Las mil y una vueltas de la mano incorrupta de Santa Teresa, una reliquia 'andariega' que custodió Franco hasta el día de su muerte

La mano incorrupta de Santa Teresa, una reliquia que Franco hizo suya durante 40 años.
La mano incorrupta de Santa Teresa, una reliquia que Franco hizo suya durante 40 años.
Henar de Pedro
La mano incorrupta de Santa Teresa, una reliquia que Franco hizo suya durante 40 años.

Faltan vocaciones. En el convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda (Málaga) lo saben. Están desesperadas porque tienen los días contados. En la actualidad sólo son cuatro hermanas —una de ellas, con alzhéimer—, pero en las congregaciones de clausura debe haber al menos seis. Necesitan fichar a nuevas monjas para evitar que el Vaticano ordene su cierre.

Hace apenas dos años eran nueve monjas, pero en los últimos meses han llegado varios fallecimientos repentinos. Sor Jennifer le ha contado a Efe que desde Roma no se les ha dado un plazo concreto para encontrar dos hermanas más, pero sí les han advertido que es una situación que no puede "permanecer en el tiempo". Ocurre justo cuando cumplen el centenario de su fundación, por lo que este 2024 es Año Jubilar concedido por la Santa Sede.

El caso de las Carmelitas de Ronda tiene además su aquel, su valor especial. Sus monjas tienen un tesoro: una mano. En concreto, la mano izquierda incorrupta de Santa Teresa de Jesús. Si las monjas acaban cerrando su convento rondeño, la mano volverá a Castilla y León.

Monjas del convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda (Málaga) cuando eran once.
Monjas del convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda (Málaga) cuando eran once.
VATICAN NEWS

La mano incorrupta de la religiosa Teresa de Jesús, o la poeta Teresa de Ávila, es un relicario del siglo XVII. Se trata de una pieza de plata dorada con incrustaciones de piedras preciosas que contiene su mano. En la base conserva otra reliquia: un fragmento de un escrito o carta con la firma ológrafa de Teresa de Jesús.

El provincial se quedó con el meñique

La santa murió en Alba de Tormes (Salamanca), en octubre de 1582. Diez meses después se exhumaron sus restos. El relato oficial dice que el cuerpo de Teresa apareció incorrupto y flexible. La Iglesia católica, como otras, siempre ha sido partidaria de multiplicar las reliquias, para dar a los fieles objetos reales con los que alimentar su fe. 

Quién fue realmente Teresa de Jesús

  • Teresa tuvo una vida plena cuando en la Europa del siglo XVI ninguna mujer podía aspirar a ello. Fue mujer de paz, pero de armas tomar: organizó y peleó tanto como escribió y rezó. Reformadora y mística, a su espalda —vigilando— siempre estuvo la Inquisición. Hay que leerla. "Sus textos, apasionantes, son casi todos autobiográficos -con las cautelas, naturalmente, a que su posición de mujer y no letrada la obligan", ha escrito sobre ella la poeta Olvido García Valdés. "Teresa de Jesús fue una activista y, a la vez, una mística, alguien para quien lo que de verdad cuenta es el amor que siente en su relación con eso abismal, que ella denomina Dios pero que percibe en la figura de Cristo", dice la premio Reina Sofia de Poesía 2022 y autora de un ensayo biográfico imprescindible sobre la santa poeta andariega. También lo es la obra de teatro 'La lengua en pedazos', del premio Cervantes, Juan Mayorga.

Y eso hizo el padre Jerónimo Gracián, provincial de la Orden de las Carmelitas. Le cortó la mano izquierda a su fundadora y se la entregó a las descalzas de San José de Ávila. Después, el propio Gracián la trasladó a las carmelitas del convento de San Alberto de Lisboa. Pero volvió a tierras de Castilla con parte de la santa: se quedó con el dedo meñique.

De Portugal a Málaga

En el siglo XIX, Portugal suprimió a las carmelitas, de modo que la mano pasó al Patriarcado, que a su vez la entregó al nuevo Convento de Carmelitas de Olivais. Pero la suerte de la orden seguía reñida con las tierras lusas: la revolución de 1910 supuso su expulsión del país.

Retrato de Santa Teresa de Jesús
Retrato de Santa Teresa de Jesús
CEDIDA

Las carmelitas "portuguesas" se dispersaron en España por varios conventos de carmelitas en España. Uno fue el de Carmelitas Descalzas de Ronda, que, acabaría llevándose el relicario con de Santa Teresa desde el momento de su apertura en 1924.

Pero la mano de la monja abulense demostraba ser tan viajera, tan andariega, como lo fue Teresa en vida. Cuando en 1936 estalló la Guerra Civil, Ronda quedó en zona republicana. El convento fue asaltado por anticlericales que se llevaron el relicario. Tras ser reclamado por las autoridades provinciales, la mano de la santa fue llevada a Málaga. En realidad se lo había quedado el coronel José Villalba Rubio.

40 años junto a la cama de Franco

Los sublevados recuperaron la reliquia y la trasladaron a Valladolid. En la capital castellana fue expuesta en una exposición con otros relicarios y obras de arte del patrimonio religioso. Y allí estaba Franco para llevarse lo suyo. El dictador logró autorización eclesiástica para conservar el relicario en la capilla de su residencia, en el Palacio del Pardo.

Santa Teresa de Jesús, de José de Ribera, en el Museo de Bellas Artes de Valencia.
Santa Teresa, de José de Ribera, en el Museo de Bellas Artes de Valencia.
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Sí, la mano incorrupta de Teresa permaneció cuarenta años junto a la cama del Generalísimo. Cuentan que Franco la consideraba un tesoro de guerra y hasta un amuleto. La mano de la religiosa, santa y poeta acompañó al dictador hasta su muerte.

Un mano, también un brazo y más

  • No confundirse. Hay una mano incorrupta, la del convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda, pero también un brazo, igualmente incorrupto. Este último se conserva en el Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes, donde la santa andariega vivió los últimos quince días de su existencia. Allí también conservan su corazón.

    Pero hay más: Teresa fue convenientemente troceada y repartida. En Roma se encuentra el pie derecho y la mandíbula. Hay reliquias de dientes y muelas en Toledo, Santiago de Compostela y Puebla (México). Las carmelitas de Madrid y Valladolid tienen un pedacito de carne con forma de corazón. Además, de la mano derecha se cortaron varios dedos, que fueron repartidos por París, Roma, Ávila, Sevilla y Bruselas (allí también se encuentra una de las clavículas).

Pocas semanas después del entierro de Franco, el relicario regresó a Ronda. En el convento entró el 14 de diciembre de 1975. Claro que regresó distinto. Por voluntad de la familia del Generalísimo (no sé sabe si por deseo de éste) ahora traía engastado en el puño, en la parte del dorso, la insignia de la Laureada de San Fernando. Esa era la condecoración de oro y brillantes que Franco llevaba a diario en la solapa de su guerrera.

Desde aquel día de 1975, y ya son casi 50 años, la mano izquierda incorrupta de Santa Teresa de Jesús ha sido custodiada por las hermanas del convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda. 

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