Una vez más el Gobierno local del PP se ha chocado con la realidad de lo que supone gobernar en minoría simple -14 concejales a dos de la mayoría absoluta- al necesitar del apoyo de la oposición para sacar adelante sus propuestas y que no siempre está por la labor de hacerlo. Esta dinámica, que se repite como el día de la marmota desde que Sanz comenzó su mandato y que le ha impedido, entre otros asuntos, haber aprobado sus primeras Cuentas públicas -con la prorroga del Presupuesto de 2023-, se ha vuelto a repetir este jueves en el pleno ordinario.
Así, el PP no ha conseguido sacar adelante la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) necesaria para impulsar el nuevo barrio junto al Puerto de Sevilla al contar con los votos en contra de Vox y la coalición de Podemos-IU, y la abstención del PSOE, pese a tratarse de un proyecto que impulsó y aprobó este último partido. La oposición en bloque defiende que no se han tenido en cuenta las alegaciones de las muchas asociaciones de vecinos que están en contra. Y el grupo popular los tacha de "irresponsables", y en particular, al partido socialista, le ha reprochado que no haya sido "coherente" al haber nacido la operación durante sus años de gobierno.
Cabe recordar que hace poco más de un año, el gobierno socialista de Antonio Muñoz firmó un acuerdo con la Autoridad Portuaria -entidad promotora- para el desarrollo de este nuevo distrito urbano. "La colaboración del Ayuntamiento es permanente para seguir haciendo del Puerto parte fundamental del nuevo ciclo inversor que vive la ciudad en estos momentos" destacaron entonces en la presentación del plan. Una postura de la que ahora parece alejarse a tenor de lo sucedido en la sesión plenaria de esta mañana.
En concreto, lo que se dirimía este jueves era la aprobación provisional de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) correspondiente a la reordenación de los terrenos de la margen oriental de la Avenida de las Razas, de dos kilómetros de longitud, que el pleno municipal ya había aprobado inicialmente con el gobierno anterior.
Esta operación urbanística de remodelación posibilitaría contar con 98.000 metros cuadrados de edificabilidad, un 30% más del que preveía el PGOU de 2006. De estos, 82.000 serían para usos residenciales donde se contemplaba construir 700 viviendas (226 viviendas protegidas y 474 de renta libre); y 16.000 para usos terciarios, que admiten diferentes posibilidades comerciales o de oficinas, por ejemplo.
Además contaría con zonas verdes, áreas de equipamientos públicos y espacios para servicios avanzados, como e. Todo ello como parte de un proyecto más ambicioso que ocupa en total 57 hectáreas, que albergaría además de un hotel, recuperaría el puente de Alfonso XIII y contaría con circuitos peatonales, para bicicleta, y conexión con el anillo verde y el transporte público.
Según ha esgrimido el delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, el objetivo fundamental de la operación es "el desarrollo de unos suelos que tras más de 15 años desde la aprobación del PGOU", no cuentan con una "integración efectiva en la ciudad", defendiendo que la propuesta de reordenación se basa en ejes como ampliación de la avenida de Las Razas y la centralidad de su intersección con la calle Páez de Rivera; la reducción de la edificabilidad global inicialmente prevista para estos terrenos en el planeamiento urbano para "eliminar el efecto barrera" de las construcciones; o la incorporación de usos lucrativos en la zona.
En el asunto, eso sí, pesa la posición contraria de más de una decena de entidades vecinales, que son: Bermejales 2000, Bermejales Activa, Foro Heliópolis, Heliópolis Las Siete Calles, Los Andes, Pedro Salvador, Pisos Sector Sur (Inquilinos Corazón de María de los Pisos Municipales de Heliópolis de Sevilla), Puerto de Sevilla, Reina Mercedes y el AMPA Torre de Babel del CEIP La Raza, junto a la Asociación Parque Vivo del Guadaíra.
Advierten que la actuación planteada adolece de "dotaciones como aparcamientos para residentes, zonas deportivas o sanitarias, que aseguren un entorno urbano que propicie la salud y el bienestar de la comunidad"; además de que "se imponen mayoritariamente usos lucrativos sobre el uso público del espacio" y se "desatiende la cohesión urbana con la infraestructura ya existente", pues la "falta de permeabilidad de las nuevas construcciones compromete la integración espacial y social de los barrios del entorno".
Y precisamente este pasado miércoles se manifestaron contra la operación traída a pleno este jueves al no contemplar ninguna de la cinco alegaciones formuladas en contra por las asociaciones, dos de ellas de la Comunidad de Propietarios Chaves Rey, una de la Asociación de Vecinos Puerto de Sevilla, otra de la entidad Palmera Agenda 2029 y una más de la estación de servicio de la avenida de Las Razas.
En esta misma línea se ha mostrado la portavoz del grupo de Podemos e IU, Susana Hornillo, que ha señalado precisamente la posición contraria de las citadas asociaciones vecinales, reclamando que a la hora de reordenar estos suelos "no se prioricen los usos lucrativos" y acusando al Gobierno local del PP de gobernar para el interés "de unos pocos".
Por Vox, el edil Fernando Rodríguez Galisteo ha manifestado que su grupo no se opone al desarrollo como tal de estos suelos, pero ha considerado que las movilizaciones de las asociaciones prueban que "no hay una amplia aceptación" de los términos de la propuesta. Así, ha considerado "llamativos" que rechacen la operación diez entidades vecinales "de todos los colores políticos", con lo que ha reclamado "valorar las reivindicaciones" vecinales.
En el caso del PSOE, el concejal Francisco Páez ha apostado por "llegar al mayor de los consensos", acusando al Gobierno local del PP de "no escuchar a los vecinos" y "no atender" sus alegaciones.
Dado el caso, a la hora de la votación la propuesta ha sido rechazada. Tras ello, el edil popular, Juan de la Rosa, ha criticado la "irresponsabilidad de la oposición", asegurando que el documento tumbado es "el mismo" que cuando el PSOE gobernaba el Ayuntamiento, aunque con la incorporación del "compromiso de la Autoridad Portuaria" para aportar 2,5 millones de euros para costear "equipamientos" en la zona. "Esos terrenos tienen que incorporarse a la ciudad de una vez por todas", ha aseverado.
Curiosamente, el Puerto de Sevilla ha comenzado estos días a derribar la planta de hormigón ubicada en el muelle de Tablada, en desuso desde hace más de veinte años y de cara al futuro barrio previsto, adelantándose al pleno en el que se iba a dirimir una de las patas de este proyecto urbanístico. Quién iba a pensar que el Gobierno que lo impulsó no lo iba a apoyar un año después, a pesar de incorporar todo este sector de la zona portuaria a la trama urbana de Sevilla, según esgrima la entidad promotora.
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