Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

España, federal o disfuncional

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en el pleno del Parlament.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en el pleno del Parlament.
DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, en el pleno del Parlament.

La exigencia de un pacto fiscal para Cataluña que se parezca al cupo vasco, por parte de los partidos soberanistas desde Artur Mas (CDC), hace más de una década, hasta Pere Aragonès (ERC), es una excelente oportunidad para tomar conciencia del problema de fondo que arrastramos, que no es otro que el modelo de Estado. La España autonómica es disfuncional porque las indeterminaciones con las que nació en 1978 se han resuelto en muchos casos a través de negociaciones bilaterales, que han respondido al intercambio de favores políticos. Básicamente a la compra de votos a las fuerzas nacionalistas/separatistas a fin de aprobar los Presupuestos o determinadas leyes por parte de los dos grandes partidos. 

En el campo de la financiación autonómica, las sucesivas renovaciones del cupo vasco se han saldado con acuerdos escandalosos, con una rebaja de la aportación de las haciendas forales al sostenimiento de los gastos del Estado. El resultado es que hoy la ciudadanía vasca apenas contribuye a la solidaridad interterritorial, y disfruta de una sobrefinanciación per cápita de sus políticas sociales, educativas o sanitarias.

Para Euskadi (y Navarra) funciona un modelo confederal único en Europa, que envenena la cuestión, pues se convierte en el espejo para los independentistas catalanes. El debate sobre las balanzas fiscales promovido desde hace años por los sucesivos gobiernos de la Generalitat persigue esa financiación propia que partiría de la recaudación de todos los impuestos. La petición, no obstante, se envuelve con una promesa de ‘generosa’ cuota de contribución territorial, como ya planteaba Mas en 2012 y ahora también Aragonès, lo que indirectamente evidencia la insolidaridad del cupo vasco para enfado del PNV. 

La desvinculación de Cataluña del modelo común de financiación impactaría muy negativamente en la hucha común, pues junto a Madrid y Baleares aporta más que recibe. Que los ricos contribuyan más no tiene nada de malo, es lo progresista y así funciona tanto en la declaración de renta que ahora liquidaremos individualmente con Hacienda, como a nivel de la UE, donde hay Estados que contribuyen más que otros.

La desvinculación de Cataluña del modelo común de financiación impactaría muy negativamente en la hucha común

El problema de fondo que arrastramos es de modelo. El autonómico, que estuvo bien durante décadas, se ha vuelto disfuncional, y solo una reforma federal permitiría dotarnos de una identidad territorial fundamentada en la cogobernanza, la solidaridad y la lealtad. El federalismo incorporaría también criterios específicos en la financiación, como obligar a los territorios forales a contribuir en base a su riqueza y reforzar la responsabilidad fiscal de los gobiernos autonómicos y el respeto final al principio de ordenación entre autonomías para evitar agravios territoriales.

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