El Gobierno vuelve a la carga con los Presupuestos: volverá a aprobar los objetivos de déficit este martes

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.
Eduardo Parra / EP
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo.

El Gobierno vuelve a la carga con los Presupuestos. Menos de una semana después de que el PP tumbara en el Senado la senda de déficit propuesta por Hacienda —paso previo imprescindible para poder presentar el anteproyecto de ley— el Ejecutivo llevará los mismos objetivos de déficit que fracasaron en la Cámara Alta al Consejo de Ministros de este martes.  Así lo ha confirmado este lunes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en una entrevista concedida a Televisión Española

"Mañana [por el martes], después del Consejo de Ministros, la propia vicepresidenta primera señalará y presentará los objetivos. Lo importante es dar estos pasos iniciales de cara a la aprobación subsiguiente de los Presupuestos", ha afirmado Cuerpo en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press. 

El titular de Economía ha recordado que la aprobación de estos objetivos es necesaria para "aliviar la situación de las comunidades autónomas y darles un mayor margen de flexibilidad" para 2024. "De hecho, muchas de ellas han aprobado ya sus presupuestos o los han planteado en función de los objetivos extra que les daba el Gobierno", ha subrayado el ministro.

El Consejo de Ministros aprobará de nuevo los límites de déficit en los que pueden incurrir el Estado, las comunidades y los ayuntamientos para elaborar sus cuentas públicas sin ningún cambio. Unas referencias que al final determinan cuánto se puede gastar cada unas de las administraciones. Según confirman fuentes del Ministerio de Hacienda consultadas por este periódico, la idea es presentar las mismas cifras que el Senado rechazó la semana pasada. Es decir, un límite de déficit del 2,7% para el Gobierno central, un 0,1% para las comunidades, un 0% para ayuntamientos y un 0,2% para la Seguridad Social.

Desde el órgano colegiado del Gobierno, la senda de déficit viajará de nuevo rumbo al Congreso. Allí recibirá, previsiblemente, el aval de los socios parlamentarios del Ejecutivo como ya ocurrió el pasado 21 de enero. La gran incógnita está en qué ocurrirá cuando los objetivos de estabilidad lleguen de nuevo al Senado, donde se enfrentarán de nuevo con la mayoría absoluta del Partido Popular. Desde Hacienda no se atreven a dar un plazo y señalan que la iniciativa se volverá a tramitar en función de lo que decidan las mesas de Congreso y Senado, respectivamente.

El PP ha dejado muy claro que su decisión será "no" si el Gobierno no se atiene a una serie de condiciones. A saber, una rebaja fiscal que afecte a IRPF (deflactación) e IVA; unos nuevos objetivos de estabilidad con más margen de gasto para las comunidades y la creación de un fondo estatal para financiar servicios públicos autonómicos como sanidad o educación. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya rechazó esas exigencias, que ve "imposibles" e "inviables". 

La negociación está en punto muerto y todo apunta a que se producirá una segunda negativa del PP en el Senado. Lo que ocurra a partir de aquí es una incógnita. La ley de estabilidad presupuestaria no especifica que ocurre cuando se produce un doble bloqueo parlamentario. Además, no hay una senda de déficit anterior que esté claramente vigente, dado que las reglas fiscales estuvieron suspendidas entre 2020 y 2023, años en los que no se aprobaron objetivos de estabilidad vinculantes.

El desenlace está abierto a interpretaciones. María Jesús Montero defiende que si la Cámara Alta rechaza los objetivos de estabilidad, se aplicarán automáticamente los límites de déficit que el Gobierno remitió a Bruselas en abril de 2024 en el Programa de Estabilidad. La vicepresidenta primera defiende que su posición está avalada un informe de la Abogacía del Estado cuyo contenido no ha desvelado y cuya existencia cuestionan en el PP. 

En cambio, desde el principal partido de la oposición entienden que el Gobierno no podría presentar un proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Eso sí, mantienen que las cuentas públicas ya aprobadas por las comunidades autónomas —donde el PP es la fuerza mayoritaria en casi todas las regiones— se mantendrían firmes. Una interpretación que Montero rechaza. 

Trabajo entre bastidores

Si prevalece la interpretación del PP, la única alternativa que tiene el Gobierno es tratar de reformar la ley orgánica de estabilidad presupuestaria para suprimir la capacidad de veto del Senado. Un proceso que ralentizaría todavía más las cosas y que requiere de mayoría absoluta en las cámaras. 

En cambio, si prevalece la interpretación del Gobierno, habrá que esperar a un segundo revés del Senado para que el Ejecutivo pueda llevar al Consejo de Ministros el anteproyecto de cuentas públicas. Un texto en el que Hacienda lleva meses trabajando silenciosamente entre bastidores para tratar de acortar la tramitación al máximo posible una vez se presente el primer borrador.

Incluso aunque el Gobierno sea capaz de aprobar un anteproyecto de ley en Consejo de Ministros, el destino de los presupuestos no está, ni mucho menos, despejado de obstáculos. El Ejecutivo tendrá que llegar a acuerdos con sus diferentes socios parlamentarios, entre ellos Junts, que ya ha dejado claro que no pondrá las cosas fáciles.

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