El nuevo puzzle para la renovación del CGPJ: fuera del plazo inicial, con Reynders casi de excedencia y lejos del acuerdo PP-PSOE

Foto de la reunión de este miércoles en Estrasburgo.
Foto de la tercera reunión en Estrasburgo.
EFE
Foto de la reunión de este miércoles en Estrasburgo.

PSOE y PP no se ponen de acuerdo en prácticamente nada y el CGPJ lleva cinco años sin ser una excepción a esa regla. La renovación del Consejo General del Poder Judicial sigue estancada y la historia va sumando episodios, ahora ya con la Comisión Europea desde hace varias semanas como mediadora. Parecía que Bruselas iba a ser la linterna que enseñase la salida a este túnel, pero nada más lejos de la realidad, y los problemas se siguen acumulando porque el árbitro del asunto, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, está casi ya de salida para lanzarse a la carrera para ser el próximo presidente del Consejo de Europa.

Mientras, el pacto entre socialistas y populares sigue muy lejos después de que ya se hayan celebrado tres encuentros, dos en Bruselas y uno en Estrasburgo, y con el cuarto -previsto en Madrid- aplazado por cuestiones de agenda del dirigente belga. Él era el único medianamente optimista de la mesa, pero ahora ese optimismo ha quedado desdibujado. No se sabe ni cómo ni cuando, ni siquiera si habrá de verdad un acuerdo.

La dosis de optimismo siempre sale de boca de Reynders, y así lo hizo en una entrevista con varios medios, entre los que se encontraba EFE. "Realmente estamos muy, muy cerca de un acuerdo sobre la renovación del Consejo en materia de justicia, pero también sobre una serie de reformas necesarias en el sistema judicial español. Ahora es una cuestión de voluntad política saber cuándo queremos hacerlo", expuso el belga, que parece el único convencido de que la situación puede tener un final feliz. Eso sí, pide que haya gestos en las partes y apela a la "voluntad política" para el pacto.

Las posiciones, en general, están todavía en un punto irreconciliable y se vio después de la tercera reunión en Estrasburgo, de la que ha pasado ya un mes. "No ha habido ningún avance", aseguró a la salida del encuentro la parte popular, con Esteban González Pons, que acusó al Gobierno de no dar "un paso adelante en favor de la independencia judicial". La ley de amnistía enturbia las conversaciones, y además las partes están enfrentadas (muy enfrentadas) en el cómo: el PP quiere que la renovación del CGPJ y la reforma del modelo de elección se hagan al mismo tiempo; el PSOE apuesta porque primero se renueve y después, en un segundo paso, se hable de reformar. Bruselas, por su parte, 'compra' esa postura pero añade un matiz importante: hay que reformar "inmediatamente" después de renovar.

Tras ese encuentro Reynders tuvo palabras para el optimismo, pero estas se han diluido como un azucarillo. "Nosotros no nos vamos a rendir ni nos vamos a cansar de seguir sentados", sostuvo Pons ante los periodistas: "Exigimos un nuevo modelo e independencia para los jueces, no será por nosotros". Desde Génova, con todo, sostienen que no tienen prisa y que su objetivo es que los políticos "quiten sus manos" de la elección de los jueces. Y no, prisas desde luego no parece que haya tampoco para Félix Bolaños. "El hecho de que estemos sentados, que estemos hablando e intentando acercar posiciones, que intentamos comprender al de enfrente y también que nos comprendan a nosotros, eso ya es un progreso y es un avance", resumió un ministro de Justicia que mandó también un aviso al PP: "Cumplir la Constitución y cumplir la ley no se pueden condicionar a nada".

Ambos lados del tablero, pero sobre todo los socialistas, parece que se conforman con lo mínimo: que las conversaciones sigan abiertas. Eso sí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha mandado un recado al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, para que las negociaciones lleguen a buen puerto un lustro después de que haya caducado el mandato del CGPJ. El jefe del Ejecutivo cree que ya no hay lugar a más excusas, ha dado un ultimátum y ha dicho que debe llegarse a un acuerdo "sí o sí" durante abril. De momento en el PP se limitan a esperar.

A todo lo anterior se añade la anómala situación de Reynders. El comisario de Justicia saldrá en excedencia el próximo 25 de abril, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tendrá que encargar sus quehaceres a otro comisario o comisaria que, en teoría, será quien medie en los encuentros que se puedan dar sobre el asunto español. ¿Podría volver Reynders a su puesto si no consigue la presidencia del Consejo de Europa? Sí, pero en todo caso el margen se estrecha mucho ante unas elecciones europeas que tienen lugar en solo dos meses. Después de estas, la Comisión Europea se renovará por completo, con la repercusión que eso tendrá seguro sobre las negociaciones PP-PSOE.

El calendario ya no es una parte más del puzzle porque se han dejado de manejar plazos. Bruselas ha dado un mes más después de que 'caducase' la fecha límite del 31 de marzo, pero las partes ya asumen que la cuestión irá para más largo de lo que se esperaba y que incluso se puede demorar hasta más allá del 9 de junio, cuando se celebran en España las elecciones europeas. "No se trata tanto de plazos sino de que se llegue a un acuerdo", se limitan a comentar fuentes consultadas por 20minutos, en una mediación pionera para la Comisión Europea entre dos partidos que llevan más de cinco años sin ponerse de acuerdo en la cuestión del Poder Judicial.

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