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El PP Europeo respalda el rotundo rechazo de Feijóo a la amnistía a los líderes del procés porque va "en contra de los valores europeos"

Cumbre del PPE en Bucarest, con Feijóo. ROMANIA PARTIES EU ELECTIONS
Cumbre del PPE en Bucarest, con Feijóo. ROMANIA PARTIES EU ELECTIONS
ROBERT GHEMENT / EFE
Cumbre del PPE en Bucarest, con Feijóo. ROMANIA PARTIES EU ELECTIONS

El Partido Popular Europeo ya está preparado para las elecciones de junio y acabará de armarse del todo para la cita en un congreso que se celebra este jueves y viernes en Bucarest, en el que sobre todo se reafirmará a Ursula von der Leyen como candidata para presidir la Comisión Europea. Pero también se sentarán las bases de un programa centrado especialmente en tres pilares: la protección del Estado de Derecho, la inversión en Defensa y la política migratorio. En este sentido, la primera pata casa directamente con la ley de amnistía que prevé aprobar pronto el Gobierno de Pedro Sánchez y que rechaza de plano el PP. Esa oposición de Feijóo la reafirman sus colegas a nivel europeo.

"Hemos defendido que esta norma va en contra de los valores europeos, y lo seguiremos haciendo", insisten fuentes consultadas por 20minutos, con un mensaje que abrazarán las caras más visibles del partido, como son la propia Von der Leyen -aunque esta no se moje demasiado- y también líderes como el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis o su homólogo finlandés, Petteri Orpo. El apoyo también lo encontró Feijóo en el presidente rumano, Klaus Iohannis, con quien el líder del PP ya se ha visto en el congreso que arranca este jueves.

En torno a la ley de amnistía es el PP español el que lógicamente lidera el discurso, y así lo hará ver Feijóo en su breve intervención ante el plenario. "Hay que poner en el foco lo que está pasando en España. Esta ley de amnistía es la abolición del Estado de derecho porque lo que hace es olvidar, borrar, los delitos cometidos de corrupción. Va a ser una amnistía masiva, incluyendo también delitos de terrorismo. Esto no ha pasado jamás en un Estado miembro", explicó ya hace tiempo en una entrevista con este medio Dolors Montserrat, portavoz popular en el Parlamento Europeo y vicepresidenta del PPE.

Además, los precedentes, dicen los conservadores, dicen lo que puede pasar en España si la norma sigue adelante, con ejemplos como Hungría o Polonia, a los que se les ha congelado parte de los fondos europeos. En el caso español se suma además la trama Koldo, sobre la que se investiga si hay vínculos con las ayudas pospandemia. Por eso la lucha anticorrupción será también parte del discurso del PPE. "Los demócratas tenemos que estar unidos en defensa de nuestra libertad. Esto no es una cosa solo del PP", concluyó en su momento Montserrat.

Feijóo, con todo, ya ha visto en abierto el apoyo por ejemplo de Manfred Weber, que tuvo un agrio encontronazo con Pedro Sánchez en la Eurocámara hace unos meses a cuenta de la amnistía, y es la voz más rotunda hasta ahora a nivel europeo en el rechazo a la medida que prepara Moncloa y que avanza ya contrarreloj para que pueda salir adelante en las próximas semanas. Los populares españoles quieren subirse, en ese escenario, a una ola muy positiva para el PPE: están recuperando gobiernos, son favoritos en las encuestas para este domingo en Portugal y las encuestas les sitúan claramente en cabeza para las elecciones europeas de junio.

El apoyo del PP a Von der Leyen para que siga como presidenta de la Comisión Europea se da casi por hecho, pero Feijóo espera cerrarlo con un compromiso por parte de la alemana "para reforzar la lucha contra la corrupción", con España ahora mismo en el foco. Parece muy claro que lo tendrá. Pero no todos en el PPE piensan igual, y los Republicanos franceses ya han dicho que no respaldarán a la germana porque es, aseguran, "la candidata de Macron".

Defensa, migración y la sombra de la crisis agrícola

"Nuestro programa siempre ha sido muy claro, nosotros no cambiamos de opinión", reiteran las fuentes del PPE consultadas justo antes de ese congreso en la capital rumana. Pero los tiempos cambian y las prioridades también. Ahora mismo hay un dato relevante: los Ejecutivos que lideran formaciones del PPE engloban a un total de 96 millones de europeos en diferentes puntos de la UE, y por eso las campañas nacionales tendrán que adaptarse. 

En general, la Defensa será un elemento clave, como ya ha demostrado Von der Leyen con sus últimos discursos o con la propuesta de una estrategia a nivel comunitario. La alemana quiere tener un comisario específico del ramo si repite al frente de la Comisión Europea aunque no quedan muy claras sus competencias, que pueden estar más orientadas al punto de vista industrial. Europa tiene que estar preparada para ser autónoma, insiste una líder que ya fue ministra de Defensa durante la era de Angela Merkel. Sabe por tanto de lo que habla y lo que hacen los populares, dicen, es "una llamada de atención".

La migración será otra de las patas fundamentales en el programa del PPE, sobre todo para competir con el enfoque de la derecha radical y tratar de atraer nuevos votantes, sobre todo en los países fronterizos, como es el caso de España y Grecia. "Celebraremos acuerdos con terceros países para garantizar que los solicitantes de asilo también puedan recibir protección de forma civilizada y segura. Queremos aplicar el concepto de terceros países seguros. Tras el éxito de la aplicación del concepto de tercer país, proponemos admitir en la UE una cuota de personas necesitadas de protección a través de cuotas humanitarias anuales de individuos vulnerables", resumen.

La sombra alargada para el PPE es también la de la crisis agrícola. Por eso plantean en parte un nuevo enfoque para el Pacto Verde Europeo, precisamente una política muy abrazada por Von der Leyen desde 2019. Pero los conservadores quieren más pragmtismo. "Europa no debe desindustrializarse en este camino ambicioso, sino que debe mostrar al mundo que la transformación hacia la neutralidad de carbono se puede lograr a través de nuestras empresas", sostienen. Esto quiere decir que hay que actuar en dos frentes: el climático y el industrial. Y por eso, sentencian, ven necesario aumentar "los incentivos" en lugar de hablar de "prohibiciones".

¿Y los pactos poselectorales? Esa es otra de las grandes incógnitas y de momento no se despeja. Atrás parece haber quedado una división en el PPE entre el ala Von der Leyen, que no quería acercamientos con la derecha radical, y el lado de Weber, partidario de explorar acuerdos con ECR, grupo liderado por Giorgia Meloni. Ahora la presidenta de la Comisión no se cierra del todo, pero pone condiciones: defensa de los valores europeos y nada de acercamientos con Rusia. A los populares, en conclusión, se le pueden abrir solo dos opciones tras las elecciones; tendrá que elegir, parece, entre reeditar la mayoría centrista con socialdemócratas, liberales e incluso verdes o moverse hacia la derecha para pactar precisamente con el grupo en el que está, entre otros, Vox.

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