El ministerio de Transición Ecológica y la Generalitat han llegado a un acuerdo para traer agua de la desalinizadora de Sagunto a partir de junio si fuese necesario. En la reunión que han mantenido este lunes en Barcelona la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el conseller de Acción Climática, David Mascort, se ha acordado que el Gobierno se haga cargo del coste de la desalación del agua, y la Generalitat de los costes del transporte y de las instalaciones y la operativa para descargarla.
En la misma reunión se ha desbloqueado la construcción de las desalinizadoras de La Tordera II y del Foix. La construcción de la de La Tordera II comenzará a mediados de 2025 y entrará en funcionamiento en 2028. Por su parte, la del Foix, estará acabada un año después, en 2029, pero cuatro años antes de la planificación inicial de la Generalitat.
Mínimo, un barco al día
En la comparecencia posterior a la reunión, Teresa Ribera ha apostado por el transporte de agua desde Sagunto y ha considerado que es una solución “más sencilla y rápida” que llevar agua del Ebro porque “la instalación ya está preparada y esto es una gran ventaja sobre otros orígenes del agua”.
Sin embargo, actualmente, la conducción que conecta la desalinizadora con el puerto de Sagunto puede transportar 7.200m3 al día. Ribera ha planteado su ampliación hasta los 20.000 m3 diarios, aproximadamente la capacidad de un barco. La carga de este volumen de agua tarda unas 12 horas, que junto al tiempo que lleva la preparación del barco para esta operativa, conlleva que desde Sagunto pueden llegar a Barcelona “un barco y medio al día, como mucho casi dos” si se fuerza mucho la instalación.
Ribera ha indicado que el agua que se transporte a Barcelona “no compite con otros usos locales” porque la desalinizadora de Sagunto “está siendo infrautilizada” y solo funciona al 10%. Desde ahora y hasta junio, se irá subiendo la capacidad de producción de agua de la instalación para que esté a pleno rendimiento antes del verano por si es necesario.
El puerto de Barcelona “estará preparado” para la llegada de los barcos en junio en caso de que sea necesario, ha confirmado Mascort en la comparecencia posterior al encuentro. Tampoco ha descartado que, además, se vaya a otros lugares a buscar agua si es preciso. “Iremos a Sagunto o hasta dónde haga falta a buscar agua”, ha subrayado Mascort, que ha asegurado que también “tendremos preparado el puerto de Tarragona”, aunque ha recordado que "en 2008, lo más difícil fue encontrar los barcos".
No obstante, ambas administraciones están pendientes de cómo se comporta la meteorología en los próximos meses para poner en marcha la medida o suspenderla. Ribera ha explicado que “resulta indispensable prever un plan B. La estación que viene es tradicionalmente la más lluviosa, pero hay que planificar soluciones en caso de que no llueva lo habitual o por debajo de la media”.
Ha recordado que otros de los factores que pueden obligar a poner en marcha el transporte de agua en barcos es el calor. Una mayor evaporación acelera el descenso de las reservas y “hay que garantizar el abastecimiento de Barcelona y su área metropolitana”, ha insistido la ministra de Transición Ecológica.
Fondos europeos para las desaladoras
La reunión entre Ribera y Mascort ha acordado la financiación de las dos desalinizadoras incluidas en los planes de infraestructuras hídricas de la Generalitat pendientes de ejecutar. La Tordera II tendrá una capacidad de producción de agua de 60 hm3 y la de Foix de 30 hm3, aunque el primer año será de 20 hm3.
El presupuesto total de construcción de La Tordera II y la del Foix asciende a casi 500 millones de euros: 287 millones para La Tordera, y 180 millones de euros para la del Foix. Mascort ha resaltado que “cuando se trabaja conjuntamente se desbloquean los temas”.
La fórmula concreta de financiación será la de la concesión de un crédito del Estado a la Generalitat de Fondos Next Generation de la línea de Transición Ecológica. Mascort ha confirmado que, al igual que en todas las obras hidráulicas, “se aplica la recuperación de costes” y, por tanto, la construcción de las dos desalinizadoras se acabará repercutiendo en la factura del agua.
El licitador de las obras será la empresa pública Acuamed, “porque es la solución más sencilla y ágil”, según Ribera. Una vez acabadas, la titularidad será de la Generalitat y estarán gestionadas por Aguas del Ter-Llobregat, ATL.
La disponibilidad de estos fondos europeos se agiliza al hacerse cargo de la ejecución del proyecto la empresa pública Acuamed en lugar de ATL, ya que estos fondos necesitan la habilitación del Gobierno. En este sentido, Ribera ha defendido la licitación de Acuamed para que “las obras se ejecuten en el plazo fijado porque permite adelantar el inicio de las obras”. La ministra ha reconocido que el calendario será exigente, ya que, solo la licitación de La Tordera II, requiere un plazo de 11 meses.
Asimismo, las desalinizadoras que se están construyendo actualmente en España incorporan instalaciones fotovoltaicas para que sean autosuficientes energéticamente con el objetivo de reducir los costes de la desalinización y la producción del agua.
Estrategia general
Durante su intervención, Ribera ha querido remarcar que estas actuaciones no son excepcionales y que se están llevando a cabo operaciones similares en el resto de España como parte de la estrategia contra la sequía. Concretamente, la ministra ha asegurado que “el objetivo en España es multiplicar por dos la capacidad de desalación”.
Desde el ministerio se está estudiando “cómo pueden evolucionar en el largo plazo” las condiciones meteorológicas, y la construcción de desalinizadoras es una respuesta a “las dudas que genera el cambio climático con periodos de sequía cada vez más frecuentes”.
Mascort ha asegurado que “es una buena noticia para el país” el acuerdo al que se ha llegado este lunes “para acabar en un medio plazo con la escasez de agua en nuestro país”. El conseller de Acción Climática ha explicado que “el área metropolitana de Barcelona consume 400 hm3. El 55%, unos 200 hm3, ya son de agua desalada y recuperada”, y con las nuevas instalaciones que se están creando -depuradoras, potabilizadoras y desalinizadoras-, “se aportarán unos 200 hm3 más”.
En este sentido, Mascort ha concluido que “no hace falta traer agua a Barcelona”, en referencia al trasvase del Ebro hacia las cuencas internas que descarta el Govern. Sobre las insinuaciones sobre que el Gobierno ha querido rescatar a la Generalitat con este acuerdo, Mascort se ha mostrado tajante y ha reivindicado que “aquí nadie viene a salvar a nadie”.
Reacciones del PSC
La diputada del PSC Silvia Paneque ha celebrado que Generalitat y Moncloa hayan acordado el plan para traer agua de Sagunto y ha afirmado que es "una buena noticia" que el Govern "ahora esté en el camino de cooperar y colaborar". Incluso ha explicado que el líder de los socialistas, Salvador Illa, ha hablado con el alcalde de Sagunto para agradecerle la colaboración "en un momento delicado y complejo para Cataluña".
Durante la rueda de prensa de este lunes, Paneque ha rechazado que se "confronten los usos del agua" entre los sectores económicos con las restricciones por la sequía y se ha opuesto a imponer más limitaciones al turismo. Al ser preguntada específicamente por el proyecto Hard Rock en Tarragona, ha vuelto a insistir en que "no se puede confrontar usos".
La diputada socialista ha argumentado que es "injusto" que haya empresas que "han hecho los deberes" para reducir el gasto de agua, pero se les aplique las mismas restricciones que a quien no ha hecho ninguna mejora, por lo que ha defendido que las limitaciones se ajusten a la huella hídrica.
Paneque ha ofrecido colaboración al Govern para impulsar las modificaciones presupuestarias en las cuentas del 2023 y ha asegurado que ayudarán a impulsar medidas para compensar los impactos económicos y ambientales que provoquen las actuaciones para hacer frente a la sequía.
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