Con los escaños de Pedro Sánchez y de Félix Bolaños vacíos, el Partido Popular ha aplicado su mayoría absoluta en el Senado para reprobar a ambos, aunque por manifestaciones diferentes. Al presidente del Gobierno le afea unas palabras pronunciadas el pasado 13 de marzo en una sesión de control en el Congreso, en las que recriminó al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, que con su "historial" en el PSOE no hubiese llegado "ni a concejal de pueblo", lo que para el PP representa un "desprecio" a los ediles y al mundo rural. En cuanto al ministro de la Presidencia, Justicia y Relación con las Cortes, le reprende por "desacreditar" el Senado al decir que la soberanía nacional reside en las Cortes Generales pero, en particular, en el Congreso de los Diputados. Y para Bolaños tienen una crítica más: también le reprueban por "tergiversar de manera contumaz" el contenido del borrador del informe de la Comisión de Venecia sobre la amnistía, al asegurar que este documento la avala y la sitúa como una herramienta política y constitucional "útil y necesaria" para la reconciliación y para superar el conflicto político en Cataluña.
Han bastado los 120 votos que componen la mayoría absoluta del PP para aprobar sendas mociones para que la Cámara Alta repruebe a Bolaños y las manifestaciones de Sánchez. La figura parlamentaria de la reprobación, que es de naturaleza política más que práctica, se utiliza para afear una conducta o declaración de un miembro del Gobierno o incluso para pedir su cese. Con todo, no es vinculante, y en el caso del presidente del Gobierno no se puede utilizar igual que contra un ministro. Así, en el caso de Bolaños, la reprobación va directamente contra él, y en el de Sánchez va contra sus manifestaciones, ya que para afear su gestión la figura que se utiliza es la moción de censura.
Feijóo lleva a trescientos concejales del PP al Senado
Para reforzar la reivindicación parlamentaria, el líder del PP se ha presentado este miércoles en la Plaza de la Marina del Senado con unos 300 concejales populares de diferentes lugares de España. Todos los ediles exhibían una chapa con la inscripción "Yo soy concejal de pueblo" como reproche a las palabras del presidente del Gobierno. Dado que Feijóo ya no es senador -como en la pasada legislatura-, sino diputado, no ha podido presenciar la moción desde el escaño, pero sus concejales sí lo han hecho desde la tribuna de invitados.
"Venimos a defender al conjunto de las corporaciones locales del país, pedimos al presidente que rectifique y comience a apoyar de forma decidida a todos los ayuntamientos", ha señalado el senador del PP Alfonso Priego Chacón para defender la moción presentada por su grupo. Tras poner en valor la "importancia y la grandeza" de la política municipal, les ha dicho a los concejales -que aplaudían sus palabras desde la zona de invitados- que ellos son los que hacen "política útil". "Para España, Sánchez no es imprescindible, pero sí lo son los concejales de pueblo", ha zanjado.
La mayoría de los partidos, entre ellos los socios de legislatura de Sánchez -como el BNG, Geroa Bai, Compromìs o PNV- han tildado de desafortunadas o "nada acertadas" las palabras del presidente del Gobierno, aunque finalmente han rechazado apoyar la moción alegando que la utilización de la reprobación no es, en su opinión, una fórmula adecuada o seria para defender el municipalismo.
Pero el mayor rifirrafe ha llegado con la intervención del senador socialista Alfonso Carlos Moscoso, que ha acusado al PP de intoxicar y crispar la vida política del país con el único objetivo de "desviar la atención de lo verdaderamente importante", para a continuación volver a atacar a Feijóo con Marcial Dorado. "Se traslada que lo importante es la expresión del presidente del Gobierno con los concejales, pero se olvidan que el fondo del asunto es que el líder del PP, durante 5 años, pasó sus vacaciones y fiestas con un narco", ha lanzado.
Le ha respondido sin miramientos la senadora del PP Nidia María Arévalo que ha atacado a Moscoso recordándole que fue multado en 2011 por triplicar la tasa de alcohol mientras conducía cuando era alcalde de un municipio gaditano.
En cuanto al debate sobre la moción contra Bolaños, ha sido el senador Antonio Silván el que ha defendido la iniciativa del PP, preguntándoles a los socialistas si no se les cae "la cara de vergüenza" por las afirmaciones del ministro, que a su juicio "demuestran tan falta de respeto a la Cámara Alta que por sí solas bastarían para sacar los colores a cualquiera". "Con la reprobación aún nos quedamos cortos, tendría que estar cesado si tuviéramos a un presidente que respetase la soberanía de las Cortes", ha espetado el parlamentario.
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