El agua regenerada ya beneficia a 2.000 regantes canarios: "Es la más barata que podemos conseguir para la agricultura"

Depuradora de Valle de Guerra, ubicada en la isla de Tenerife.
Depuradora de Valle de Guerra, ubicada en la isla de Tenerife.
COCA-COLA
Depuradora de Valle de Guerra, ubicada en la isla de Tenerife.

España atraviesa desde hace años por una sequía y escasez de agua que ya está teniendo efectos devastadores tanto en la naturaleza como en la población. Los humedales están secos, los ríos apenas llevan agua y los acuíferos están sobreexplotados y entre las causas del deterioro de las aguas superficiales y subterráneas destaca el uso excesivo de este bien escaso en la agricultura, así como también el consumo de agua de manera ilegal. El nivel de preocupación es tal que algunos puntos del país como Cataluña y Tenerife ya han decretado la emergencia. Sin embargo, ante este grave problema surge una solución que contribuiría a ayudar a preservar el agua destinada al consumo humano: regenerar las aguas residuales y emplearlas para regar cultivos.

Esta iniciativa, en la que participan Coca-Cola, el Consejo Insular de Aguas, Teidagua y la Universidad de La Laguna, ya se ha comenzado a implementar en Tenerife. Concretamente, en las depuradoras de Valle de Guerra y Punta del Hidalgo, en las que se utiliza una puntera tecnología de ultrafiltración con el fin de poder devolver el agua consumida al medio ambiente. Hasta ahora la empresa, que tiene como objetivo reducir el 20% de su consumo de agua en 2025 respecto a 2010, ha logrado devolver al medio ambiente 4,9 millones de metros cúbicos de agua, ha explicado Carmen Gómez-Acebo, directora de Sostenibilidad de Coca-Cola Europacific Partners (CCEP).

El proceso inicia en la fábrica de Tocoronte. "Nosotros tenemos una depuradora aquí en la planta. Tratamos esa agua y cuando está en condiciones óptimas la mandamos a la depuradora municipal de Valle de Guerra", ha indicado a 20minutos Alicia Olie, directora de la planta de Coca-Cola de Tenerife tras una visita a las instalaciones. Una vez llegan a las depuradoras, las aguas son sometidas a un proceso de electrodiálisis que disminuye el contenido de sales disueltas en el agua. Después, se envían a los agricultores del norte de la isla y con ellas riegan sus cultivos, principalmente plataneras.

Alicia Olie, directora de la planta de Tacoronte (Tenerife).
Alicia Olie, directora de la planta de Tacoronte (Tenerife).
COCA-COLA

Según explican desde la empresa, en la actualidad el 100% de las aguas residuales resultantes de los procesos de producción llevados a cabo en la planta de Tacoronte se emplean para este fin. En total, unos 2.000 regantes ya se benefician del uso de estas aguas y se riegan unas 350 hectáreas de la zona con estas aguas regeneradas ricas en nutrientes. De esta forma, se le da un respiro a los acuíferos de la isla y no se perjudica al sector agrícola. De hecho, según Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife y del Consejo Insular de Aguas (CIATF), "el fundamento principal de la declaración de la emergencia hídrica en Tenerife es asegurar a los agricultores el caudal necesario para que mantengan su producción".

Sin embargo, estos no son los únicos beneficios de las aguas regeneradas, ya que también son más fáciles de conseguir. Esto se debe a que en el archipiélago canario la mayor parte del agua que se consume proviene acuíferos que se encuentran entorno a unos 500 metros de profundidad y del mar. De hecho, en islas como Fuerteventura y Lanzarote la totalidad del agua que se consume es desalinizada. En ese sentido, Javier Davara, gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha expresado que el agua regenerada "es la más barata que podemos conseguir para la agricultura".

La depuradora de Punta del Hidalgo, por su parte, se encuentra en proceso de modernización. Actualmente allí se regenera el 40% de las aguas residuales que llegan a la estación y se espera que a finales de año se puedan regenerar la totalidad de las aguas. A pesar de eso, ya hay agricultores locales que se están beneficiando de esta iniciativa y, aunque de momento el agua que se les suministra solo basta para cubrir entorno al 30% de sus necesidades, explican que este proyecto les ha venido como "agua de mayo", porque además de la escasez de agua, también se encuentran aislados de la red pública de riego.

Un bote con agua regenerada (i) y uno con agua residual (d) procedente de la depuradora de Valle de Guerra (Tenerife).
Un bote con agua regenerada (i) y uno con agua residual (d) procedente de la depuradora de Valle de Guerra (Tenerife).
CLAUDIA MANISCALCO

Sin embargo, no todos los agricultores opinan lo mismo sobre el uso de las aguas regeneradas ya que su origen los hace tener algunas reticencias al respecto. Por este motivo, la Universidad de La Laguna está llevando a cabo un estudio para analizar el impacto del riego con agua regenerada en los suelos agrícolas y los resultados preliminares han sido positivos. Según explicó Marisa Tejedor Salguero, coordinadora del Grupo de Recursos de Suelos y Agua de la Universidad para la realización del estudio se regó una finca platanera con esta agua y posteriormente se recopilaron distintas muestras.

Tras analizarlas se demostró que las aguas regeneradas cumplen con los requisitos de calidad exigidos para el riego de las plataneras. En las muestras no se encontraron nemátodos ni escherichia coli y tampoco se detectaron otros problemas de carácter microbiológico. En cuanto a la parte química, los resultados revelaron que no se detectó un aumento de la salinidad ni tampoco de la sodicidad de los suelos. 

"Yo entiendo a los agricultores que tienen miedo de usar aguas regeneradas, porque durante muchos años su calidad no era especialmente buena, pero la tecnología ha ido mejorando y el agua que está saliendo de la depuradora es francamente muy buena. No tienen que tener ningún tipo de temor. El futuro de su agricultura pasa por el uso de esas aguas", explicó la catedrática de Edafología y Química Agrícola en una entrevista concedida a este medio.

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