En medio del vasto mar Mediterráneo, entre las costas de Marruecos y la provincia de Almería, se encuentra un pequeño tesoro geográfico: la Isla de Alborán. Este islote, de origen volcánico y forma triangular irregular, se erige como un punto de encuentro entre dos continentes.
La Isla de Alborán, con sus escasos 660 metros de longitud y una superficie de apenas 0.0712 kilómetros cuadrados, es un lugar que parece desafiar la lógica. Su ubicación es estratégica: a unos 55 kilómetros al norte de la costa de Marruecos y a 85 kilómetros al sur de Almería.
A tan solo 100 metros al nordeste de la Isla de Alborán, se encuentra un diminuto islote llamado La Nube. Separado por un canal de no más de dos metros de profundidad, conocido como el canal de las Morenas, La Nube comparte la historia y la geografía de su vecina mayor.
Historia de la Isla de Alborán
Desde el siglo XVI, la Isla de Alborán ha sido posesión española. Su historia está marcada por la batalla contra el corsario tunecino Al-Borany, quien la había convertido en su base de operaciones. Tras arrebatársela, la isla fue llamada inicialmente la isla de Al-Borany, pero con el tiempo su nombre evolucionó hasta convertirse en el topónimo actual, Alborán, que se emplea para mencionar tanto a la isla como al mar. Hoy en día, la isla pertenece al municipio de Almería y su faro es administrado por el puerto local.
A pesar de su modesto tamaño, Alborán alberga una gran riqueza natural. Su área está protegida como reserva marina y de pesca desde 1997 debido a su biodiversidad. Además, ha sido declarada Paraje Natural por la Junta de Andalucía y zona de especial protección para las aves (ZEPA). En sus aguas, se encuentran especies marinas únicas y corales que forman un ecosistema frágil pero vital.
La Isla de Alborán en la actualidad
Actualmente, la Isla de Alborán está habitada por un destacamento de la Armada Española que no alcanza las 15 personas. Además del faro, cuenta con un helipuerto, un pequeño cementerio y un puerto. Su futuro es incierto, ya que enfrenta desafíos como el cambio climático, sin embargo, su papel en la historia y la naturaleza la convierten en un lugar único y valioso.
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