La infanta Cristina, centrada en sí misma tras su divorcio: "Cuando le hablan de rehacer su vida, su respuesta es un no rotundo"

La infanta Cristina.
La infanta Cristina.
Pedro Puente Hoyos / EFE
La infanta Cristina.

Aunque fue a principios de 2022 cuando salieron a la luz las imágenes de Iñaki Urdangarin con su nueva pareja, Ainhoa Armentia, no fue hasta el pasado mes de diciembre cuando el exdeportista y la infanta Cristina firmaron el divorcio. Pero ahora, casi un mes después de la separación oficial, está claro que la hija de Juan Carlos y Sofía está feliz y disfrutando de su familia.

La hermana del rey Felipe VI sigue residiendo en Ginebra (Suiza), donde vive desde 2013, y parece que entre sus planes no está regresar a España, al menos de momento, pues allí disfruta de tranquilidad y privacidad, alejada del foco mediático.

Allí continúa con sus rutinas y aficiones habituales, desde madrugar y hacer deporte hasta encargarse de las labores del hogar, pues, según señala la revista ¡Hola!, no tiene mucha ayuda. También acostumbra a ir a misa los domingos, leer, escuchar música de todo tipo y salir con sus amigos a cenar o a hacer alguna escapada para esquiar.

Sin embargo, los rumores de que podría volver a su país natal son recurrentes, sobre todo porque en los últimos meses se la ha visto mucho por aquí.

Maleta en mano

La infanta Cristina está viajando mucho, aunque es algo a lo que está más que acostumbrada, pero no desaprovecha ninguna oportunidad de ver a su familia, especialmente a sus hijos, que viven por toda Europa: Juan Valentín (24 años) en Madrid, Pablo (23) en Barcelona, Miguel (21) en Londres e Irene (18) con ella en Suiza.

Tras el divorcio y después del 60 cumpleaños de su hermana el 21 de diciembre, pasó la Navidad en Zarzuela y, tras estas fechas tan señaladas, volvió a la capital dos veces. La segunda de ellas fue junto a su hija para cerrar los detalles del viaje de la joven con la ONG Sauce y, aunque su estancia fue breve, le dio tiempo a citarse con amigos y a disfrutar de tiempo con su hermana, la infanta Elena, para ir a visitar la Galería de las Colecciones Reales en el edificio anexo al Palacio Real de Madrid.

El pasado 17 de febrero, volvió a sorprender apareciendo en tierras españolas, en concreto, en los Carnavales del Mundo, celebrados en Las Palmas de Gran Canaria, donde fue junto a su prima Alexia de Grecia y su marido, el arquitecto Carlos Morales, y aprovechó para, según ¡Hola!, quedar con su amigo Domingo Manrique, campeón olímpico de vela.

Al día siguiente ya estaba de vuelta en Ginebra, pero el día 23 ya estaba de nuevo en Madrid para acudir a la boda de Marta Urquijo Barreiros, a la cual fue con su hermana.

Su última aparición pública fue en el Castillo de Windsor de Reino Unido, donde se celebró una misa en homenaje al rey Constantino de Grecia, su tío que falleció el 10 de enero de 2023. En el acto religioso también estuvieron presentes la infanta Elena, los reyes eméritos, Juan Carlos y Sofía, y Felipe y Letizia, dejando una esperada estampa de padre e hijo saliendo juntos y agarrados del brazo.

"Ojalá podamos reunirnos más", fue lo que deseó Juan Carlos I sobre su familia. Y parece que se está cumpliendo, pues ya se ha reunido con sus hijos varias veces, y no solo en Windsor, sino también el 5 de enero en Abu Dhabi por su 86 cumpleaños, donde también estuvo su hija menor.

"Ha encontrado la paz"

Está claro que la infanta ha cambiado mucho en poco tiempo, pues su mediático divorcio la ha hecho "sufrir muchísimo", tal y como declaran sus amigos a ¡Hola!. "Hubo lágrimas a mares, pero está lista para lo que venga y con muchas ganas de disfrutar de la vida".

Además, estas mismas fuentes aseguran que, después de muchos años de adversidades, la infanta Cristina "ha encontrado la paz" y no quiere saber nada de novios ni de bodas: "Puede pasar algo o alguien, pero, de momento, cuando le hablan de rehacer su vida, su respuesta es un no rotundo".

"No quiere atarse a nadie ni a nada", añaden. "Quiere vivir su libertad, así que parece que va a seguir los pasos de su hermana".

"Nunca se queja porque fue su decisión apostar todo por un matrimonio que creía indestructible", declaran sus amigos a la revista. "Habla sin rencor ni amargura, pero se nota que ha sufrido. No solo es lo que ha vivido, es también la exposición pública y el juicio durísimo al que fue sometida".

Mostrar comentarios

Códigos Descuento