La precampaña de las elecciones en Cataluña pone las cosas difíciles al PSOE y deja aún más en evidencia las presiones de los compañeros de viaje que tiene el Gobierno central. Las exigencias de sus socios independentistas catalanes, ERC y Junts, salen estos días a la palestra: por un lado, la "financiación singular" que pide la Generalitat y que los Inspectores de Hacienda ya han calificado de "inconstitucional"; por otro, la presión para negociar un referéndum de independencia, sin olvidar que la ley de amnistía continúa su camino en el Senado y que Junts y la CUP pretenden aprobar una iniciativa para que el Parlament pida la declaración de independencia.

En las últimas horas, la presión ha venido sobre todo de ERC. Los republicanos, socios prioritarios del Gobierno de Pedro Sánchez desde 2020 -cuando aún Junts no era decisivo en el panorama nacional-, son los que han elevado el tono pocos días después de que Carles Puigdemont anunciara su candidatura.

En cuando a la financiación, el Gobierno no descarta aplicar ciertas especificidades, aunque apunta a que la reforma del sistema tiene que decidirse entre todas las comunidades. Desde el PSC también se han pronunciado al respecto. Su portavoz, Núria Parlon, ha dicho que no es "sensato" plantearlo en campaña electoral y que esta propuesta se podría haber mejorado "escuchando al resto de fuerzas políticas". Ha remarcado la posición de Moncloa y derivado la negociación de este asunto a las mesas de negociación, en este caso, a la del Gobierno y la Generalitat que, en cualquier caso, se encuentra suspendida con motivo de las elecciones en Cataluña.

"En campaña, una propuesta que solo tiene el aval de 33 diputados, y ahora de los comunes que se suman, que hablemos de salir del marco común de financiación me parece que no es lo suficientemente sensato", ha opinado, insistiendo en que esta cuestión se tiene que abordar "con calma".

Pero no es con lo único que presionan los republicanos, que el fin de semana pasado, en boca de su secretaria general, Marta Rovira, ya pusieron sobre la mesa el referéndum para la independencia de Cataluña. Rovira llegó a asegurar que este asunto ya estaba sobre la mesa de negociación con el PSOE, un extremo que los socialistas han negado rotundamente.

Fuentes socialistas conocedoras de la negociación lo hicieron durante este fin de semana, lo que fue ratificado este lunes por la secretaria general, Esther Peña, enmarcándolo, además, en una cuestión electoralista. "Estamos en periodo preelectoral y hay posiciones de máximos. Entre ERC y Junts hay una batalla para ver quién es más independentista o maximalista en sus posiciones", dijo en una entrevista en TVE.

Después de meses de negociación entre el PSOE y Junts para aprobar la amnistía -que salió con luz verde del Congreso el pasado 15 de marzo y ahora se somete a una carrera de obstáculos en el Senado por parte del PP-, los postconvergentes pueden observar los resultados de sus presiones al Gobierno en las últimas encuestas para las elecciones del 12M. La del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat sitúa a ERC como segunda fuerza (con entre 35 y 42 escaños), a poca distancia de Junts (26-32), si bien sus resultados no reflejan los efectos del anuncio de la candidatura Carles Puigdemont.

Con estos mimbres, el PSC intenta huir de la repercusión que el escenario catalán pueden tener en su campaña, aunque no parece que lo vayan a tener tan fácil. Fuentes socialistas exponen que el objetivo de Salvador Illa es "pasar página" del independentismo y centrarse en la gestión de los servicios públicos, la sanidad, la educación o la sequía. Al menos, esa es su intención, aunque no parece que ERC y Junts vayan a permitir que la ejecuten, ya que a estas exigencias se suma la mencionada fase final de la tramitación de la amnistía, en la que el PP maneja los hilos.

Iniciativa del Parlament sobre la independencia

Todo ello se suma a la iniciativa sobre la independencia que se tramita en el Parlament. El pasado 2 de febrero, la Mesa de esta Cámara admitió a trámite una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para pedir la declaración de la independencia. Esta propuesta, registrada por Solidaritat Catalana per la Independència, salió adelante en el órgano de gobierno del Parlament por los tres votos a favor de Junts y la CUP, la abstención de ERC y el voto en contra del PSC. 

Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido frenar cuanto antes la repercusión que podría tener la aprobación de esta iniciativa en un pleno y ha dado la orden de recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) la decisión de la Mesa, según avanzó El Mundo. La portavoz socialista confirmó que este martes se aborda esta cuestión en el Consejo de Ministros, aunque no ha llegado a confirmar que Moncloa lo vaya a llevar a cabo y en qué términos.