Los taxistas de Barcelona se sienten desprotegidos y reclaman videovigilancia: "Sufrimos agresiones de todo tipo"

Taxistas en la Terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona - El Prat.
Taxistas en la Terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona - El Prat.
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Taxistas en la Terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona - El Prat.

Tras el episodio del cliente de un taxi que se masturbó en presencia de la conductora, las taxistas de Barcelona alzan la voz contra la desprotección y el miedo que pasan a menudo ante todo tipo de tratos denigrantes y agresiones sexuales físicas y verbales y reclaman métodos de videovigilancia para estar más seguras.

Luz, Maryan y Clara, veteranas conductoras, se muestran "poco" sorprendidas del episodio vivido por su compañera Auri, y afirman que todas han sufrido "todo tipo" de agresiones verbales y físicas, con el agravante de que eso les ocurre en el taxi, un lugar cerrado y sin testigos y que ellas consideran "su casa".

"Es como que te violen en tu propia casa", reflexiona Maryan, que ha pasado 17 años conduciendo en el turno de noche y "aguantado de todo". "Lo mínimo es que te ofrezcan dinero por irte con ellos o hasta tuve uno que se me desnudó en el coche", explica la conductora, que reconoce que a veces "se pasa miedo".

"No sabes cómo va a reaccionar esa persona, así que buscas que se baje, le pides agresivamente que se baje. Y también buscas ayudas desde el nerviosismo si hay otros compañeros en la calle", cuenta.

También crudos son algunos momentos vividos por Luz, a quien cuando apenas llevaba unos pocos años tras el volante un cliente le llegó incluso a coger un pecho y "estrujarlo". Entonces no denunció porque, "quién" iba a "creerla", afirma. "El policía me hubiera dicho. ¿Y qué pruebas tienes?", añade.

Coinciden en destacar que existe una "desprotección" hacia las taxistas frente a los "energúmenos" que puedan acosarlas. "Energúmenos porque sí, la mayoría son hombres", deja claro Maryan. Clara asiente y señala la enorme "vulnerabilidad" de las mujeres dentro de un taxi, un espacio "tan pequeño" y "cerrado".

"Mucha gente te pregunta: '¿y no te da miedo?'. Pero, ¿por qué tengo que tener miedo? Solo quiero hacer mi trabajo y que la gente esté contenta y todos nos tratemos como personas", dice Clara.

Por todo ello piden poder llevar sistemas de grabación del interior del taxi, gestionados por la policía, como ocurre en otros medios de transporte como autobuses, metro o aeropuertos, por ejemplo.

"Estoy segura de que muchas de las cosas que me han ocurrido no hubieran pasado con una cámara porque tendría un efecto disuasorio", apunta Luz, que empezó en el taxi hace 37 años y espera aparcar definitivamente el vehículo y jubilarse en 2026.

Cuando ella empezó, apenas eran 25 taxistas mujeres en Barcelona. Ahora son más de 1.100, un número que representa sin embargo apenas el 10% del total de conductores de taxi en el área metropolitana.

Para Maryan, "parece que las mujeres no podamos llevar un taxi porque es peligroso, pero tenemos todo el derecho a trabajar sin que nos maltraten y a ir por la calle sin miedo, como van nuestros compañeros".

Luz señala que le gustaría que se mejorara de una vez la seguridad en el taxi, especialmente por las futuras compañeras, pues según ella, la de taxista es "una muy buena profesión para una mujer" porque "permite conciliar, montarse el horario necesario, ser tu propia jefa y ser libre de ir para aquí y para allá en vez de estar encerrada", explica.

Ambas forman parte del sindicato Élite Taxi que denuncia la negativa del Instituto Metropolitano del Taxi (IMET), dependiente del AMB, a llevar cámaras, un asunto que también han reclamado a la Generalitat, quien les ha pedido 15 días para elaborar un informe jurídico sobre la idoneidad de cámaras de vigilancia en los vehículos.

El episodio de un hombre masturbándose en el interior de un taxi la semana pasada fue grabado por la propia taxista, aunque la normativa lo impide.

Tanto el Departamento de Territorio como el IMET han destacado estos días mejorar la línea de fortalecer la conexión de los taxis con los cuerpos policiales mediante el teléfono de emergencias 112, un sistema que "no funciona", según han explicado las taxistas. Desde el Sindicato Élite Taxi, a través de su portavoz, Tito Álvarez, han dejado claro que si en dos semanas no se ha avanzado para mejorar en la seguridad de los taxis pasarán a la movilización.

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