Manuel Pacho, autor del himno del PP: "La SGAE me debe 30 años de derechos de autor por esa canción"

El compositor Manuel Pancho, en su estudio.
El compositor Manuel Pancho, en su estudio.
El compositor Manuel Pancho, en su estudio.
El compositor Manuel Pacho, en su estudio.
Jorge París

"El himno del PP nació de una manera muy natural", cuenta Manuel Pacho, el compositor que está detrás de una de las melodías más reconocibles de la historia de la música en nuestro país. "Estaba Miguel Ángel Rodríguez como encargado de la comunicación del PP y me pidió un himno que fuese capaz de ser oído una o dos veces y que la gente lo entendiese y lo recordase. Y eso fue lo que hice", cuenta Pacho.

Esa melodía, que data de 1989, es una de sus composiciones más famosas, pero no la única, pues salieron de su estudio otros jingles de publicidad como aquel de Los Fernández son muy amables o el de Puleva, le va, le va, leva, entre otros cientos. 

Y aunque el himno del PP debería ser su orgullo y alegría, se ha convertido en todo un quebradero de cabeza. "El PP, y me gustaría que quedara esto muy claro, me ha tratado exquisitamente. Me ha pagado siempre por ese trabajo y por las 32 versiones más que hemos hecho. El trato con el PP siempre fue buenísimo. Quien no me pagó fue la Sociedad General de Autores y Editores, desde el 1989 hasta el 2019, 30 años", explica Pacho.

Según el compositor, la SGAE le debe el dinero que debería haber cobrado, como se hace con cualquier otra música que suene en público, por la reproducción del himno del PP en mítines y eventos. "Ellos tienen una empresa de sondeos y aducen que esa empresa no oyó nunca, o no detectó nunca el himno, y eso que se han hecho miles de presentaciones, mítines, plazas de toros... en todos los sitios. Yo estoy reclamando los derechos por todos esos años", explica el músico.

"Me quisieron pagar 4.000 euros hace unos años para compensar esto, pero les dije que no, que quería el correspondiente a los derechos" y es por eso que Manuel Pacho puso una denuncia, que está a la espera de juicio.

La media de dinero a percibir podría fijarse en unos 150 euros por evento, aunque es solo una estimación, pues depende del aforo del lugar donde se utilice la música y "hay plazas de toros con 5.000 personas y hay mítines con 350 asistentes", pone de manifiesto el respetado compositor.

Mientras su pulso con la SGAE se resuelve, Manuel Pacho sigue con un intenso trabajo, detrás de la parte más pegadiza de las campañas publicitarias. "Ahora tengo cuarenta y tantos jingles -tema musical breve con fines publicitarios- sonando en las radios y estamos en una labor de expansión muy confirmada", hace ver sobre su labor y la de su empresa.

Pacho ama lo que hace y no duda en hacer pedagogía cuando se le pregunta por las claves de su trabajo. "Siempre procuro conseguir que los jingles cumplan con dos características fundamentales. Primero, que la música sea muy fácil de entender y en segundo lugar, que la música sea muy recordable, que es consecuencia de lo primero", hace ver el maestro de las tonadillas publicitarias

Pero no es fácil, es un trabajo arduo que requiere de práctica, sensibilidad y estudio de la marca. "Tiro muchos papeles, tiro muchas partituras de cosas que no me valen, hasta que consigo en cada caso el resultado que quiero", revela el músico.

Y es que, aunque un jingle apenas dura 20 segundos, no es una responsabilidad pequeña. "Las empresas que te encargan una música, y es que están poniendo su marca, sus ilusiones y su negocio en manos tuyas. Porque depende mucho de la música que tú hagas que su negocio tenga una visualización mejor o peor".

Yes que "presentar una música a alguien que te la encarga no es una tarea nada fácil, porque tienes que conocer el ADN de la empresa y ajustarte a él y dar el salto al vacío de convertir en música todas estas cosas que significan una empresa".

Luego tienen que aceptarla, y "no es que sean tiquismiquis, es que en algunos casos es más difícil de hacer y se necesitan varios intentos hasta que se llega a algo que les gusta". "La del PP", rememora, "fue aceptada por la dirección en muy poco tiempo, como en diez días o así desde que se presentó".

En la composición musical para publicidad, como en otras tantas cosas, la tecnología también ha cambiado la cosas. "Yo trabajaba con muchos músicos y ahora en los estudios ya no hay tantos. La batería, por ejemplo, se reproduce por ordenador, el bajo también muchas veces... hay varios instrumentos que se convirtieron en instrumentos de show, de concierto", hace ver.

Ahora, buena parte del tiempo de Manuel Pacho se la lleva el que será su gran proyecto próximamente: un musical acerca del mundo de la televisión... y hasta ahí puede leer.

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