Luis Argüello es desde este martes y para los próximos cuatro años el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). El actual arzobispo de Valladolid sustituye al cardenal Juan José Omella.
Los obispos españoles, reunidos en la Asamblea Plenaria este martes, no han tenido dudas: Argüello, prelado conservador, ha sido elegido en primera votación y por mayoría absoluta (48 de los 78 votos). En la votación de sondeo que tuvo lugar la tarde de este lunes, el arzobispo de Valladolid ya despuntó entre el resto de los candidatos al conseguir 32 apoyos. A él le siguió el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, con 13 votos, y el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz con 10.
Abogado de 70 años, el lema episcopal de Argüello es Veni lumen cordium (Ven luz de los corazones), que remite a la necesaria concordia entre iguales para alcanzar la meta de la justicia social. Es previsible que viaje a Roma durante el presente semestre para reunirse con el Papa Francisco y también es posible que se reúna con el jefe del Estado, el Rey Felipe VI y también con el Gobierno.
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha felicitado a Argüello y le ha deseado lo mejor en esta nueva etapa. "Queremos un trato con todas las confesiones donde se garantice el libre desarrollo de la personalidad y evitar cualquier discriminación", ha señalado el ministro.
Casi toda la vida en la iglesia y en Valladolid
Luis Javier Argüello García nació el 16 de mayo de 1953 en Meneses de Campos (Palencia). Realizó su formación secundaria y bachillerato, como alumno interno en el Colegio de Ntra. Sra. de Lourdes de los Hermanos de La Salle, en Valladolid, donde obtuvo el Premio Nacional de Bachillerato.
Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, donde fue delegado entre 1974 y 1975. Obtuvo la licenciatura en 1976, con Premio Extraordinario fin de carrera. Fue profesor de Derecho Administrativo en su facultad, desde 1976 a 1981.
Ejerció como profesor del Colegio de Nuestra Señora de Lourdes desde 1981 a 1984. En aquellos años, fue miembro del Equipo de Pastoral de la Provincia La Salle del Noroeste de España y, en colaboración con Cáritas diocesana, trabajó en la atención a toxicómanos. Fue el primer presidente del movimiento Justicia y Paz en Valladolid.
En 1983, ingresó en el Seminario Diocesano. En la ciudad castellana cursó después los estudios eclesiásticos, en el Estudio Teológico Agustiniano. Fue ordenado sacerdote el 27 de septiembre de 1986 y desarrolló su ministerio sacerdotal en la diócesis vallisoletana.
Al cargo de secretario general de los obispos llegó en 2018 con fama de "dialogante y cercano"
Destaca la Archidiócesis de Valladolid que Argüello "ha participado en varios cursos y foros sobre asuntos relacionados con la espiritualidad apostólica en el momento actual de la vida de la Iglesia y de la sociedad, siendo publicadas algunas de esas intervenciones en diversas revistas y libros".
El 14 de abril de 2016 el papa Francisco le nombró obispo auxiliar de la archidiócesis de Valladolid. Recibió la consagración episcopal el 3 de junio del mismo año. El viernes 17 de junio de 2022 fue nombrado arzobispo de esta diócesis, de la que tomó posesión el 30 de julio de este mismo año.
El plan para reparar a las víctimas de abusos
Antes de ser arzobispo, Argüello trabajó como formador en el seminario diocesano, vicario, delegado de pastoral vocacional, rector del seminario, vicario episcopal, luego general. Desde 2018 y hasta noviembre de 2022 fue secretario general de los obispos, cargo al que llegó con fama de "dialogante y cercano".
En esa etapa no fue protagonista de grandes controversias. Su mandato estuvo caracterizado por la búsqueda de consensos con el Gobierno, a pesar de los grandes desacuerdos en asuntos como la legislación educativa, la eutanasia o el aborto.
Sobre los abusos a menores en el seno de la Iglesia, Argüello siempre ha criticado que se ponga el foco únicamente en esta institución
La "ética sin fundamento", explicó hace meses durante una intervención, se encuentra detrás de todos los riesgos que en la actualidad, desde diversos estamentos y órdenes, erosionan la dignidad humana que siempre ha defendido este obispo por encima de corrientes, modelos y tendencias. En abril de 2023, Argüello se mostró "preocupado" por la "cultura dominante" del poliamor.
"Se puede vender con el envoltorio de una vida de 'jiji jaja' en la que cada cual puede hacer lo que quiera y cuando quiera pero luego pasa lo que pasa, y al mismo tiempo decimos: '¿Qué les pasa a los adolescentes? ¿Qué pasa con la salud mental? ¿Qué pasa con la nueva edición del malestar cultural?'", planteó entonces. Frente a ello, defendió la propuesta de la Iglesia de la vocación al matrimonio, a la paternidad y maternidad.
Ahora, como nuevo presidente de los obispos, tiene por delante el reto de hacer frente a los casos de abusos en la Iglesia y, en concreto, deberá pilotar la puesta en marcha del plan de reparación integral de víctimas de abusos. Argüello siempre ha criticado que se ponga el foco únicamente en esta institución y no en otros sectores de la sociedad.
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