Pese a sus reticencias iniciales, la Comisión Europea (CE) probó el pasado este martes la fusión de Orange y MásMóvil. El Ejecutivo comunitario ha dado de esta forma el visto bueno definitivo a una operación que se ha cocinado a fuego lento durante casi dos años. Bruselas, eso sí, como era de esperar, ha puesto una serie de condiciones que deben cumplir las compañías para garantizar la libre competencia, lo que se conoce en el argot del sector como remedies.
En realidad, esas exigencias son fruto de un acuerdo al que ya llegaron Orange y MásMóvil con Digi el pasado diciembre. De esta forma, la operadora rumana pagará 120 millones de euros a MásMóvil para la adquisición de un total de 60 MHz de espacio radioeléctrico en distintas bandas de frecuencia, lo que le permitirá construir su propia red móvil, aunque insuficiente para cubrir toda España.
Por eso, además, Orange concede a Digi la opción de cerrar un acuerdo de roaming nacional opcional para convertirse en su proveedor mayorista y asegurarse llegar a todos los rincones del país. Así, la operadora rumana será libre de permanecer con su actual socio (Telefónica) o elegir otro.
Con estas medidas correctivas, asegura la Comisión Europea que se garantiza que "los consumidores en España sigan beneficiándose de un mercado de telecomunicaciones competitivo, en términos de precios, calidad y conectividad 5G". Sin embargo, existen muchas dudas sobre lo que realmente ocurrirá y, sobre todo, en las consecuencias que esta fusión tendrá para los consumidores.
De entrada, con este nuevo operador en el mercado se reduce la oferta existente. "Cuanta más concentración hay en el sector menos competencia, por lo que no estamos hablando de una buena noticia para los consumidores", opina el secretario general de FACUA-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez.
"Estamos hablando de dos macroempresas, no de una gran empresa que absorbe una pequeña. Por lo tanto, no podemos considerar que esto sea un avance en el sector, que tiene ya unos altísimos niveles de concentración en España y donde los pequeñas operadores apenas tienen poder para introducir elementos de competencia", explica Sánchez.
Esta disminución de la competencia podría suponer una subida de los precios, tal y como el Ejecutivo comunitario concluyó en su investigación. La Comisión Europea habló de "importantes incrementos de precios para los consumidores en España , muy por encima del 10%", aunque ahora espera que los remedies sirvan para evitar este escenario.
Otra consecuencia de que se reduzca la competencia puede afectar a las campañas promocionales que realizan las operadoras. "La fusión provocará, como es lógico, una mayor concentración en el mercado, lo que podría reducir la necesidad de los grandes operadores de lanzar promociones y mejorar sus precios", apunta Sara Perales, portavoz de Telecomunicaciones del comparador Kelisto.
Adiós a segundas marcas
Tampoco extrañará que tras la fusión Orange y MásMóvil opten por cerrar algunas de las segundas marcas que tienen para centrar sus esfuerzos en potenciar las más beneficiosas, recortando de esta forma gastos y reduciendo la competencia
De hecho, en 2021 Orange ya eliminó su marca low cost República Móvil y sus usuarios pasaron a formar parte de Simyo, asumiendo así sus tarifas y condiciones. En estos casos, la compañía debe avisar con al menos 30 días de antelación y si la modificación no es beneficiosa porque implica una subida para el cliente tiene que anularse la permanencia, según figura en el artículos 67.8 de la Ley 11/2022, de 28 de junio, General de Telecomunicaciones.
Sin embargo, no todo podrían ser malas noticias. "El fortalecimiento de Digi puede ser una buena noticia para el consumidor: se trata de una de las compañías más agresivas en cuanto a precios y eso podría obligar a sus competidores a ser cautelosos ante posibles subidas de precios", afirma Perales.
Palo a Telefónica
El nuevo operador se convertirá en el líder en el mercado español de las telecomunicaciones por número de clientes y cobertura de fibra y móvil, superando a Telefónica. En concreto, entre ambas compañías aglutinan alrededor de 7,3 millones de clientes de banda ancha, en torno a 30 millones de servicios móviles y 2,2 millones de clientes de televisión.
El grupo se constituiría a corto plazo como una joint venture -asociación estratégica entre dos o más empresas- controlada al 50% por ambas teleoperadoras con una valoración total de 19.600 millones de euros -Orange España con 8.100 millones y MásMóvil de 11.500-.
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