Las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales son cada vez más frecuentes debido al cambio climático. Es frecuente ver calles llenas de agua en la que los coches apenas pueden circular, pero... ¿A dónde va a parar toda esa agua cuando termina el temporal?
Los tanques de tormentas son la respuesta a este problema y en Arroyofresno (Madrid) se encuentra el más grande del mundo, según declara a Atlas Manuel Rodríguez, subdirector de conservación de infraestructuras de canal de Isabel II: "El Canal de Isabel II gestiona en Madrid 65 tanques, la suma del volumen de los tres mas grandes es el mismo de los otros 467 que hay en el resto de España".
Situado justo debajo de un campo de golf, este tanque de tormentas acumula más de más de 400.000 metros cúbicos de agua, lo que supone más de volumen de toda la torre Picasso. Los tanques de tormentas son unos embalses subterráneos llenos de agua de lluvia que se filtra a través de las alcantarillas.
Sin embargo, Madrid no es la única ciudad que dispone de este tipo de construcciones, otros lugares como Valencia y Barcelona también disfrutan de este sistema. Hace 25 años que España cuenta con tanques de tormenta y, desde entonces, "nos protegen de inundaciones y protegen en nuestros ríos para evitar contaminaciones", cuenta Rodríguez.
"Esas primeras aguas que se ha demostrado que son contaminantes se almacenan aquí y cuando deja de llover se transportan a la depuradora donde se tratan y se echa al cauce, pero ya en buenas condiciones", explica el subdirector.
Además, las instalaciones cuentan con un sistema de extracción de aire y sensores de gases para lograr que se renueve. Las aguas son impulsadas a través de un sistema de tuberías con destino a una depuradora o a otros colectores.
En otras ciudades el agua de la lluvia va a los ríos sin depurar porque se considera que el agua va limpia, pero en Madrid creen todo lo contrario: "Este sistema unitario es mejor porque una tubería que lleva aguas fluviales acaba en un cauce, pero como se ha demostrado que son contaminantes, que esas aguas vayan al río sin un tratamiento es malo, lo suyo es que vayan a una depuradora y se trate allí", explica Rodríguez.
El tanque de tormentas de Madrid se construyó en 2008 y durante los primeros 10 años a penas se llenó tres o cuatro veces, pero en los últimos cinco años, se ha llegado a llenar hasta ocho o nueve veces. Sin estas infraestructuras, todo esa agua contaminada habría llegado a ríos, lo que demuestra que el cuidado del mar, también debe comenzar en las grandes cuidades.
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