El PSOE tiene confianza "absoluta" en llegar a un acuerdo para la ley de amnistía antes de que termine el plazo el próximo jueves a las 11.00 horas, cuando está convocada la reunión de la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados en la que se debe validar el texto que más adelante pasará al Pleno de la Cámara Baja. Además, según ha informado este lunes la portavoz socialista Esther Peña, no hay "ninguna modificación prevista" en la proposición de ley.

Tras la votación en la que, a finales de enero, Junts tumbó la medida de gracia, Peña afirma que se ha abierto "un periodo de reflexión" que desembocará previsiblemente en un acuerdo antes del jueves. "Espero que fruto de esa reflexión seamos capaces de impulsar esta ley de reconciliación", ha subrayado la portavoz del Partido Socialista en rueda de prensa. 

Los socialistas se sienten "cómodos y a gusto" con el documento consensuado con seis grupos parlamentarios y entienden que "este jueves se puede conseguir el apoyo mayoritario para aprobarse en esa Comisión de Justicia", tal y como ha declarado Esther Peña.

En privado, fuentes del partido se muestran igual de convencidas de que esta semana habrá 'fumata blanca'. "Voluntad" y "calidez" son algunos de los términos que utilizan para referirse a unas negociaciones que parecen ir en buena dirección, al menos según relatan en Ferraz. Sin embargo, la fórmula del PSOE para lograr que Junts dé por bueno un texto idéntico al que tumbó en el hemiciclo del Congreso sigue siendo un misterio. 

Sobre todo cuando el PSOE asegura que la "filosofía" de la norma en lo respectivo al terrorismo va a ser la misma que la última vez. "Ahí nos plantamos", han apuntado este lunes fuentes de la formación. Junto al blindaje de los delitos de traición -que también quedará igual, según indican en Ferraz-, el terrorismo ha sido el principal escollo de las conversaciones que Junts y el Gobierno mantienen desde hace un mes bajo la más absoluta discreción. 

El pasado jueves, el Tribunal Supremo imputó a Carles Puigdemont en la causa de Tsunami Democràtic, en la que se investigan las presuntas acciones terroristas de la plataforma y, ahora, la supuesta vinculación del expresident catalán con esta organización. Lejos de poner en jaque la negociación de la amnistía, los dos partidos interlocutores se muestran ahora más convencidos que nunca de que se llegará a un acuerdo. 

Este sábado, el líder fugado de Junts anunció que había llegado la hora de "dejar atrás el derrotismo", la hora de "priorizar los recursos económicos y materiales al servicio de la independencia y no a la lucha represiva". Eso sí, en ese mismo mensaje publicado en su cuenta de X (antes Twitter), advirtió de que "la represión no ha terminado, ni acabará, por más leyes" que se aprueben. 

También desde ERC creen que habrá acuerdo. Este mismo lunes, la portavoz republicana, Raquel Sans, ha indicado que PSOE y Junts están "acercando posiciones" para aprobar la medida de gracia. Según ha dicho, ERC mantiene abiertas las comunicaciones con ambos partidos y el mensaje es de "optimismo". 

Paralelamente, Esther Peña ha defendido que se trata de una ley "avalada por la sociedad catalana" y por la Comisión de Venecia, que en un borrador ha considerado legítimos los objetivos de la norma pese a afear la tramitación de urgencia. La norma, ha sostenido Peña, saldrá adelante el jueves y será "buena pasa España y Cataluña y para pasar página a una de las etapas más difíciles" que ha vivido el país.