Más de 1.200 tractores, según Unió de Pagesos, han protagonizado este martes una nueva jornada de protestas en las carreteras catalanas para denunciar "la competencia desleal de importaciones que no cumplen las mismas condiciones exigidas en las producciones agrarias de los países de la UE". La circulación se ha llegado a cortar en diez carreteras de Lleida y once de Girona.

Los agricultores han anunciado además que mantienen las manifestaciones para este miércoles s en los pasos fronterizos con el apoyo de los agricultores del sindicato francés Conféderatio Paysanne y pasarán la noche de este martes al miércoles en las carreteras cortadas. 

Jordi Ginebra, de Revolta Pagesa y Unió de Pagesos, ha manifestado que el paro se prevé indefinido por el momento, puesto que no se han cumplido los compromisos. "Esta vez, la intención es no marcharse. Hace quince días nos prometieron cosas que no se están cumpliendo y nos están dando largas", ha explicado.

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Cortes durante todo el día

Los cortes que se mantendrán este martes por la noche son en Girona, concretamente en la AP-7 de Borrassà a Vilademuls, en la N-II en Bàscara y Vilamalla, en la C-38 en Coll d'Ares y en la N-152 en Puigcerdà.

También se mantienen en Lleida en la AP-2 en el tramo Aitona - Albatàrrec, en la A-2 en Soses, Vilagrassa y Tàrrega-Granyanella, en la A-22 y N-240 en Almacelles, en la N-230 en Alfarràs y Pont de Suert, en la N-260 en Bordes y la C-14 en Bassella.

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Pero las acciones han empezado a primera hora de la mañana cuando han afectado a la AP-7 y la N-11 a la altura de Pontós, a la A-2 en Soses y Tàrrega -en ambos sentidos- y a la N-230 en Alfarràs. También se ha cortado la C-14 en Bassella y la A-22 en Lleida. 

Además, los agricultores también han podido interrumpir la circulación en la AP-2 durante un rato, a pesar de que había un dispositivo de los Mossos para impedirlo. En cuanto a la N-240, la han cortado varias veces, la última vez sobre las 13.15 horas después de haberse reabierto durante unos 20 minutos. 

Durante las protestas en las carreteras gerundenses, en Pontós y Puigcerdà, varios agricultores se han acercado hasta al menos cinco camiones procedentes de Marruecos que estaban atrapados en la AP-7. Una vez allí, les han quitado las cajas de fruta y verdura que transportaban -judías verdes y tomates- para tirarlas al suelo en señal de denuncia. El resto lo han donado al Banc d'Aliments.

A partir de las 11 horas, los agricultores han habilitado un carril y han dejado circular a las decenas de camiones que permanecían atrapados desde esta madrugada por el corte de la AP-7 en Pontós. 

Exigen compromisos a las administraciones

De la misma manera, en la A-2 y en la AP-2, en ambos sentidos de la marcha a la altura de Soses, varios agricultores también se han movilizado desde las ocho de la mañana. En el caso de la AP-2, se han reunido hasta 300 agricultores, que no han descartado pasar la noche en la autopista para exigir compromisos a las administraciones. 

Oriol Bosch

Hasta la A-2 a la altura de Tàrrega se han desplazado 400 agricultores, muchos con sus respectivos tractores. También han impedido el acceso a la C-14 en dirección Guissona o Agramunt. 

Agricultores tiran huevos y tomates en Tarragona

La reivindicación también ha llegado a Tarragona, donde cerca de un centenar de tractores, venidos de diferentes puntos del Camp de Tarragona y de las Terres de l'Ebre, se han reunido ante la sede territorial del Departamento de Acción Climática. Una vez allí, algunos han tirado huevos y tomates a la fachada y al cordón de seguridad de los Mossos d’Esquadra.

Unos cuarenta efectivos del cuerpo, junto con una veintena más de la Guardia Urbana, se han unido para regular el tráfico, el cual ha quedado afectado en una de las entradas del barrio de Sant Pere y Sant Pau. 

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Corte en la C-58, a su paso por Coll d'Ares

En cuanto a la C-58, hace horas que está cortada por unos cincuenta agricultores, que con varios tractores, una decena de bloques de paja y algunos árboles impiden la circulación de camiones por esta vía. 

"Los cambios se tienen que forzar ya, nos han llevado a una situación límite", ha señalado Jordi Juanola, un campesino y ganadero de Rocabruna (Ripollès). "Quizás de ahora en adelante no nos tendremos que movilizar los agricultores solos, sino que será la sociedad catalana quien presione a la consellería para que se mueva", ha manifestado.