Feromonas caninas: qué son y por qué pueden sernos muy útiles en el día a día con nuestro perro

Un perro tumbado y relajado.
Un perro tumbado y relajado.
20MINUTOS
Un perro tumbado y relajado.

En el día a día con nuestro perro pueden surgir numerosas situaciones estresantes para ellos: las visitas al veterinario, los viajes en coche, el cepillado, los baños... Por este motivo, es importante que, además de intentar acostumbrarles desde que son pequeños a este tipo de actividades, también conozcamos trucos para que sean más llevaderas.

Aquí es donde entran en juego las feromonas caninas pero... ¿Qué son exactamente? La doctora Ángela González Martínez, especialista en Medicina del comportamiento por el European College of Animal Welfare y Behavior Medicine, máster en Etología Clínica y Bienestar Animal por la Universidad de Zaragoza y responsable del Servicio de Etología del Hospital Veterinario Universitario Rof Codina en Lugo, explica a 20minutos.es qué son y cómo podemos utilizarlas a nuestro favor.

"Se trata de sustancias químicas que emiten algunos seres vivos (en este caso los perros) y que tienen una función comunicativa con los individuos de su misma especie", detalla. "Los perros las pueden utilizar como reconocimiento individual, para marcar un territorio o para apaciguar a los cachorros que están mamando, entre otras funciones".

Ayudan a relajar a los perros adultos

Aunque nosotros no emitimos estas sustancias a nuestros perros, sí que podemos encontrar feromonas comercializadas en las tiendas especializadas para mascotas. "Ésta son análogos sintéticos de feromonas de la glándula canina", expresa González.

"Se secretan cuando la hembra está lactando y tienen una función apaciguadora, así los cachorros se relajan mientras están mamando", agrega la experta. "De una forma parecida, los análogos sintéticos de las feromonas apaciguadoras ayudan a relajar a los perros adultos, haciendo que el amiente en el que vivan sea más agradable y algo menos estresante".

Son sustancias que no tienen efectos adversos

De esta forma, las feromonas pueden ayudarnos a calmar un poco a nuestro compañero de cuatro patas si, por ejemplo, le da miedo viajar en coche y se pone muy nervioso; o si se estresa mucho en la peluquería canina; o si lo pasa mal durante la visita al veterinario.

"Son sustancias que no tienen efectos adversos y que se pueden encontrar en formato collar, spray o difusor (parecido a los ambientados que se enchufan)", concluye González.

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