Comunidades judías denuncian un aumento del antisemitismo en España: "Hemos recibido mensajes llamándonos asesinos"

Esteban Ibarra (MCI) e Isaac Benzaquen (FCJE) afianzan su colaboración contra el antisemitismo.
Esteban Ibarra (MCI) e Isaac Benzaquen (FCJE) afianzan su colaboración contra el antisemitismo.
Ignacio Blanco
Esteban Ibarra (MCI) e Isaac Benzaquen (FCJE) afianzan su colaboración contra el antisemitismo.

"El antisemitismo es el dueño de la calle". Con esa contundencia se manifiestan las comunidades judías españolas por el creciente discurso de odio detectado en España en los últimos seis meses. Este ha repuntado tras los sucesivos ataques de Israel sobre la Franja de Gaza, iniciados después del ataque de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre de 2023. Desde esa fecha, la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) ha registrado cinco veces más movimientos antisemitas que en el mismo semestre del año pasado; un incremento que no se veía desde hace décadas y que podría ser solo la punta del iceberg.

Bajo la proclama de un "creciente clima de antisemitismo", la FCJE, presidida por Isaac Benzaquen, ha afianzado este lunes su colaboración con la ONG Movimiento Contra la Intolerancia (MCI) de Esteban Ibarra para luchar contra los actos, expresiones, incidentes y ataques que sufre la comunidad judía española. "Un matrimonio feliz", ha bromeado Benzaquen en un encuentro informativo, protagonizado por ambos presidentes.

"Hemos recibido llamadas, mails, mensajes... llamándonos asesinos; hay lugares que se ven acosados y vandalizados porque son de judíos", ha denunciado la unión religiosa, que avisa de que cualquier muestra de discriminación, incitación al odio, violencia o demás formas de racismo y xenofobia contra los judíos puede constituir un delito de odio. Reprueban que, a raíz de hechos como estos, "muchos judíos ya no llevan la kipá y se ven obligados a ponerse gorras".

En 40 años nunca se había sentido la libertad que tiene la gente para expresar su odio a los judíos

Las organizaciones alertan de que los discursos antisemitas registrados son solo los que están "al alcance" del Observatorio de Antisemitismo con el que trabajan desde 2009, pero advierten de que puede haber muchas más acciones que no se detectan. Y no solo en el cuánto, también hacen hincapié en el cómo. Ibarra denuncia de hecho que "en 40 años nunca se había sentido la libertad que tiene la gente para expresar su odio a los judíos".

"Desvincular" la religión del conflicto

El detonante del aumento del odio lo tienen claro. El inicio del conflicto que comenzó hace seis meses entre Israel y Hamás ha provocado que se dispare "de forma brutal" el antisemitismo. Ibarra ha ejemplificado que en las protestas pro-palestina convocadas tras los ataques del Ejército israelí en Gaza, los manifestantes "pasan por la calle insultando" a la comunidad judía española.

La federación reivindica que se separe la religión del conflicto y defiende que "el judaísmo no tiene nada que ver con lo que hace Israel". Por ello, piden que no se vincule la estrella de David con el conflicto de Hamás y que se extraiga la palabra 'judío' de los ataques. "Hemos leído que se escribe 'tanques judíos', ¿los otros son 'tanques musulmanes'?", se ha preguntado María Royo, directora de Comunicación de la FCJE.

Ni ser judío implica ser israelí, ni ser israelí implica ser judío, sostiene la federación, que recuerda que un 20% de la población de Israel es árabe. "El Estado se creó para dar cobijo al pueblo judío y acoge a los que estaban allí y a otras minorías", sostienen.

Juicio histórico

Otra de las grandes muestras de unión de la FCJE y la MCI es la personación conjunta de ambas instituciones como acusación particular en el juicio contra el librero y expresidente del Círculo Español de Amigos de Europa (Cedade), Pedro Varela Geiss.

Junto a él, serán llevados al banquillo otros cinco directivos de la Editorial Ojeda. Esta fue la estructura orgánica de la que se dotó la librería Europa, centro de distribución de material de supuesto contenido neonazi, cuyo dueño fue Varela hasta su cierre en 2016.

El principal acusado creó la librería después de la disolución de Cedade para divulgar contenidos afines a su ideología. Además, según informan desde las organizaciones, solo entre 2006 y 2016, Varela organizó 260 conferencias de corte ideológico neonazi.

En las últimas tres décadas, se han ido encontrando decenas de miles de libros distribuidos por su librería -15.000 ejemplares en una redada de los Mossos en 2016-. Estos hechos han llevado a Varela a ser juzgado en varias ocasiones (tres veces en España y una en Austria) por similares delitos, todos relacionados con el odio, el enaltecimiento y la apología del régimen nacionalsocialista y la justificación del Holocausto. 

Sin embargo, la legislación española no era tan dura con estos hechos hasta 2015, momento en el que se incorpora el término "incitación" en el Código Penal (antes solo se podía juzgar bajo la premisa de la "justificación"). "Este juicio está marcado por esta nueva redacción; gracias a la 'incitación', se ha producido un salto cualitativo que ha permitido abordar los discursos de odio", ha sostenido Esteban Ibarra.

La FCJE y el MCI piden, por lo tanto, doce años de prisión para Varela por incitación al odio; negación, banalización y justificación del Holocausto, y asociación ilícita. Además solicitan ocho años de cárcel para los demás encausados. 

Según reza el auto de apertura del juicio oral al que ha tenido acceso este periódico, la línea de pensamiento de los libros divulgados por su empresa estaba "basada en la cultura del odio supremacista y de animadversión y segregación racial contra quienes consideran 'razas inferiores', particularmente personas afro-descendientes y asiáticas, inmigrantes, musulmanes, judíos y homosexuales".

El juicio, que se celebrará entre el 14 y el 29 de mayo en Barcelona, es para las organizaciones "el más importante frente al discurso de odio que representa el centro neurálgico del nazismo".

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