Las usamos cada día: para las manos, la cara, el pelo, y el cuerpo. Y a menudo, perdemos la cuenta de cuál ha sido la última vez que las metimos en la lavadora. Sin embargo, lavar las toallas del baño es una de esas cosas que debemos tener en cuenta para mantener nuestra higiene y mantenernos sanos y cómodos.
La reflexión común es que, como las usamos para secarnos cuando ya estamos limpios, las toallas se ensucian muy poco. Esta reflexión es incorrecta: la humedad de los baños, los cambios de temperaturas en ellos y el constante contacto con el polvo y otros microorganismos del aire son el escenario perfecto para que proliferen bacterias. Por eso debemos conocer cuándo debemos cambiar y lavar nuestras toallas.
La recomendación de los expertos
En general, los expertos recomiendan lavar las toallas una vez a la semana, como mínimo, aunque otros explican que es recomendable hacerlo cada dos días.
En opinión de Álvaro Férnandez, farmacéutico conocido en las redes sociales, es importante tanto lavar como secar bien y a menudo las toallas porque cuanto más tiempo lleven sin lavar, más microorganismos pueden acumular. El sanitario habla de un estudio que tuvo en cuenta diferentes casas en las que se llevaba una semana sin lavar las toallas y, en el 82% de ellas había bacterias que podían causar enfermedades leves, y en el 25% enfermedades graves.
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Por eso, según el experto, lo ideal es cambiar las toallas cada tres o cuatro días, especialmente en verano, pues el calor puede ayudar a que proliferen más fácilmente estos microorganismos citados. Además, advierte que nunca se debería compartir toalla porque, en caso de que alguno de los que la use tenga una infección -conjuntivitis o piojos-, la posibilidad de que se transmita es mucho más alta.
Además, se pueden seguir algunas recomendaciones para mantenerlas en estado óptimo más tiempo. Por ejemplo, no se deben dejar nunca dobladas después de secarse, cuando están húmedas. Lo mejor es dejarlas en un lugar ventilado para que se aireen para que no acumulen olor a humedad. También es recomendable tener una toalla para la cara, otra para las manos y otra para el cuerpo, en lugar de usar una para todo.
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