Reducir el ahorro y el gasto, pero también trabajar más y endeudarse: la reacción de los hogares para afrontar la subida de precios

Una mujer realiza sus últimas compras antes de la cena de Nochebuena en un mercado, a 24 de diciembre de 2023, en Madrid (España).
Una mujer compra en un mercado de abastos de Madrid (archivo).
Ricardo Rubio / Europa Press
Una mujer realiza sus últimas compras antes de la cena de Nochebuena en un mercado, a 24 de diciembre de 2023, en Madrid (España).

El alza de los precios ha hecho mella en el bolsillo de los hogares en los últimos años. La recuperación de la actividad tras el parón de la pandemia y la posterior crisis energética desencadenada por el estallido de la guerra en Ucrania empujaron la inflación a niveles inexplorados. La tasa de variación anual del IPC alcanzó el 10,8% en julio de 2022, el dato más alto desde que existen registros, y los alimentos llegaron a encarecerse un 16,6% entre febrero de 2022 y el mismo mes de 2023. Estas subidas obligaron a los consumidores a buscar la forma de subsistir con un poder adquisitivo cada vez más mermado. Recortar el ahorro y los gastos han sido las estrategias más utilizadas, pero los hogares han recurrido también a trabajar más y a endeudarse, y lo han hecho incluso en mayor medida que en el resto del continente.

Según un estudio publicado este viernes por el Banco de España, a la hora de realizar sus compras el 49,5% de las familias han buscado alternativas más favorables a través de ofertas o productos menos costosos para mitigar el impacto de la inflación. La investigación, firmada por la economista Carmen Martínez y elaborada a partir de la encuesta del Banco Central Europeo (BCE) sobre las expectativas de los consumidores, compara la reacción de las familias españolas a la subida de precios con la demostrada en el resto de la eurozona, donde la búsqueda de alternativas más baratas ha sido también la fórmula más extendida, a la que se han visto obligados a recurrir el 54,4% de los hogares.

Junto a esta estrategia, las opciones más habituales han sido la reducción del ahorro y del gasto. El 37,7% y 32,8% de los consumidores españoles han puesto en práctica estas recetas, una proporción superior al 31,1% y 25,5% que lo hicieron en la eurozona. De este modo, la inflación ha provocado que los consumidores administren de manera diferente su dinero, aunque apenas un 7,7% de los españoles han llegado a retrasar la compra de bienes duraderos, como un coche o una vivienda.

Más allá de recortar o posponer los gastos, otra opción para hacer frente a la inflación ha sido aumentar los ingresos. En ese sentido, un 15,8% de los españoles se ha visto empujado a trabajar más, ya sea ampliando su jornada o buscando un segundo empleo, una estrategia más utilizada en España que en el resto de la eurozona. De hecho, el estudio señala que el número de personas en situación de pluriempleo en el país ibérico creció entre septiembre de 2022 y el mismo mes de 2023 un 6,8%, frente al aumento del 1% observado en la Unión Europea.

"Los jóvenes, las mujeres y las personas de menor nivel educativo o que residen en régimen de alquiler han optado, con más frecuencia que el resto, por aumentar el número de horas trabajadas para hacer frente a la inflación", destaca el estudio. La disponibilidad o no de un colchón con el que amortiguar la subida de precios explica la heterogénea reacción de los hogares a la crisis inflacionista. Un 19,5% de las familias con menos recursos buscaron fórmulas para trabajar más y así incrementar sus ingresos, mientras que el porcentaje se situó en el 14,4% entre los consumidores en una situación más holgada.

En cambio, las familias más pudientes han demostrado una mayor capacidad para conseguir incrementos salariales sin tener que trabajar más, ya sea manteniendo su empleo o cambiando a otro en condiciones similares. "Probablemente refleja un poder de negociación relativamente más fuerte en este grupo de población, en el que se concentran trabajadores con puestos de trabajo que requieren conocimientos más específicos", explica la investigación.

Recurrir a préstamos

Los hogares españoles también han recurrido en mayor medida a endeudarse para afrontar la subida de precios. En concreto, un 11,2% de las familias han pedido más créditos de lo habitual, una proporción más de dos puntos superior a la media europea. Esta opción ha sido significativamente más empleada por las familias con menores recursos, de las cuales el 23% se han visto empujadas a pedir préstamos para encarar la inflación, frente al 6,5% que lo han hecho entre las más pudientes.

Según datos del Banco de España, los créditos de las familias destinados al consumo crecieron en diciembre de 2023 un 2,7% con respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 99.260 millones de euros. Aun así, la morosidad se mantiene contenida. El año pasado los bancos redujeron su cartera de créditos de dudoso pago en 1.291 millones de euros, manteniéndose en el 3,54% la ratio de préstamos más susceptibles de no ser devueltos.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento