Los agricultores y ganaderos de gran parte del continente europeo se han echado a las calles para reivindicar mejoras en las condiciones del sector: precios justos, prohibición de la competencia desleal y un equilibrio entre medioambiente y economía. 

Entre sus peticiones, los agricultores europeos reclaman la paralización de las negociaciones de acuerdos como el de Mercosur y otros como el acuerdo con Nueva Zelanda, Chile, Kenia, México, India y Australia. Para ellos es vital recuperar la preferencia comunitaria y garantizar la soberanía alimentaria de los Estados miembro. Aunque modificar estos acuerdos no es sencillo porque no son equiparables entre sí.

¿Qué es el acuerdo Mercosur?

Lo que un día fueron acuerdos a título individual con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el 15 de diciembre de 1995 se convirtió en un Acuerdo Marco Interregional de Cooperación entre la Unión Europea y el Mercado Común del Sur, conocido como Mercosur. Tras veinte años de mucha política y cientos de negociaciones, la zona libre de cambio, que abarcaba 580 millones de personas, pasó a englobar, en 2019, a cerca de 800 millones de personas. 

Las principales exportaciones del Mercosur a la UE en 2021 fueron los productos minerales (22,3% del total), los productos vegetales, incluidos la soja y el café (20,7%), y los productos alimenticios, las bebidas y el tabaco (19,1%). 

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Por su parte, Brasil es el tercer exportador mundial de productos agrícolas y el primero en soja, café, carne bovina y de pollo, zumos de frutas y azúcar, según datos de 2021. Argentina fue el segundo exportador a nivel mundial de maíz en ese año y el tercer productor de soja a nivel mundial en 2022. Paraguay es el primer productor y exportador de chía y es el cuarto exportador mundial de soja.

¿Por qué lo rechazan?

Este acuerdo, que ha frenado las negociaciones en el ámbito agrícola incluye una apertura total para los productos agroalimentarios de Mercosur, que solo deberán acogerse a garantías legales para proteger 357 indicaciones geográficas europeas, entre ellas el jamón de Jabugo español. 

Sobre los chocolates y confitería (20%), vinos (27%), licores (20% a 35%) y refrescos (20% a 35%) también se beneficiará el sector europeo a consecuencia de la reducción de los elevados aranceles del Mercosur, que genera el 10,4% de las exportaciones agroalimentarias mundiales, siendo la Unión Europea es su segundo destino (13,2%). 

España, primer productor de la UE de frutas

España es el segundo destino de los envíos agroalimentarios de Mercosur, con un 21,4% de las ventas a la Unión Europea. Pero la balanza comercial es deficitaria para nuestro país: en 2022 las exportaciones aumentaron a 63.263 toneladas de productos hortofrutícolas e importó 180.406 toneladas.

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En la Unión Europea, España es el primer productor de frutas y hortalizas (25% de cuota) y el séptimo a nivel mundial, por lo que la llegada masiva de productos de América perjudicaría gravemente al campo español y los agricultores desconfían de los beneficios posibles de este acuerdo. Entre ellos, según un estudio de la Secretaría de Estado de Comercio, las exportaciones de España a Mercosur crecerán un 37% "cuando el acuerdo haya desplegado todos sus efectos" y generará una mayor producción (0,23% del PIB) y empleo (0,11%, equivalente a más de 22.000 empleos) en la mayor parte de sectores productivos españoles.