, lo he puesto en manos de los servicios jurídicos para que lo valoren". "No me gustaría llegar a esta situación y espero que en este tiempo seamos capaces de encontrar una salida que nos permita competir en un sistema mínimamente sostenible y equilibrado".

Además de con ir a la CNMC y en lo más enconado del contencioso con Ouigo, Puente advirtió a la compañía francesa de que con esa estrategia de precios demuestra no necesitar la bajada de cánones de Adif que le reclama. Este lunes, el ministro ha insistido en que ahora mismo son un 23% más baratos de los que se pactaron en 2019 para un periodo de 10 años  y aunque mantiene su protesta por que Ouigo -e Iryo- "aún así quieren que se bajen más" con el consiguiente perjuicio en las cuentas de la empresa pública Adif, también en este punto se ha mostrado más conciliador. "En este momento lo que hay que hacer es intentar ponernos de acuerdo en la metodología de cálculo [de los cánones ferroviarios] y en esto está la CNMC, ha hecho una recomendación para tratar de clarificar el panorama".

Entre los momentos de mayor encono entre Puente y Ouigo y los mensajes más moderados de este lunes ha mediado también la reunión que mantuvo a principios de mes en Bruselas con el ministro francés de Transportes, Patrice Vergriete, que este lunes ha calificado de "muy productiva" y en la que ambos coincidieron en no estar de acuerdo con cómo se está produciendo la liberalización del transporte de ferrocarril de pasajeros a ambos lados de los Pirineos. 

Puente ha insistido en las trabas y las "rehomologaciones" que Francia obliga a hacer a trenes de Renfe para circular hasta Lyon, aunque lleven funcionando en España desde el AVE Madrid-Sevilla de 1992 o sean Alstom, es decir, franceses, o al agravio que supone que los trenes de Ouigo hacen su mantenimiento en España -en los talleres de Villaverde- y los de Renfe no pueden hacerlo en Francia. 

AVE Madrid-París a final de año

Las reticencias francesas a la entrada de otros operadores en una red de tren que antes solo operaba -como Renfe en España- la SNCF -propietaria al 100% de Ouigo- perjudican directamente a Renfe, que años después de la liberalización solo puede llegar a Lyon. El gran objetivo, llegar a París, llegará a final de año, según ha dicho Puente. 

"Antes de fin de año. Teníamos que haber llegado para los Juegos Olímpicos pero yo creo que antes de fin de año estaremos", ha afirmado, antes de sugerir que cumplir esa fecha ya solo depende de las autoridades francesas. "Ya no depende de nosotros. Los trenes están".