Madrid es hogar del arte y la cultura, con el Museo del Prado y el Reina Sofía como máximos exponentes, y también de la historia del universo: en sus fronteras acoge todo el patrimonio geológico, paleontológico y minearológico de España. Hablamos del Museo Geominero, que es en sí mismo una de las joyas más desconocidas de la capital hasta para sus propios habitantes.
Ubicado en Ríos Rosas número 23 del barrio de Chamberí, el inmueble, inaugurado en 1927 por Alfonso XIII por el XIV Congreso Internacional de Geología, sirve también como sede del Instituto Geológico y Minero de España, tal y como explica la página oficial de Turismo de la ciudad.
El edificio, además, fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento por la Comunidad de Madrid en 1998, y de él destaca su espectacular fachada monumental y la impresionante escalera imperial bordeada por parejas de columnas de piedra artificial que soportan la bóveda acristalada.
Por qué merece la pena visitar el Museo Geominero
Si vives en Madrid, el Museo Geominero es una visita obligada: un total de 40.000 minerales, 1.500 ejemplares de rocas y alrededor de 67.000 microfósiles se encuentran en él, aunque solo unos 19.000 aparecen expuestos en él.
Entre esas miles de piezas podrás disfrutar desde rocas especiales, como meteoritos, a la réplica del cráneo más completo de Tyrannosaurus rex conocido, el esqueleto casi completo de un oso de las cavernas del Pleistoceno de Madrid y Guipúzcoa, o los dientes del megatiburón del Plioceno de Málaga y Huelva. Y también de gemas como rubíes, zafiros o esmeraldas.
La entrada al Museo Geominero, que tiene horario de lunes a domingo y festivos entre las 9:00 y las 14:00 horas (excepto 24, 25 y 31 de diciembre, y 6 de enero, que cierra), es gratuita, y es posible llegar en Metro (líneas 1 y 7), autobús (líneas 3, 5, 12, 37, 45, 149 y N23) y Cercanías (Madrid-Nuevos Ministerios).
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