Las bajas temperaturas le han tomado la delantera al invierno, que ya está a la vuelta de la esquina, y los más calurosos han aguantado hasta este momento para desempolvar las mantas y edredones. Pero, ¿cómo limpiarlos y estar preparados para un frío periodo invernal?
Para mantenerlos como nuevos hay que lavarlos, al menos, cada dos años o, si se duerme directamente con él, cada año, y, por supuesto, siempre que se vea sucio.
Pasos para lavar el edredón a mano
Las instrucciones del fabricante y la capacidad de la lavadora serán los dos factores que determinen el modo de lavar el nórdico: a mano, en la lavadora, en la bañera, en la tintorería...
Una vez escogido el método que se aplicará, lo primero que hay que hacer es comprobar que no tiene ningún agujero por el que se puedan salir las plumas y, si es así, arreglarlo antes. Tampoco hay que meterlo a presión en la lavadora.
En el caso de que la lavadora sea demasiado pequeña para meter el edredón entero, habrá que pasar al plan b: lavarlo a mano en la bañera. Para ello, se llena de agua templada hasta que cubra y se aplica despacio un poco de detergente suave -jamás lejía-, para que no haga mucha espuma.
Entonces sí, sumergimos una y otra vez el edredón presionándolo para que el detergente llegue a todas las partes de la prenda. Una vez hecho esto, se quita el tapón para que se vaya el agua.
Cómo secar el edredón
Antes de sacarlo, se escurre el edredón presionando contra la base de la bañera, se vuelve a rellenar la bañera, se vacía para aclararlo y se escurre de nuevo. Esto hay que repetirlo tantas veces como sea necesario hasta que el agua salga transparente. Sin embargo, esta práctica tiene el inconveniente de que puede que no se logre acabar con algunas manchas.
Por último, para secarlo se puede colocar en horizontal sobre un tendedero o mesa, y darle la vuelta cada cierto tiempo para que las plumas no se concentren en unas zonas y se facilite su distribución en el interior. Otra opción es usar una secadora, pero es importante que la temperatura sea la adecuada y se introduzcan varias pelotas de tenis envueltas en calcetines, para favorecer la redistribución de las plumas.
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