La producción industrial se desplomó en 2023 un 2,4% en la eurozona aunque la caída se amortiguó en España con una bajada del 0,7%

San Cibrao, Lugo. Imágenes de la fábrica de la multinacional canadiense del aluminio Alcoa en la comarca de A Mariña, en Lugo. El anuncio de la empresa de voluntad de incumplimiento del acuerdo firmado en su día con administraciones y representación de los trabajadores ha vuelto a poner en la picota la situación de la única factoría de aluminio primario en España
La fábrica de la multinacional canadiense del aluminio Alcoa en la comarca de A Mariña (Lugo).
EP
San Cibrao, Lugo. Imágenes de la fábrica de la multinacional canadiense del aluminio Alcoa en la comarca de A Mariña, en Lugo. El anuncio de la empresa de voluntad de incumplimiento del acuerdo firmado en su día con administraciones y representación de los trabajadores ha vuelto a poner en la picota la situación de la única factoría de aluminio primario en España

El acelerón al final del año no fue suficiente para evitar el desplome de la producción industrial en 2023 en una eurozona que estuvo al borde de la recesión. La caída del sector fue más suave en España que en la media del continente, aunque también en el país ibérico la producción industrial volvió a las tasas negativas con un retroceso del 0,7% tras la recuperación poscovid experimentada en los dos años anteriores.

Según los datos publicados este martes por Eurostat, la producción industrial repuntó en tasa interanual un 1,2% en la eurozona y en el conjunto de la Unión Europea en el último mes de 2023. Ese avance supuso una excepción en una segunda mitad del año en la que se llegaron a registrar caídas interanuales superiores al 6%. En cambio, España cerró el año con una caída del 0,4% en la producción industrial, tras registrar un crecimiento del 1,2% en noviembre.

Pese a los brotes verdes de los últimos meses de 2023, en el conjunto del año, la producción industrial se contrajo un 2,4% en la eurozona y un 2% en el conjunto de la Unión Europeo con respecto al año anterior. De este modo, el sector industrial volvió a las tasas negativas después de crecer un 2,3% y un 3,1% respectivamente en 2022. El descenso de la producción fue especialmente pronunciado en países del este de Europa como Estonia, Bulgaria, Lituania o Hungría -con caídas anuales por encima del 5%-, pero también en el centro del continente. Países Bajos, Luxemburgo y Bélgica anotaron respectivamente retrocesos del 7,5%, 5,7% y 5,2%.

Entre las grandes economías europeas, Alemania e Italia fueron las que contribuyeron en mayor medida a la contracción del sector industrial, registrando respectivamente caídas anuales del 1,7% y 2,5%. En España, la caída fue más moderada -apenas llegó al 0,7%-, mientras que Francia fue uno de los cinco países en los que la producción industrial creció el año pasado, registrando un avance de un 0,7% con respecto al año anterior. Le acompañaron en el podio de tasas de crecimiento positivas Suecia, Grecia, Malta y Dinamarca, con ascensos de entre un 0,3% y un 8,7%.

La caída de la producción industrial en el último año ha sido menos profunda en España que en la gran mayoría de países de su entorno, pero también la recuperación tras la pandemia fue más lenta. "La recuperación de la industria española está siendo más débil de lo que se podría esperar, incluso muestra señales de ralentización", valoraba recientemente el presidente del Consejo General de Economistas de España (CGE), Valentín Pich, con motivo de la presentación de un informe sobre la situación del sector en España, que señala que el país mediterráneo está estancado en el sexto lugar a nivel europeo en número de empresas dedicadas a la industria (7,85% del total europeo), el cuarto en volumen de cifras de negocio (6,46%) y el quinto en número de trabajadores en el sector industrial (6,8%). 

En todo caso, la contracción del sector industrial a nivel europeo, especialmente significativa en el caso alemán por su peso en la economía continental, casa con el delicado equilibrio económico en el que se encuentra inmersa la eurozona. Eurostat ha confirmado este martes que la eurozona esquivó la recesión técnica en el cuarto trimestre de 2023, gracias al empujón de los países del sur. Tras una contraerse un 0,1% entre los meses de julio y septiembre, el PIB de la eurozona avanzó un 0,1% en los tres últimos meses del año, un ligero repunte que no evitó la parálisis. 

En el caso de España, el PIB nacional avanzó un 0,6% en el tramo final del año pasado, por encima de las previsiones económicas. Ese acelerón hizo crecer la economía un 2,5% en el conjunto del año, pese al contexto de estancamiento europeo. La demanda nacional fue prácticamente el único motor de crecimiento económico. El gasto en consumo de los hogares y las administraciones públicas españolas impulsó una economía en la que la inversión y el sector exterior no aportaron nada de crecimiento.

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