El desafío del PP en Cataluña: liquidar la tensión interna, integrar a Cs y amortizar su rechazo a la amnistía

El presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.
 EP
El presidente del PP nacional, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.

"Vamos a ser la voz de todos los catalanes que no se resignan a que la política sea lo que representa una parte del arco parlamentario del Parlament de Cataluña". Con estas palabras, el líder nacional del PP daba este jueves inicio a la precampaña electoral en Cataluña al día siguiente de conocerse el adelanto electoral. Alberto Núñez Feijóo escogió el debate de la amnistía —en el que apenas contaba con siete minutos— para avanzar su marco de actuación en un territorio en el que los populares tratan de salir de la irrelevancia desde hace años. Y lo harán con el desafío de liquidar la tensión interna entre la dirección nacional y el partido en Cataluña, absorber lo que queda de Ciudadanos y amortizando su rechazo a la amnistía: "No vamos a dejar solos a los catalanes que ustedes quieren borrar", avisó desde la tribuna a los socialistas y a los independentistas.

El PP de Feijóo parte de una base favorable y un contexto del que tendrá que sacar rédito. Por un lado, su meta es la de crecer en escaños. Por otro, rentabilizar su bandera contra la amnistía frente a las cesiones de un PSOE que ha hecho bandera en Cataluña de la "reconciliación". "Es cierto que el PSC es muy fuerte en Cataluña, pero también es cierto que la mitad de su electorado (según el CIS catalán) rechaza la amnistía. Eso es una oportunidad", sostienen fuentes territoriales del PP, que ven una "oportunidad extraordinaria de acabar con el procés y con el sanchismo" si el 12 de marzo el PP logra "un gran resultado".

Además, parte de una base electoral muy baja, por lo que manejan buenas expectativas de crecimiento. Su meta solo puede ser la de aumentar los tres escaños que tiene ahora. "El PP, según todas las encuestas, recupera el liderazgo del constitucionalismo en Cataluña, algo que se perdió en 2014, primero con Cs y luego con Vox", apuntan los populares. Por esta razón, la dirección nacional comenzó hace unos meses un proceso de integración de Ciudadanos, que en Cataluña tiene el doble de representación que la de los populares [seis escaños]. 

De ahí que el equipo de Feijóo trabaje en integrar a los dirigentes que aún quedan activos del partido naranja, como pueden ser Carlos Carrizosa, Adrián Vázquez o Jordi Cañas. Según explican en Génova, el objetivo es que "no se pierdan más personas talentosas como, por ejemplo, Begoña Villacís". Todo ello teniendo en cuenta que comparten "sensibilidades políticas" semejantes y que en Cataluña buscan lo mismo. En todo caso, los dirigentes de la marca naranja que quieran sumarse al proyecto deberán hacerlo bajo las siglas del PP. Esta es la exigencia de Feijóo. 

Todo ello deberá ir acompasado con la elección de listas y, sobre todo, de la elección del candidato. Antes del 1 de abril, Feijóo deberá oficializar la candidatura de su presidente autonómico actual, Alejandro Fernández, o impulsar a otro dirigente; deberá escoger entre un líder con el que no mantiene buena sintonía y que se ha rebelado contra las directrices de Génova, pero que ya está afianzado en Cataluña o nombrar a un nuevo candidato en tiempo de descuento. 

Por el momento, en Génova evitan abordar el tema, como han hecho los últimos meses con el Congreso del PP en Cataluña que iban a celebrar y que ya no pueden hacerlo porque el sistema se lo impide con las urnas convocadas. Solo les queda nombrar al candidato a dedo. Pero tampoco hablan de nombres porque se encuentran en una "fase inicial", dado que las elecciones en Cataluña estaban previstas para 2025. 

Sea o no el candidato final, Alejandro Fernández ya ha marcado las que serían sus temáticas de campaña. "Hace tiempo que sostenemos, y el tiempo nos ha dado la razón, que el procés no traía la independencia de Cataluña sino su decadencia: los peores datos de calidad educativa de la Unión Europea, los peores datos de okupación e inseguridad ciudadana de toda España, el mayor número de salida de empresas, la peor gestión de la sequía y la parálisis institucional, la desconfianza y el bloqueo constante". Así es como, parece, que el PP tratará de ganar peso en uno de los pocos territorios en los que no gobierna y que da por imposible.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento