Las protestas de los agricultores comienzan una nueva jornada de protestas en Madrid: los tractores vuelven hoy a las calles de Madrid para exponer sus demandas en la capital a la espera de que el Gobierno y los partidos políticos escuchen sus exigencias y aporten soluciones a la crisis del sector. Esta vez, el foco de las protestas no será solo el Ministerio de Agricultura: los trabajadores del campo se reunirán ante la sede de la Comisión Europea en Madrid, en busca de que sus reivindicaciones lleguen a Bruselas.
El eco de las protestas agrícolas en España y en Europa llegará hoy precisamente a la capital belga, en la reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, en la que participará Luis Planas. De hecho, el ministro de Agricultura aseguró que expondrá a Europa algunas de las demandas del campo español, como simplificar la burocracia de la Política Agraria Común (PAC) y las 'cláusulas espejo', una de las posibles soluciones a la entrada de productos primarios de fuera de la Unión Europea contra la que claman los agricultores, ya que estos productos se producen a menor coste y no están sujetos a las mismas exigencias, reglamentos y controles que los productos comunitarios, por lo que pueden venderse más barato y contra los que el producto español y europeo no puede competir.
¿En qué consisten las cláusulas espejo? ¿Podría solucionar los problemas del campo español?
Mismas condiciones para todos los productos
Las cláusulas espejo son condiciones que los agricultores piden a los gobiernos de sus países (en este caso, España) en los acuerdos comerciales que se negocien con terceros países. En la práctica, estas cláusulas exigen que cualquier producto que se importe a un país lo haga en igualdad de condiciones con los productos del país en cuestión. Es decir, en este caso significaría que los productos agrícolas importados de fuera de la UE estén sujetos a las mismas exigencias, controles y reglamentos que los que se produzcan dentro de la Unión.
Si lo cumplen los productos comunitarios, también deben cumplirlo los que proceden de fuera, ya que, al no exigirse las mismas condiciones a unos y a otros, se generaría una "competencia desleal" favorable a los productos de terceros países, según explican desde Cocampo.
Asociaciones y sindicatos agrícolas como COAG lo defienden como la solución para evitar la competencia desleal ante productos de terceros países que cuentan con menos normas y restricciones en el cultivo (por ejemplo, en el uso de pesticidas): "Lo que pido es jugar con las mismas reglas, con las mismas condiciones que aquí", insistió Miguel Padilla (representante de COAG) en TVE.
También es motivo de preocupación las exigencias en esta materia en relación con las plagas y las enfermedades: las asociaciones agrícolas defienden que los acuerdos comerciales con condiciones diferentes pueden provocar problemas de salud pública, al no contar los productos importados con las restricciones europeas: "No puede ser que aquí haya restricciones, pero luego este verano las sandías de Marruecos estaban producidas con pesticidas prohibidos", explicó Pedro Barato (Asaja).
Los acuerdos comerciales dependen de la UE
En ese sentido, la inclusión de cláusulas espejo en los acuerdos comerciales no depende del Gobierno, sino de la Unión Europea: los tratados comerciales con terceros países se negocian desde Bruselas. El Gobierno, de hecho, ha insistido en Bruselas a este respecto: el ministro de Agricultura, Luis Planas, ya insistió en 2022 en que debían revisarse los tratados comerciales de la Unión para implementar el "principio de reciprocidad" para asegurar que "los productos que se importen tengan las mismas exigencias".
En ese sentido, la Unión Europea se ha comprometido a cooperar con otros países para promover mejoras en los sistemas de otros países para mejorar su sostenibilidad y promover mejoras en su producción, pero sin medidas concretas en este ámbito.
Según explican desde Cocampo, la Comisión Europea presentó un informe en 2022 en el que se explicaba que la exigencia y aplicación de estándares de producción en terceros países por parte de la Unión Europea y de la OMC "conllevaría de una evaluación previa de cada caso".
En ese mismo informe, además, se instó entonces al Consejo y al Parlamento a contemplar sus conclusiones y consideraciones en futuras negociaciones. En cualquier caso, la inclusión de las cláusulas espejo en los tratados comerciales pasa por Bruselas.
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