Se cumplen diez días del fallecimiento de Ira von Fürstenberg, la aristócrata, diseñadora de joyas y una de las grandes caras de la sociedad marbellí de la segunda mitad del siglo XX. Sobrina del magnate de Fiat, Gianni Agnelli, Ira se casó cuando tenía apenas 15 años con Alfonso de Hohenlohe-Langenburg, ahijado de los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia. 

La aristócrata tuvo con él dos hijos, Christoph y Hubertus, y tuvo que hacer frente a la muerte del primero, quien falleció en 2006 en una prisión tailandesa en extrañas circunstancias después de ser detenido por falsificar su visado. 

Ello deja a Hubertus, de 65 años, como heredero universal de la fortuna de Ira, quien acumulaba, además de una tercera parte de los 100 millones que heredó de su madre, Clara Agnelli, varias casas en todo el mundo. 

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Además de su domicilio de Roma —en el que falleció—, Ira poseía un palacete en el Madrid de los Austrias que compró en 2018. Pero su casa más preciada era el cortijo Las Monjas, una finca que había adquirido Alfonso de Hohenlohe-Langenburg cerca de Ronda, en Málaga.

A todo ello hay que sumarle la colección de alta joyería que custodiaba Ira y diversas obras de arte. Todos estos bienes dan como resultado un montante total millonario que recibirá en su totalidad Hubertus.