Los funcionarios de prisiones piden mayor seguridad tras el crimen de la cocinera de Tarragona

Trabajadores concentrados en la cárcel Mas Enrich de Tarragona
Trabajadores concentrados en la cárcel Mas d´Enric  de Tarragona
Eric Renom/LaPresse
Trabajadores concentrados en la cárcel Mas Enrich de Tarragona

Los sindicatos de prisiones se han concentrado este viernes frente a buena parte de los centros penitenciarios españoles para exigir mejoras en la seguridad después del asesinato de una cocinera a manos de un reo en la cárcel de Mas d'Enric de Tarragona.

Las concentraciones, convocadas frente a los 81 centros penitenciarios dependientes del Ministerio del Interior, se han iniciado sobre las 12.00 horas con un minuto de silencio en memoria de Nuria, la trabajadora asesinada en el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE) de la prisión catalana.

En las protestas, a las que se han sumado los sindicatos CSIF, CCOO, Acaip, UGT, CIG y Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM), han participado varios miles de funcionarios que suponen un porcentaje elevado de aquellos que este viernes se encontraban en sus puestos de trabajo, según han señalado los responsables sindicales.

Jorge Vilas, responsable nacional de CSIF prisiones, ha asegurado que unos 4.000 funcionarios se han adherido a las concentraciones, asistencia que ha calificado de "masiva" y a la que solo han fallado aquellos que debían ofrecer servicios mínimos.

Primera funcionaria muerta en el trabajo

En ellas ha sido palpable, ha dicho, la "frustración y dolor" por el asesinato de Nuria, "algo que muchos sabíamos que podía suceder" y que para el sindicato supone haber cruzado "una línea roja".

"No podemos permitir que la administración siga con el buenismo y la falsa reinserción. No es la primera vez que ocurre algo así con internos que no están preparados" para trabajar en un CIRE, en este caso en la cocina de Mas d'Enric, donde tenía acceso a cuchillos, ha subrayado Vilas.

Por ello, desde CSIF han exigido que se incremente la seguridad de los funcionarios de prisiones con medidas como reconocerlos como agentes de autoridad, la modernización de las medidas coercitivas y de vigilancia -como permitir el uso de pistolas táser- y endurecer el régimen disciplinario dentro de las cárceles.

En la misma línea se ha manifestado José María López, responsable de salud laboral de CC OO en Instituciones Penitenciarias, quien ha cifrado entre el 70 y el 80% la adhesión y ha apuntado que la muerte de Nuria, la primera funcionaria de prisiones asesinada en su puesto de trabajo, "rompe todas las barreras".

"Habíamos visto agresiones muy brutales, pero no asesinatos. Perder la vida no puede ser una consecuencia de ir a trabajar e, igual que nosotros tenemos que garantizar la integridad física de los reclusos, las autoridades tienen la misma responsabilidad con nosotros", ha subrayado.

Políticas penitenciarias "buenistas"

López ha exigido que los protocolos no sean reactivos sino preventivos pues las agresiones, ha asegurado, son evitables si se toman las medidas necesarias.

Desde TAMPM también han tildado las políticas penitenciarias de "buenistas", "negligentes" y "peligrosas" y han exigido la dimisión de las autoridades competentes en el caso de que no actúen para cambiar la situación de indefensión.

"La reinserción sin seguridad no es posible, como no es aceptable la alarmante falta de personal en los centros, que obliga a que dos funcionarios custodien habitualmente a 180 internos, ni la falta de medios materiales y técnicos y de formación", ha expuesto el sindicato en un comunicado.

El crimen se produjo la tarde de este miércoles cuando el interno, quien también trabajaba en la cocina, le asestó varias puñaladas mortales a Nuria y posteriormente se quitó la vida.

Según el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), el preso cumplía una condena de 11 años de cárcel, que expiraba en 2027, por el asesinato confeso a puñaladas de una mujer prostituida en abril de 2016. 

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