Las runas, mitos y fiestas paganas en torno a hogueras eran una de las principales aficiones del grupo Artgemeinschaft, prohibido por el Ministerio del Interior de Alemania esta semana por considerarse una secta ultraderechista, neonazi, racista, xenófoba y antisemita. Con unos 150 miembros en todo el país, más decenas de suborganizaciones (que también han sido prohibidas), Artgemeinschaft era la agrupación de extrema derecha más antigua de Alemania y, entre otras cosas, se encargaba de adoctrinar a niños y jóvenes a través de libros y publicaciones del Tercer Reich.

"Con Artgemeinschaft hemos prohibido una asociación sectaria, profundamente racista y antisemita. Se trata de otro duro golpe contra el extremismo de derechas y contra los incendiarios intelectuales que difundían hasta hoy ideologías nazis", dijo la ministra del Interior, Nancy Faeser, en un comunicado, después de que el pasado miércoles se practicaran registros en 26 viviendas de 39 miembros, así como en locales de las asociaciones en varios de los estados federados. 

La secta, muy ligada a la naturaleza y habitual de rituales y fiestas en solsticios y equinoccios, nació en 1951 de la mano de Wilhelm Kusserow, abiertamente nazi, profesor y promotor del paganismo anticristiano. Así, bajo la apariencia de una fe pseudoreligiosa en los dioses germánicos, el grupo neonazi difundía su visión del mundo que, según el Gobierno alemán, "atentaba contra la dignidad humana y la Constitución". Su carta de presentación: "La preservación, renovación y mayor desarrollo de la cultura de las especies del norte de Europa (algo similar a la raza aria)".

EFE

Parejas de la misma "raza"

El peligro de esta organización no radicaba tan solo en su presencia física, sino también en su importante actividad en internet. Artgemeinschaft  contaba con un canal de Youtube; desde 1975 publicaba una revista trimestral, Nordische Zeitung, y desde 1999 distribuía libros desde la página web Asatru.de. En este sentido, y según la información ofrecida por el Ministerio del Interior alemán, "la ideologización, radicalización y reclutamiento para la organización con ideas de extrema derecha se llevaba a cabo a través de la gestión del servicio de libros de la asociación, el portal en internet y la presencia en redes sociales".  La distribuidora era desde donde se proporcionaban libros de la época del nazismo. 

En sus tomos y publicaciones, la secta instruía a sus miembros acerca de la "elección conyugal" dentro de la "especie humana del norte de Europa" para transmitir la "herencia genética" que para ellos se consideraba correcta, es decir, les aleccionaban para que eligieran parejas de la misma "raza" y así no mezclarse. Siempre dando el protagonismo e importancia a "la propia especie". Su ideología era similar a la de la "supremacía blanca" en EEUU.

Según el diario alemán DW, un elemento central de Artgemeinschaft era el Familienwerk, una asociación separada y que estaba formada por las familias con hijos de la organización. En los estatutos de este subgrupo, se animaba a los miembros a tener tantos hijos como fuera posible y adoctrinarlos en consecuencia.

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Teorías de la conspiración

El grupo también promovía teorías de la conspiración vinculadas a la plutocracia (democracia burguesa donde solo los más poderosos manda) y las aspiraciones de dominación mundial, también adoctrinaba a sus miembros contra los conceptos morales judíos y cristianos a favor de un supuesto "derecho del más fuerte" (darwinismo social) tomado de la naturaleza y el mundo animal.

Artgemeinschaft contaba entre sus miembros con personajes como Stephan Ernst, el neonazi que el 2 de junio de 2019 asesinó a Walter Lübcke, un político destacado de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en el Estado de Hesse, que defendía la política migratoria que impulsó la canciller Angela Merkel.

La semana anterior, el ministerio de Faeser desarticuló otra organización de la misma índole, Hammerskins y su suborganización Crew 38. "Con esta prohibición ponemos fin en Alemania a las actividades inhumanas de una organización neonazi internacionalmente activa. Con ello, enviamos una clara señal contra el racismo y el antisemitismo", declaró entonces la ministra.