La Feria encara su recta final con los bolsillos tocados por los precios

Miles de sevillanos y visitantes disfrutaron este miércoles de la jornada festiva de la Feria de Abril
Miles de sevillanos y visitantes disfrutaron este miércoles de la jornada festiva de la Feria de Abril
Rocío Ruz/Europa Press
Miles de sevillanos y visitantes disfrutaron este miércoles de la jornada festiva de la Feria de Abril

Traspasado ya el ecuador de la Feria de Abril, una de las fiestas más esperadas del año, los sevillanos van notando ya cómo entre baile y baile se van resintiendo los bolsillos. Si la edición del año pasado será recordada como una de las más caras, la de este 2024 no será para menos, y es que los precios han vuelto a subir, sin dejar impasible a la inmensa mayoría. Una tendencia alcista que ya se venía notando en la cesta de la compra y que también ha llegado a los bares de la ciudad efímera de Los Remedios, donde precisamente la gastronomía típica cobra un papel fundamental. Porque, como ya se sabe, en nuestra tierra, restauración y diversión van de la mano.

Aunque cada caseta es un mundo y un mismo plato puede variar de precio entre una y otra, en líneas generales este año "ha vuelto a subir el precio de la cerveza, los licores, el refresco, la verdura, el pescado y la carne", y la lista continúa. Un incremento "aproximadamente igual al porcentaje que están subiendo estos productos en el mercado", asegura el presidente de la asociación andaluza de hostelería de Feria, David Martín, que regenta 768 de las 1.053 casetas del Real.

Pero, por suerte, en la mayoría de las casetas hay opciones para todos los gustos y economías, desde lo más barato, como puede ser un montadito, que, dependiendo del relleno, cuesta este año entre los 3,50 y los 4,50 euros; a lo más caro, que aunque se ve en pocas mesas, hay quien se pide el entrecot de ternera, que vale unos 20 euros; o la presa ibérica, que está en torno a los 23 euros, entre otros platos de cocina más elaborada. 

Sin contar, tirando por lo bajo, con los aperitivos para picar, de aceitunas o almendras, que salen en torno al euro; o aquellos otros más costosos, en los que en la carta se reseñan ‘según mercado’ y el comensal se tiene que imaginar el valor leyendo la referencia, ya sean cigalas o bogavantes.

También hay opciones intermedias, como la tortilla de patatas, un clásico de la Feria, que ronda los 6,50 euros; el flamenquín, a 14 euros; las lagrimitas de pollo a 13,50; o el tradicional pescado frito, que oscila desde los 11 euros el plato de puntillitas o boquerones hasta los 14 euros el de choco. Ya sea uno u otro, la ración sale aproximadamente un euro más cara que la pasada edición. Y subiendo de nivel, también se puede degustar un buen plato de gambas blancas, por el ‘módico’ precio de 18 euros, o de jamón serrano, que está entre los 19 y los 25 euros de media, según calidad y gramaje.

Este último, el rey de la mesa, cuesta un euro más que el año pasado (+5,56%), cuando ya subió otro euro respecto a 2022 y seis más respecto a 2017, un aumento de cerca del 46% aproximadamente. Pero si hay una chacina que ha aumentado de manera exponencial su coste en el Real en esta edición es el queso viejo, que si en 2017 valía 8 euros el plato, ahora sale a unos 14 o 15, un 75% más que entonces, pero solo un 7% con respecto a 2023, que también supone una importante subida.

Varias mujeres vestidas de gitana toman chacinas en el Real de la Feria de Abril de Sevilla
Varias mujeres vestidas de gitana toman chacinas en el Real de la Feria de Abril de Sevilla
Raul Caro / EFE

Hay incluso otras delicatessen a precio de oro que solo un reducido grupo de feriantes llega a ver en sus mesas. Hablamos de "gulas, caviar y Don Perignon", como afirma el presidente de los hosteleros. Pero, como buen conocedor de esta fiesta, Martín explica que los platos más demandados por la mayoría de feriantes son "el jamón, las gambas, el flamenquín, la tortilla de patatas y el pescado frito". Platos típicos, más asequibles y, sobre todo, que no hacen tanta mella a la cartera, sobre todo si uno quiere ir a disfrutar toda la semana y durante todo el día, con almuerzo y cena incluido y picoteo entre medias.

Y para un buen maridaje y amainar el calor de estos días, tampoco está faltando este año una de las bebidas más populares de la Feria. Es el tradicional rebujito, una refrescante combinación de manzanilla y gaseosa de lima limón, que se ha convertido en una de las bebidas preferidas de los feriantes. Prueba de ello es que solo una de las bodegas, en concreto Barbadillo, que está presente en el 50% de las casetas, prevé vender unas 600.000 botellas durante estos siete días. 

De otro lado, La Guita se puede consumir en el 75-80% de las casetas del recinto, tal y como han informado fuentes de la empresa, aunque no ha detallado la cifra de botellas que prevé vender. Ya sea de una u otra marca, es difícil encontrar la jarra a menos de 10 euros, con precios en algunos casos que rozan los 15, y la botella de vino fino, entre 8 y 8,50 euros.

Otro de los símbolos de la Feria de Abril es la cervecera sevillana Cruzcampo, que servirá hasta el sábado un millón de litros, lo que equivale a 3,7 millones de cañas de sus diferentes marcas. En esta edición esta presente en el 99% de las casetas, en un año especial para la marca, que con motivo de su 120 aniversario su imagen corporativa aparece en la portada.

Varios jinetes y amazonas disfrutando de la Feria a lomos de sus caballos
Varios jinetes y amazonas disfrutando de la Feria a lomos de sus caballos
Rocío Ruz/Europa Press

Esto es lo que cuesta ir a la Feria

Y esto solo en lo referente a la comida, porque ya el simple hecho de poner un pie en la Feria supone un importante desembolso, empezando por la caseta, que en el caso de las privadas la cuota puede oscilar entre los 600 y los 800 euros de media al año. A ello hay que sumar los diferentes 'looks' que hay que lucir en el Real. Para el hombre puede ser algo más económico yen el caso de las mujeres, el desembolso es mucho mayor si se quiere ir a la moda y de flamenca, como manda la tradición. 

Aunque se pueden encontrar vestidos de segunda mano por 50 euros, hacerse uno a medida no cuesta menos de 400 euros y de ahí, para arriba. Los complementos básicos (mantoncillo, peinas, flores y alfileres), como en el caso de los hombres, se pueden encontrar a precios muy asequibles. Pero la media para un mantoncillo de cierta calidad es de unos 120 euros como mínimo. Y si no se va a vestir el traje de gitana, lo correcto es ir arreglada y con accesorios. Como toque final para estilizar el conjunto, se puede lucir el mantón de manila, una prenda clásica, bordada a mano y de valor incalculable, aunque según su tamaño y dibujo pueden costar desde 500 euros a los más de mil.

A todo ello hay que añadir las atracciones de la calle del Infierno, que no son precisamente baratas. La mayoría oscila entre los cuatro y seis euros por viaje. Supone una parada obligada para todo aquel que tenga niños pequeños o adolescentes, que una vez que llegan nunca quieren abandonar los 'cacharritos', mientras la cuenta bancaria se sigue vaciando poco a poco. Porque en la Feria de Abril, todo cuesta dinero, menos respirar. 

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