Los consejos de los expertos para afrontar un imprevisto económico sin arruinarte... y lo que nunca deberías hacer

Una persona que ha aprendido a ahorrar utiliza una hucha.
Una persona metiendo dinero en la hucha. 
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Una persona que ha aprendido a ahorrar utiliza una hucha.

Se rompe la lavadora, la caldera está 'en las últimas' y se pincha una rueda del coche... Parece que todos los imprevistos surgen a la vez y el bolsillo es quien más lo sufre. De hecho, en ocasiones, se hace casi imposible afrontar estos gastos y hay que dar con las formas más rápidas de conseguir el dinero. 

Esta urgencia puede llevar los usuarios a recurrir a ciertos métodos que, en el futuro, podrían llegar a suponer un dolor de cabeza. Dependiendo de la cantidad de dinero que se requiera en cada momento, se abren diversas posibilidades que se ajustan a las necesidades de cada caso. 

¿Cómo afrontar un gasto inesperado? 

Prevenir es mejor que curar, por eso, desde la plataforma de finanzas Ferratum, aconsejan crear un fondo de emergencia. Si ahorras parte de tu sueldo durante al menos tres meses, podrás tener algo de margen ante estas situaciones. De igual forma, planificar tu presupuesto mes a mes, te puede ayudar a controlar tus gastos y saber de cuanto dinero sobrante dispones para hacer frente a ese gasto que llega en el peor momento.

Por otra parte, y aunque es difícil predecir el futuro, estar alerta a señales que nos indican que algo va mal, sería bastante útil. Si observamos que el frigorífico lleva unos cuantos días sin enfriar como antes, podría augurar un fin cercano para el electrodoméstico. Saber esto por adelantado, nos permite prepararnos para el momento del desembolso.  

Sin embargo, si el gasto te ha pillado completamente por sorpresa, quizás sea el momento de solicitar un préstamo al banco. Es posible que tu banco te ofrezca créditos preconcedidos, pero es recomendable explorar  los productos de otras entidades que se ajusten mejor a lo que buscas. Si planeas tirar de tarjeta de crédito, desde la OCU, aconsejan comprar las diferentes posibilidades para evitar caer en microcréditos cuya TAE puede superar el 3.000%.

Elegir con criterio donde comprar también puede hacerte ahorrar una buena cantidad. Es muy importante que compares ofertas y que te quedes con las que mejor precio tengan y aporten mayores facilidades de pago. En este sentido, desde el blog de crédito rápido Dineo, aconsejan revisar tus gastos para eliminar los que no sean esenciales. 

Otra alternativa para conseguir dinero extra consiste en poner a la venta aquellas cosas que no utilices. Actualmente existen plataformas de compraventa de artículos que te permitirán deshacerte de ropa que ya no utilizas o incluso de elementos más valiosos como un coche. 

Qué no debes hacer 

No obstante, hay métodos que es mejor evitar si no quieres ver tu situación empeorar a largo plazo. Desde la OCU instan en evitar pedir microcréditos, pues normalmente las entidades los conceden sin exigir requisitos, pero con una TAE desmesurada que puede llegar hasta el 4.000%.

Algo similar ocurre con el dinero rápido online, pues cada vez se conceden créditos más altos a pagar en cortos periodos de tiempo. Sin embargo, las compañías que los ofrecen te inscribirán rápidamente en el registro de morosos si te retrasas en algún pago. Si vas a acceder a alguno de estos recursos, debes conocer de antemano tus posibilidades para liberarte de él. 

Si empeñas bienes, como por ejemplo tu coche, tendrás que ser cauteloso, pues, en ocasiones, puedes estar firmando una compraventa con opción a recompra por un importe inferior al del bien empeñado. En este caso, tendrás que asumir todos los gastos y si te retrasas, podrías llegar a perderlo.  

Por último, utilizar mal las tarjetas de crédito puede jugarte una mala pasada. Algunas de ellas te permiten hacer compras en un numero limitado de plazos sin intereses, pero casi siempre supone pagar intereses con un TAE superior al 20%. Hay formulas que permiten devolver el crédito gastado pagando un porcentaje de la deuda cada mes, pero no son muy recomendables, pues es probable que, en vez de reducir la deuda, aumente cada vez más.  

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