El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comenzado este lunes su segunda gira por Oriente Próximo en lo que va de legislatura. En esta ocasión el viaje le llevará a Jordania, Arabia Saudí y Catar. Es la primera vez en 13 años que un presidente del Gobierno español visita la zona tras el viaje de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011. Esta visita forma parte del principal objetivo de Sánchez en materia de política internacional: fomentar el reconocimiento del Estado Palestino y la solución de los dos Estados.
El mandatario español comenzará su actividad oficial este martes en Jordania, donde visitará un campo de refugiados palestinos en Amán para conocer de primera mano su situación y simbolizar el pleno respaldo de España a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA). Jordania es el país en el que viven más refugiados palestinos del mundo, con 2,4 millones de personas. Jabal el Hussein es uno de los cuatro campamentos establecidos después de 1948 para dar cabida a las personas refugiadas palestinas que salieron como resultado de la guerra entre árabes e israelíes.
Durante su visita al campo, Sánchez prevé mantener una charla con un grupo de niños palestinos y reunirse después con refugiados. Será desde allí donde ofrecerá una rueda de prensa con la número dos de UNRWA, Natalie Boucly. El presidente del Gobierno visitará después la Ciudadela de Amán, reconstruida con fondos de la cooperación española, y se reunirá con el rey de Jordania, Abdalá II.
Tras finalizar su visita a Jordania, Sánchez viajará Yeda, en Arabia Saudí, donde se reunirá con un grupo de empresarios españoles y después será recibido por el príncipe heredero y hombre fuerte del país, Mohamed bin Salmán. Desde Moncloa reconocen las diferencias con el Estado saudí en cuestiones relacionadas con derechos humanos, aunque no se abordarán en ninguna de las reuniones bilaterales. De hecho, el propio Bin Salmán ha sido señalado como uno de los participantes del descuartizamiento hace casi seis años del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul.
El viaje concluirá en Doha el miércoles con una reunión con el primer ministro y responsable de Exteriores, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, y con el emir, Tamim bin Hamad al Thani. Estos encuentros servirán para firmar un memorando de entendimiento que dote de contenido al actual nivel de las relaciones bilaterales, elevadas en 2022 a 'asociación estratégica'. Así mismo, Sánchez mantendrá se reunirá con mujeres catarías relevantes en diversas disciplinas como la política, la economía, la cultura, el deporte o la ciencia. Por último, el emir invitará al presidente al 'iftar' de esa jornada para romper el ayuno en el periodo del Ramadán.
El Ejecutivo insiste en que en todas las reuniones con lideres árabes la prioridad es abordar una solución para el conflicto palestino-israelí. En este sentido, España ha pactado con Irlanda, Eslovenia y Malta un próximo reconocimiento del Estado palestino. Dentro de la solución de los dos Estados está el reconocimiento de Israel por parte de actores árabes que todavía no lo han hecho. Este es el caso de Arabia Saudí, con quién el Gobierno español abordará la posibilidad de que en un futuro próximo pueda hacerlo.
El Gobierno aboga, además, por que sea la Autoridad Palestina la que asuma el control de ese futuro territorio, incluido Gaza, que hasta ahora estaba en manos de Hamás. Para ello, reconocen que es necesario que fortalezcan su estructura teniendo en cuenta que Hamás no puede ser parte de la solución, y plantean una conferencia de paz que ya cuenta con el aval de cerca de 90 países.
El anuncio del viaje ha sido contestado desde el propio seno del Gobierno. El portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ha reafirmado que la vicepresidenta segunda y líder de la formación, Yolanda Díaz, mantiene sus planes de viajar a Palestina y ha instado al PSOE a proceder de inmediato su reconocimiento como Estado y a no esperar. En este sentido, Urtasun ha manifestado que son conocedores de que en la próximas semanas se producirá un debate en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el reconocimiento por parte de Naciones Unidas del Estado palestino. Y ante esa perspectiva cree que España debe "empujar" que esa resolución salga favorable al reconocer "de inmediato".
Un viaje con un importante componente económico
Además del componente geopolítico del viaje, el Gobierno también abordará cuestiones económicas. Tanto Catar como Arabia Saudí son países con un fuerte peso en la escomía regional y mundial, por lo que Sánchez se verá con representantes de empresas españolas con intereses en estos países. Sólo en Arabia Saudí, las compañías españolas han ganado en la última década contratos por valor de 17.000 millones de euros, por lo que se sondearán nuevas inversiones.
Con todo, la entrada de la operadora saudí STC en el accionariado de Telefónica tendrá un papel secundario en el viaje. Aunque fuentes oficiales dejan claro que Sánchez estaría preparado para tratarlo si fuera necesario. El príncipe Bin Salmán, con quien se reunirá, es el presidente del fondo saudí que entró en la compañía. El Gobierno insiste en que su posición es ya sabida y que la compra de una participación del 3% a través del Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), con vistas a llegar hasta el 10%, responden a la importancia estratégica de esta y la necesidad de mantener su españolidad.
El Gobierno está todavía pendiente de STC, que debe pedir una autorización para llegar al 9,9% tras el compromiso que anunció a finales de septiembre. Desde Moncloa reiteran que el Ejecutivo no revelará si STC ya ha solicitado la autorización y se limitará al anuncio sobre el aval o el rechazo en un Consejo de Ministros.
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