En qué consiste la teoría del gasto creciente: cómo evitar caer en esta trampa y ahorrar dinero

Gastos crecientes.
Gastos crecientes.
Drazen Zigic
Gastos crecientes.

Ganar más es igual a consumir más. Este es el primer precepto de la teoría del gasto creciente. Tener más dinero no hará que sepamos administrarlo mejor, por eso, si aumentan nuestros ingresos y no cambia nuestra gestión, lo más probable es que no consigamos ahorrar

La teoría del gasto creciente

Cuando los ingresos de una persona aumentan, lo más común es que esta comience a comprar más cosas, quizás un coche mejor o una casa más grande, por lo que estará generando gastos que antes no tenía. Es decir, los gastos aumentarán con los ingresos. Además, según apuntan desde BBVA "Posponemos el ahorro indefinidamente, porque nuestro cerebro está programado para recibir recompensas inmediatas (sesgo del presente)". 

Cómo frenar el gasto creciente

Para frenar este gasto creciente, el Banco BBVA y el Santander proponen incorporar algunas de estas conductas en la administración de las finanzas.

  • Preahorrar: consiste en ahorrar antes de empezar a gastar. Para ello aparta una parte de los ingresos fijos en el momento en que los recibes, y dirígelos a una cuenta distinta para no tenerlo disponible.

Lo que aconsejan es "destinar entre un 5 y un 10% de nuestro sueldo para el preahorro, de tal forma que todos los meses, en cuanto nos lo ingresan en la cuenta nómina, sea transferido a la cuenta de ahorro u otro producto de ahorro-inversión". Al no tener ese dinero disponible , no tienes la opción de gastarlo.

  • Clasificar los gastos en: 
  1. Gastos fijos necesarios (hipoteca, alquiler…),
  2. Gastos variables necesarios (comida, ropa, suministros…)
  3. Gastos discrecionales (hobbies, cine, salidas a cenar, viajes…)

Así, a la hora de recortar en gastos, sabrás por donde empezar. Pregúntate en qué estás invirtiendo tu dinero, controlando los gastos variables, sobre los que puedes tener un cierto control, para evitar que se disparen después de un aumento en tus ingresos. 

  • Controla los gastos hormiga: que son esos pequeños gastos diarios innecesarios y casi inapreciables, pero que si los juntamos todos alcanzan una cantidad de dinero importante y pueden crear un agujero en nuestra economía personal.
  • Cambia tus objetivos financieros. Si tus ingresos aumentan, puedes dedicar una parte de tus ahorros a invertir, buscando una mayor rentabilidad, o fijarte alguna meta financiera a medio plazo como comprarte una casa, material para tu hobbie (una bici, una tabla de surf, un ordenador…), hacer un viaje soñado, etc.

En general, la clave está en controlar lo que gastamos, fijándonos en lo que ingresamos. "No se trata de negarse caprichos de vez en cuando, pero siempre de forma puntual, no sistemáticamente", añaden desde BBVA.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento