En una situación en la que el mercado de la vivienda, tanto en ámbito de la compraventa como en del arrendamiento, está tan tensionado, aquellas personas que planean mudarse tienen un dilema muy habitual: ¿es mejor vivir de alquiler o comprar una casa? 

Mucha gente puede tener el prejuicio de que asumir las cuotas de un préstamo hipotecario tendrá un impacto mayor sobre la economía personal o familiar que pagar un alquiler todos los meses. Sin embargo, un reciente estudio de Tecnocasa concluye que, con el tiempo, la compra de una vivienda es más rentable. 

Qué es mejor opción ante la subida de tipos

El estudio de la inmobiliaria explica que, "en un contexto de abrupta subida de los tipos", puede que pagar las cuotas de un préstamo sea más caro que un alquiler. Pero para quien pueda asumir esos pagos, "a la larga, sale más rentable la compra", sin importar "en qué contexto macroeconómico o en qué ciudad esté el inmueble".

Esa es la conclusión que se desprende del estudio, realizado a partir del análisis de 670 ciudades españolas, a partir de la hipótesis de que una casa o se alquila por "900 euros al mes o se compra por 250.000 euros, para lo cual se pediría una hipoteca de 200.000 euros".

En un año, el alquiler sube una media de un 2,3% (a partir de las medias de inflación en España entre 2002 y 2023), por lo que, al final de ese periodo, un inquilino paga 359.496 euros y el propietario 316.702 euros, 43.000 euros menos. 

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El saldo siempre es favorable al comprador

Aunque según explican desde el estudio esa diferencia quedaría neutralizada con los alrededor de 50.000 euros de la casa que se pusieron de ahorro y algunos impuestos a la compra, los expertos explican que la propiedad de una vivienda consolidando un patrimonio, un saldo que "sale de la diferencia entre las rentas y lo que se ha pagado de intereses".

Al calcular ese saldo, "la operación siempre favorece masivamente la compra. En el ejemplo, sería de cerca de 243.000 euros a favor del comprador, ya que habría abonado 116.702 euros de intereses y el resto sería la amortización de capital con la que obtiene ese patrimonio".

El estudio concluye que, teniendo en cuenta este cálculo, "en ninguna de las 670 localidades analizadas saldría ganando el inquilino". De hecho, en las principales ciudades españolas el saldo favorable al comprador "no baja de los 100.000 euros".