Israel se retira del hospital Al-Shifa tras matar a 200 "terroristas" y el Ministerio de Sanidad de Gaza denuncia la muerte de 400 civiles

Vista general de palestinos inspeccionando los daños en el hospital Al-Shifa y sus inmediaciones.
Vista general de palestinos inspeccionando los daños en el hospital Al-Shifa y sus inmediaciones.
EFE
Vista general de palestinos inspeccionando los daños en el hospital Al-Shifa y sus inmediaciones.

El Ejército de Israel se ha retirado la madrugada de este lunes del hospital de Al-Shifa, en Gaza, tras dos semanas de asedio contra el que es el complejo médico más grande del enclave palestino, donde asegura haber matado a unos 200 supuestos milicianos de Hamás y haber detenido a otros 500. Mientras, las autoridades gazatíes han reportado al menos 400 muertos civiles en la zona, así como el hallazgo de cuerpos calcinados y en descomposición dentro del centro, que ha quedado fuera de servicio.

"Las fuerzas israelíes completaron sus actividades operativas precisas en torno al hospital Al-Shifa y abandonaron el área" con nuevas informaciones de inteligencia, ha confirmado el Ejército en un comunicado. Asimismo, testigos presenciales palestinos han confirmado a Efe la retirada de las tropas del centro médico alrededor de las 4.30 horas (3.30 hora peninsular española).

Durante sus operaciones en el centro, Israel asegura haber eliminado a unos 200 "terroristas" e interrogado a más de 800 sospechosos, entre los que identificó a unos 500 miembros de Hamás y la Yihad Islámica, incluidos altos cargos. "Las tropas mataron a terroristas en combates cuerpo a cuerpo y localizaron numerosas armas y documentos de inteligencia dentro del hospital", han detallado en la nota.

Para Israel, esta es una de las operaciones más "exitosas" que ha llevado a cabo en la Franja desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre, por la alta cifra de presuntos "terroristas" que han logrado capturar en el hospital, donde aseguran que las milicias se estaban reagrupando. "Eran muchos más de los que pensábamos inicialmente", ha indicado el portavoz del Ejército, Daniel Hagari.

Además, las fuerzas israelíes encontraron armas, incluidos morteros, artefactos explosivos, rifles de francotirador, rifles de asalto, pistolas y otros equipos militares, escondidas dentro de las almohadas y camas de los pacientes, y en los falsos techos y paredes del edificio, según recoge The Times of Israel.

Esta ha sido la cuarta incursión contra uno de los pocos hospitales parcialmente operativos en el norte de la Franja, que Israel justificó tras recibir información de su servicio de inteligencia de la presencia de milicianos dentro del complejo. Israel ha insistido en que hicieron todo lo posible por minimizar los daños de civiles y que sus operaciones militares no han ido dirigidas contra "pacientes, personal sanitario ni equipo médicos". 

"Imposible retomar el trabajo"

Tras la retirada de las tropas israelíes, que se llevó a cabo entre intenso fuego aéreo y de francotiradores, el hospital ha quedado totalmente fuera de servicio. "La destrucción del complejo hace que sea imposible retomar el trabajo", ha afirmado su director, Marwan Abu Saada. Las imágenes difundidas muestran un amplio rastro de destrucción, con edificios destruidos y grandes partes del complejo médico calcinadas. 

En cuanto al interior de Al-Shifa, el portavoz de la Defensa Civil de Gaza, Mahmud Busal, ha denunciado que, tras la salida de las tropas israelíes, han encontrado dentro del hospital cadáveres con signos de haber sido ejecutados, otros calcinados y también en estado de descomposición. "La mayoría de los cuerpos se están descomponiendo y llegamos a cuerpos que son esqueletos quemados", ha afirmado.

Al menos 107 pacientes, la mayoría en estado crítico, y 60 miembros del personal médico fueron trasladados a un antiguo edificio del hospital "sin capacidad" para acoger a todos y sin los equipos necesarios. Entre ellos, un herido y enfermo con diabetes, superviviente a este asalto de Al-Shifa, ha relatado que no había recibido ningún tratamiento médico en 15 días y que fue trasladado varias veces de un departamento a otro mientras "los sonidos de las explosiones no cesaban".

Otro superviviente ha contado que estaba acostado en su cama cuando de madrugada, hace dos semanas, las tropas israelíes irrumpieron en el hospital "bajo cobertura de fuego y violentos bombardeos". "No hubo líneas rojas en los asesinatos ni torturas, recurrieron a las formas más atroces y humillantes contra nosotros. Disparaban sobre nuestras cabezas solo por diversión", ha señalado.

El Ministerio de Sanidad también ha denunciado que el hospital Nasser, el principal de Jan Yunis, en el sur, que sufre desde hace más de una semana el asedio de las tropas israelíes, está al borde del colapso y ha pedido actuar a las instituciones internacionales: "Que el Nasser quede fuera de servicio es un duro golpe para los servicios de salud, que se han reducido a sus niveles más bajos, especialmente después de la pérdida de la mayor parte de los servicios médicos en el norte".

Ante la "parálisis casi total" del sistema sanitario, el ministerio ha hecho un llamamiento a que los desplazados no busquen más refugio en los hospitales para limitarlos a enfermos y heridos, de modo que puedan recibir el tratamiento adecuado y evitar el hacinamiento y la propagación de enfermedades. 

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